Como parte de un proyecto genético y comercial que incluye potenciar rodeos nacionales y exportar embriones a México y Canadá, el empresario mendocino Alfredo Vila invirtió 21.500.000 pesos en un vientre de la prestigiosa Tres Marías. Asesorado por Juan García y a partir de un convenio con la familia Groenenberg – Reverón, la vaquillona producirá en la cabaña Don Abraham
“El mundo quiere genética argentina, es increíble todo lo que hay por hacer, y nosotros tenemos un proyecto en marcha para dar respuesta a esa demanda”, dice Juan García, asesor genético de un par de decenas de cabañas y el director técnico de Rústicos. Y la afirmación surgió a partir de una pregunta sobre la gran inversión que días pasados hizo uno de sus asesorados, el empresario mendocino Alfredo Vila Santander, quien compró en 21.500.000 de pesos una vaquillona de pedigree de la prestigiosa cabaña Tres Marías.
“No sólo se adquirió esa vaca, se compraron varias más en valores altos a nivel mundial apuntando a proyectos de exportación a México y Canadá, donde yo tengo clientes y estoy trabajando”, agrega. “Pero apuntando también a todo lo que se puede producir para el mercado interno. Los toros se están pagando muy bien, porque la gente está entendiendo que los reproductores superiores producen tremendamente más, es impresionante lo que dan”, completa el tresarroyense.
“Estamos haciendo una apuesta fuerte y verdadera, no queremos ir a medias tintas, cuando uno decide hacer un camino lo trata de hacer de la mejor forma posible y con los mejores elementos. Por eso no hemos dudado en invertir en la mejor genética de Argentina y compramos la mejor vaca del país”, aseguró Vila, un empresario que apuesta a la ganadería desde el año 2.000 en Mendoza y que ha desarrollado su propia genética en su cabaña Los Alfredos.
“La apuesta es por un proyecto para desarrollar animales sobre todo en Mendoza, pero asociándonos con algunos amigos para hacer genética en todo el país y exportar. Todo esto se inició el año pasado, a partir de un convenio con Gustavo Reverón, y con el asesoramiento de Juan García”, indicó.
Así es que algunos vientres de pedigree comprados en 2020 están el establecimiento Don Abraham, a donde llevaron también hace un par de días a la vaquillona comprada a Tres Marías.
“Están naciendo embriones en Canadá salidos de Tres Arroyos, de Rústicos. Nos parece una utopía. Pero es una realidad: hoy hay mexicanos invirtiendo en vacas de pedigree producidas en nuestros campos”
“Apostamos a desarrollar buena sangre, a trabajar con Rústicos, proyectamos poder ir a Palermo a competir. Es un proyecto integral el que estamos encarando”, manifestó el empresario, que viajó a Tres Arroyos para participar de doble día de campo organizado por Rústicos el lunes y martes pasados.
A partir del trabajo que comenzó en México hace algunos años Juan García, se abrió un importante canal comercial para vender genética argentina. “A México tenemos que ingresar vía Canadá, que tiene los protocolos abiertos, y al ver los canadienses que se compraban receptoras para implantar embriones, y observar la genética que estábamos haciendo, se interesaron mucho”, explicó el asesor.
“El mercado americano, que es el gran mercado mundial de genética está orientado a otros sectores, y canadienses y mexicanos ven a nuestra genética muy adaptada a comer pasto y con muy poco alimento producir carne, y les interesa muchísimo”, argumentó.
“Se ha hecho una cadena y nos llena de satisfacción lo que estamos logrando. Es engorroso, es cierto, hay que viajar, hay que resolver la logística de la producción de embriones, exportarlos, conseguir los centros donde realizar las transferencias en Canadá. No es fácil. Pero es un lindo desafío”, agregó.
Y con orgullo, Juan contó que “están naciendo embriones en Canadá salidos de Tres Arroyos, de Rústicos. Nos parece una utopía. Pero es una realidad: hoy hay mexicanos invirtiendo en vacas de pedigree producidas en nuestros campos”.