Con un promedio de 30 milímetros hasta la tarde de ayer en una amplia región, el clima le está dando un aporte fundamental para cebadas y trigos. Estas precipitaciones potencian los beneficios que habían generado las de la semana pasada y permiten la recuperación de la humedad de los campos. También obliga a estar encima de los lotes para controlar la aparición de enfermedades
Si el agua caída la semana pasada fue estratégica para cortar una larga seca y aliviar a los cultivos de fina -que estaban sufriendo y por empezar a entrar en riesgo de afectar su rendimiento-, las lluvias que comenzaron el martes y que siguen registrándose, aportan un doble beneficio para los campos de la región. Porque ya de por sí les vienen bárbaro a cebadas y trigos, pero además potencian todo lo bueno que provocaron las precipitaciones de días atrás, y logran una mejor evolución de los lotes.
Las lluvias de la semana pasada vinieron muy bien para revertir la falta de precipitaciones de los últimos dos meses justo en el momento que aumenta la demanda de los cultivos de fina. El agua del martes y ayer sirve para seguir cargando perfiles, y ahí el beneficio también es para los lotes que van a ir a gruesa.
Y coincide con el momento de la aplicación de fertilizantes, así que resultan de vital importancia para que esos nutrientes sean aprovechados a los cultivos.
Beneficio recargado
“La mayoría de los cultivos de fina este año se sembraron muy temprano, por lo cual a esta altura ya tenían un desarrollo bastante importante. Los más tempranos estaban comenzando a encañar y los más retrasados están en pleno macollaje. Pero prácticamente ninguno había tenido lluvia suficiente como para tomar el fertilizante que se había aplicado”, explica el ingeniero Matías Fik, asesor de Bioterra S.A.
“Vino la primera lluvia y se notó el beneficio con el desarrollo, con el cambio de color, con la mayor competencia hacia las malezas, porque los controles hasta ese momento habían sido parciales. Y con este agua van a seguir acentuando ese desarrollo y permitirá el repaso con las segundas aplicaciones de fertilizantes líquidos”, agrega.
“Los perfiles venían muy secos y si bien los 30 milímetros de la semana pasada fueron muy necesarios, esta lluvia, que se ha dado despacito, es ideal para seguir recargando los suelos. Y también para que todo el fertilizante que se había aplicado, más que nada lo que es nitrógeno, se disuelva y lo pueda levantar la planta”, aporta el ingeniero Darío Tumini, de Nutrien Ag Solutions.
Tiempo de monitorear
Claro que estas nuevas precipitaciones obligan a estar encima de los lotes para el control de enfermedades. “Había lotes que ya venían con algún problema sanitario, de hongos en hoja, y el agua, con los días ya más largos, también hace que se empiece a enfermar la planta”, advierte.
“Se deben empezar a revisar y hacer los tratamientos de fungicidas en los lotes dónde sea necesario. Hay cultivos sembrados muy temprano que ya tenían un desarrollo bastante importante y que tenían alguna complicación fitosanitaria, que no era tan relevante porque al estar todo tan seco no avanzaba. Ahora la lluvia propagará eso”, completa.
En este sentido, el ingeniero Fik comenta que “en los trigos ya se veía algo de roya amarilla en los primeros lotes y variedades susceptibles. Y también algo de mancha amarilla. Con esta lluvia eso se va a incrementar y la semana que viene estaríamos haciendo las primeras aplicaciones en los cultivos más sensibles”.
En referencia a las malezas, el asesor de Bioterra alerta: “Hay mucha complicación con raigrás y con las crucíferas resistentes, que se están poniendo muy duras a los controles tradicionales y posiblemente se aprovechen estas condiciones para hacer algunas aplicaciones antes de que terminen de cerrar surco, y como realizando un doble tratamiento”.
Tumini agrega la importancia del agua para los barbechos que se van preparando para la siembra de gruesa. “Venían relativamente limpios por la seca. Así que seguramente con el agua de la semana pasada y ahora estas nuevas lluvias, reaviven el tema malezas en esos lotes y habrá que empezar los controles”.
Algunos registros*
- Aparicio: 30 mm
- Barrow: 26 mm
- Cascallares: 34 mm
- Copetonas: 23 mm
- De la Garma: 37 mm
- Dorrego: 24 mm
- El 43: 37 mm
- El Carretero: 36 mm
- Gonzales Chaves: 45 mm
- Orense: 42 mm
- Oriente: 35 mm
- Pringles: 18 mm
- San Cayetano: mm
- San Francisco: 37 mm
- San Mayol: 45 mm
- Tres Arroyos: 23 mm
*Acumulados hasta las 18 horas de ayer