El remate televisado de Alfredo S. Mondino marcó la vuelta de las subastas al predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina tras casi 700 días. La consignataria cordobesa vendió 12.500 cabezas a muy buenos valores dándole forma a una excelente venta por la calidad y por el volumen comercializado
Hay remates y remates. Hay algunos que son especiales por tratarse de una fecha conmemorativa; hay otros que lo son por el lugar en el que se llevan a cabo; o porque persiguen un fin solidario, o por el volumen de hacienda que sacan a la pista, o mejor dicho a la pantalla.
Y hay remates que son especiales porque reúnen todas esas características. Tal es el caso de la subasta que realizó el último miércoles la firma Alfredo S. Mondino en instalaciones de la Sociedad Rural Argentina en la ciudad de Buenos Aires.
Lo primero que hay que decir es que se trató de un remate televisado por Canal Rural de más 12.500 cabezas de gordo invernada y cría con un plazo de venta de 30, 60 y 90 días, en el que se hicieron muy buenos valores, acorde con la calidad de las tropas ofrecidas. La relación de volumen y promedios ya invitan a colgar el resultado en un cuadrito.
Luego hay que contar que se trató del primer remate de hacienda realizado en el tradicional predio de Palermo desde que comenzó la pandemia. Pasaron casi 700 días desde que se había bajado el martillo por último vez en esas tradicionales instalaciones.

Además, hay que explicar que fue un evento con un aporte solidario a la educación, ya que un porcentaje de las ventas se destinará al Instituto Fundación Sociedad Rural Argentina – Colegio Agropecuario de Realicó en la provincia de La Pampa. Así lo anunció Nicolás Pino, presidente de la SRA: “Tenemos el desafío de convertir al Colegio en un polo educativo de referencia nacional. Trabajamos todos los días con la Fundación para que así sea”.
Una maratón
Era la segunda vez que la consignataria cordobesa daba un remate desde el predio de Palermo, pero por todo lo escrito párrafos arriba, este encerraba un desafío mayor que aquella primera oportunidad en 2019. La cita arrancó a las 10, cuando Roberto Mondino comenzó a martillar el gordo y las vacas vacías ante un grupo reducido de personas presentes y gran parte del grupo de representantes de la firma vía zoom. Tras casi tres horas llegó el descanso para el almuerzo, para volver con todo para comercializar la invernada y cría.
La subasta terminó pasadas las 19 y a Mondino lo secundaron en el martillo Ernesto Colombo y Julián Bicondoa.
El final fue a pura emoción, con Marcos Mondino parado junto a su hermano Roberto y bajando el martillo al último lote. El punto final fue la típica foto que, respetando el distanciamiento en tiempos de pandemia, se saca el gran equipo que conforma Alfredo S. Mondino. Aplausos, risas y muchísimas emoción por la misión cumplida.

Luego de unos minutos para “bajar a tierra”, llegó el tiempo de hacer el análisis de lo vivido y de desmenuzar lo que había sido el remate. El primero que aceptó el desafío fue Roberto Mondino. “Dimos un buen remate, sólido. Arrancamos lo gordo a la mañana con precios muy firmes y a la tarde el ternero nos mostró un mercado firme también, sin ninguna locura, pero con precios sostenidos donde todas las categorías han conservado los valores”, indicó de entrada, luego de agradecerle la invitación a la Sociedad Rural y manifestar que era un orgullo para la firma haber llevado a cabo las ventas.
“La verdad es que había mucha hacienda. Vendimos más de 8.000 terneros y terneras, más de 1.600 vientres, más de 3.000 cabezas entre gordos y vacas vacías. Una cantidad importante y creo que salió todo muy ordenado”, agregó en declaraciones a Entre Surcos y Corrales.
El consignatario y martillero, que fue fundamental con su oficio para conducir de la mejor manera la venta de tanto volumen de hacienda, comentó: “Vimos que mucha ternera se fue para madre. Había muy buena genética, muy buenas terneras, y esas se eligieron. Después, toda la hacienda de cría más destacada se vendió a muy buenos precios”.
Una de las características del remate fue que el gran protagonista de las ventas fue el criador, ya que por una cuestión de mercado y de poco margen en el negocio, no es un buen momento para los feedloteros. “El ternero que se va al campo tiene un diferencial, y es lo que venimos viendo. Cuando tracciona el campo, suben los precios; y cuando va a feed lot los precios se estancan”, analizó.

Hubo ocho provincias representadas de la mano de los colaboradores de la consignataria, pero también de los compradores, porque la hacienda se distribuyó en todo el país. “Es un gran trabajo el que hacen todos los que integran nuestro equipo y uno no puede más que agradecerles y felicitarlos porque siempre están dispuestos a ir por más”, comentó Mondino.
“La fiesta fue total”
A su turno, Francisco Garín, gerente de haciendas de Alfredo S. Mondino hizo una síntesis perfecta del remate ante las cámaras de Entre Surcos y Corrales: “La fiesta fue total. La gente que vendió está contenta, la gente que compró también, y nosotros estamos felices por los buenos valores que se dieron y muy agradecidos a todos los que nos acompañaron”.
En cuanto a ciertas cuestiones puntuales que dejó la subasta, Garín marcó que “en las terneras, cuando entraba alguna categoría definida negra o colorada Angus o de alguna raza, se iba para madre, porque fueron unos precios muy buenos, fue muy selectivo. Y el resto que no era para cría se vendió muy ordenado, anduvo entre los 200 y los 215 pesos”.
Entre los representantes de la consignataria cordobesa, Julián Bicondoa, quien se mueve por Tandil y su zona de influencia, tuvo una jornada de esas que quedan en el recuerdo, porque se dio el gusto de martillar en Palermo. “Era todo un desafío para mí y tengo una tremenda emoción. Nunca pensé que esto podía hacerse realidad y es enorme el agradecimiento que tengo con la familia Mondino por la confianza que me brinda”, indicó.
En cuanto a las ventas, Julián destacó la calidad de la hacienda “en todas las categorías”, y también “el trabajo logístico, de edición y de armado de catálogos que exige un remate de semejante cantidad de hacienda”.
Un buen cierre para la crónica de un remate muy especial.