Soja: qué hacer en un mercado volátil y de riesgo climático

El escenario comercial de la soja 2021/22 aún es incierto y con pronóstico de ocurrencia de La Niña. Cómo encarar estos riesgos desde el momento de proteger la cosecha con coberturas y las oportunidades que ofrecen los bancos, el mercado de capitales y los seguros

 

En un panel dedicado a “Seguros, financiación, coberturas: cómo protegerse en un contexto cambiante”, en el Seminario ACSOJA 2021 se plantearon diferentes alternativas para la planificación económica de la campaña de soja 2021/22 que se proyecta como incierta.

El panel fue moderado por Marcelo García, del Centro Corredores de Cereales y miembro de ACSOJA. El escenario posible que tendrá la oleaginosa en el mercado local y mundial lo describió la consultora Lorena D’Angelo, quien consideró que no es fácil aún predecir el comportamiento de los precios.

La especialista resaltó que para el nuevo ciclo sojero hay factores alcistas como bajistas por igual. Entre los alcistas citó el bajo stock de soja de Estados Unidos, la poca oferta de Brasil y las pocas ventas de los productores argentinos, quienes además están manifestando una menor intención de siembra. Entre los argumentos bajistas, dijo que se proyecta un aumento de la cosecha estadounidense; una demanda “tranquila de parte de China y una posible siembra y cosecha récord de Brasil”.

Igualmente apuntó que el nivel actual de precios es bueno, ya que “si bien está 23% por debajo de los niveles máximos de este año, todavía estamos 25% por arriba del año anterior”.

D’Angelo señaló que los mercados van a estar atentos a la definición de la producción en Estados Unidos y a las siembras en Sudamérica. También apuntó que hay incertidumbre sobre la marcha de la economía mundial, pero “se espera que los países se recuperen tras la pandemia”. Las alertas estarían en cómo resuelva el gobierno de Estados Unidos variables como la inflación y la tasa de interés.

En tanto, advirtió que no es seguro que China siga demandando el año que viene los volúmenes que trae desde el año pasado. “Hoy está comprando menos soja a EEUU, pero su demanda siempre le da firmeza a los precios y va a seguir siendo el principal driver de la demanda de poroto”.

Por otro lado, hay para la soja un buen panorama dentro del mercado de los biocombustibles. “El biodiesel tuvo este año la mayor tasa de crecimiento frente al etanol y va a seguir creciendo. Y Biden está promocionando las energías renovables”, proyectó D’Angelo.

Marcelo Comisso, del Matba – Rofex describió las Coberturas riesgo precio. Dijo que el mercado de la soja tiene actualmente un “esquema de extrema volatilidad”, pero en Argentina “hay herramientas para afrontar los riesgos: el país está muy bien posicionado por volumen y tamaño de mercado, a través de la fusión del Matba y Rofex”, mercado que se ubica segundo detrás de Chicago en futuros de soja y tercero (detrás de Chicago y Dalain) en posiciones abiertas.

“Este año, el Matba-Rofex cerrará con 60 mill/tn negociadas, récord absoluto, por las mejoras y el contexto de incertidumbre de precios”.

De cara a la campaña 2021/22, Comisso recomendó a los productores “no comprometer todo el stock, ni fijar el precio por el 100% de la producción”. “En un contexto incierto, una herramienta principal son las opciones y construir un ‘piso’ por si se complican las cosas, asegurándose una rentabilidad, ya que puede haber problemas de oferta y un rally a la suba; pero también correcciones a la baja si no se confirman las expectativas negativas”.

Agregó que “no es una buena prescripción usar las opciones en forma aislada”, recomendó más bien “complementar la venta de un forward, con la compra de un call para hacer un put sintético, que deje un margen para aprovechar los escenarios de mercado cambiantes”.

A la hora de hablar de actualidad de la oferta de crédito de los bancos, Hernán Bush, del Banco Galicia, describió que desde el año pasado se revirtió el esquema de pedido de créditos en dólares y pesos. “Hoy queda 15% en dólares y solo de remanente. Todo se financia en pesos”.

Bush indicó que, desde el año pasado, el financiamiento bancario creció fuertemente y el sector agropecuario se posicionó como uno de los más importantes para su banco. “Representaba el 14% de todo lo que financiaba el banco y pasó al 26%, y en banca mayorista, más de la mitad pasó a ser del agro”.

Sin embargo “este año las tasas de interés han subido y el BCRA ya no autorizó a buscar las tasas pyme reguladas”, por lo que los productores “tienen que negociar a tasas de mercado. Así y todo, viene creciendo fuertemente”, mayormente para compra de insumos y capital de trabajo.

Bush comentó la imparable tendencia al uso de plataformas digitales que están reemplazando rápidamente a las tarjetas rurales. “Sobre esto estamos construyendo nuevas alternativas como agregar seguros y contratos forward”.

Iván Wierbilo, de la corredora de granos LBO, explicó las posibilidades de financiación vía mercado de capitales, sistema que consiste en la compra y venta de deudas a largo plazo o valores respaldados por acciones. “Es un mercado que siempre ofrece mayor volumen y liquidez a tasa mayor”.

Los instrumentos de financiamiento son los cheques o pagarés, aunque estos últimos hoy tienen menos volumen por el control del tipo de cambio. También se puede operar a través de e-check.

Wierbilo aseguró que es un mercado seguro, ya que “todos los activos que se negocian quedan depositados en la Caja de Valores, es lo que le da transparencia a este mercado”. En este mercado interviene un comitente que es quien va a invertir o tomar fondo; la sociedad de garantías recíprocas que es la que presta el aval (“y así bajar el riesgo para el inversor”); las aLyCs (agentes de liquidación y compensación) que responden ante las sociedades de bolsa; la firma a través de la cual el productor va al mercado (como LBO) y la Caja de Valores que es la entidad depositaria de todos los activos y el mercado de capitales en sí.

Finalmente, Gustavo Mina, de SanCor Seguros describió las diferentes ofertas de cobertura de riesgo climático, y advirtió que “el cambio climático está incidiendo año a año por mayor ocurrencia de granizos y sequías”.

Describió que en Argentina el mercado del seguro agropecuario “está estancado” aunque alcanza entre 17 a 21 millones de hectáreas por año, que representan entre 50-55% de la superficie total; mientras que en soja se aseguraron el año pasado 9,1 mill/ha el 54% del área sembrada.

“En el último año, por cada 100 pesos de prima generado se devolvió 57% en indemnizaciones. Si bien hay picos bajos, se da una leve tendencia a la suba en el resultado del negocio”.

La cobertura principal es la de granizo y adicionales (incendio, heladas, viento, planchado, merma de rinde) que se lleva 98% del total. Luego se hace 1,2% de multirriesgo y 0,6% de seguros paramétricos. “Faltan incentivos para desarrollar estas dos”, dijo.

Explicó que los seguros paramétricos son una alternativa de cobertura para proteger la pérdida de producción. Se toma un índice (de rinde, lluvias, temperaturas, imágenes satelitales) para definir si hubo o no pérdida. “Se basa en la tecnología de precisión que permite georeferenciar los campos y se hace un seguimiento virtual. Cuando termina el período, el productor ya sabe si tiene o no acceso a la prima”.

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