El inédito “Especial de Fin de Año” realizado en Claromecó logró trascender a la típica cita de ventas de hacienda. Se trató de un evento social, familiar, comercial y turístico, y que además logró destacadísimos precios. Fue una síntesis perfecta de lo que es Rústicos
Con la mirada vidriosa de la emoción, con el mar de fondo y en la serena tardecita que regaló Claromecó, Sergio Amuchategui aseguró que había sido un remate perfecto. “Así lo soñé, como se dio. Con amigos, con la familia, con alegría y en el medio de la playa. Esto es insuperable”, declaró a cada micrófono que se le acercó.
No se detuvo en destacar los precios obtenidos, que fueron sobresalientes en la mayoría de las categorías de vientres vendidos. Sí, se ocupó de resaltar la calidad de hacienda ofrecida. Porque siempre ese es el objetivo de máxima: presentar genética superadora.
El remate “Especial de Fin de Año” de Rústicos, televisado por Canal Rural para todo el país y hecho desde la playa de Dunamar resultó una perfecta síntesis de lo que es el colectivo ganadero liderado por Amuchategui.
Fue inédito e innovador, ya que no hay registros de otro remate realizado a metros del mar.
Fue una cita social y familiar, porque hubo más de 200 personas en la carpa montada para la ocasión y muchos de los integrantes de Rústicos, pero también de los compradores estuvieron acompañados de sus familias.
Fue un evento turístico, porque en todos los medios televisivos, radiales, gráficos y digitales que se anunció el remate, también se promocionó Claromecó. Además, se alquilaron más de 25 casas para alojar a quienes vinieron de otras localidades y provincias a participar de la subasta, muchos de ellos no conocían las playas del distrito.
Y desde lo comercial, una vez más, marcó la diferencia. Así lo expresó Alfredo Mondino: “Fue un remate excepcional, marcó records en varias categorías. Y sobre todo, hubo una calidad excepcional, diría única, de lo mejor que se puede encontrar”. La presencia del titular de una de las consignatarias líderes del país fue otro punto alto de la fiesta ganadera. “Que haya podido venir mi viejo hizo que también fuera especial el remate”, explicó Roberto Mondino, quien tuvo una gran tarde con el martillo en la mano y con su impronta potenció el evento.
El remate, además, fue la ratificación que Rústicos no sólo es exportador de genética desde la provincia de Buenos Aires al resto del país, sino que ya ha logrado incorporar criadores que a partir de haber sido compradores hoy ya se incorporaron como vendedores. Fue el segundo remate en el que vendió vientres Norberto Molinari, el titular de la prestigiosa cabaña La Maricel, de Arequito Santa Fe; y fue el primero en que lo hizo Hacienda Las Marías, de la provincia de San Luis. “Está demostrado que este es proyecto realmente federal”, dijo con satisfacción Amuchategui.
Voces protagonistas
“Nunca se me hubiera ocurrido hacer un remate desde la playa. Esto fue único. Y salió un rematazo”, dijo Norberto Molinari. “La innovación es uno de los aditivos que tiene Rústicos, y siempre es bueno eso”, aportó María Eugenia Massigoge, la hija del gran Juan Pedro, uno de los cabañeros que está desde la creación de la organización.
“Lo de Claromecó fue un día consagratorio para este proyecto. Hacer un remate en un lugar así, soñado. Lo más importante es que siempre se apuesta y se trata de hacer mejor las cosas”, destacó Sergio Ocampo de cabaña La Edelmira.
“Rústicos te sigue sorprendiendo. Hacer el remate casi en el mar, con una carpa bárbara en el medio de la nada es sorprendente”, indicó Néstor Chiaravalli, asesor de cabaña La India. “Tener un poco de inventiva en una actividad en la que parece que está todo inventado es muy bueno. Y habla de los liderazgos. Este grupo de productores, con todos los matices que tiene, es líder en un montón de aspectos, entre ellos en innovación”, completó el cabañero que forma parte del colectivo desde hace tres años.
“Vivimos una verdadera fiesta de la ganadería. Hubo buen humor, buena comida, un ambiente ameno. Fue una gran idea la que tuvo Sergio de hacerlo en la playa, porque el contexto siempre aporta”, comentó Alfredo Podlesker.
“La venta fue muy ágil, Roberto (Mondino) la rompió, mucha gente interesada, buenos valores. Fue un remate de primera”, agregó el criador tresarroyense.
“Estamos muy contentos con las ventas, por los valores y porque llegamos a distintos puntos del país”, comentó Sergio Ocampo. “A la fiesta se le sumó que se dieron muy buenos valores, todos los remitentes quedaron conformes”, se sumó María Eugenia Massigoge.
El cierre del balance de un remate muy especial lo hizo el martillero. “Muy lindo Claromecó, Sergio siempre tiene buenas ideas, es innovador, pero acá lo relevante es lo que vendimos, la oferta de vientres que hubo era única. Es mercadería que no se encuentra en otro remate del país, por calidad y por cantidad. Y lo logrado es gracias al gran trabajo del equipo de Mondino y de Rústicos”, dijo Roberto.
¿Lo que viene? Imposible saberlo, seguramente más innovaciones. ¿El desafío? Lograr que Rústicos siga siendo mucho más que un remate.