En horas de la mañana, los directivos del Consorcio de Gestión del Puerto Quequén lograron acordar con los transportistas autoconvocados para que levantaran el piquete y liberaran el acceso de camiones para descargar. En tanto, las terminales de Bahía Blanca continuaban bloqueadas por quinto día consecutivo y no parecería haber una solución a la vista.
La medida de fuerza de los autoconvocados -que iba a durar dos día- se lleva a cabo según indicaron en reclamo de una tarifa única y la suspensión de la ley de peso y potencia, la cual establece un plazo para sacar de circulación los camiones de motores de baja potencia, que hoy trasladan hasta 45 toneladas. Esta normativa, según detalló el Ejecutivo, busca aumentar la seguridad vial en las rutas.
La situación generó una profunda preocupación en el sector agroindustrial y los exportadores le pidieron al gobierno bonaerense, hasta hoy ausente en el conflicto, intervenga para desactivar el bloqueo al que definieron “extorsivo e ilegal”.
En relación al conflicto, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, expresó su malestar y preocupación: “El bloqueo declarado por las empresas transportistas en Bahía Blanca resulta extorsivo tanto para la colocación de la producción como para el Gobierno, necesitado del ingreso de divisas. Es absolutamente ilegal. El gobierno provincial debe actuar rápido para garantizar la libre circulación”, señaló.
El conflicto generó incidentes con aquellos camioneros que no adhieren a la protesta y que pretenden ingresar al puerto bahiense, a quienes los manifestantes les abren las boquillas de sus camiones
Además, las autoridades de Ciara-CEC denunciaron la ilegalidad de los bloqueos y los atentados contra vehículos con granos realizados en las inmediaciones del Puerto de Bahía Blanca por parte de transportistas autoconvocados.
Daño
En tanto, Idígoras indicó: “Somos víctimas de un conflicto ajeno donde un grupo de camioneros no agremiados impiden que los demás camioneros puedan ingresar a los puertos con granos. La protesta, que comenzó el 30 de julio por 48 horas, se extendió en forma ilimitada y ya lleva cinco días. El daño económico para el país es enorme”.
“Suman 11.000 los camiones que no ingresaron a puerto y que se contabilizan como perdidos, hay 40 buques esperando para cargar 1,20 millones de toneladas de maíz, trigo y harina de soja, entre otros productos”, explicó Idígoras. Ciara-CEC realizó las denuncias correspondientes, pero hasta el momento no obtuvo ninguna respuesta a nivel provincial o nacional.
El problema representa un obstáculo enorme para la comercialización agrícola, especialmente en lo que respecta al maíz, dado que muchos embarques urgentes del cereal que no pueden completarse en las terminales del Gran Rosario se vienen cargando en las últimas semanas tanto en Bahía Blanca como en Quequén.