A través de un comunicado Carbap volvió a advertir la preocupante intervención “indirecta” que ocurre en los mercados granarios
A través de un comunicado la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa manifestó nuevamente, como lo viene haciendo desde el año pasado, la preocupante intervención “indirecta” que ocurre en los mercados granarios. La entidad reiteró su rechazo a cualquier forma de intervención en los mercados.
“Denunciamos en Olavarría en el pasado mes de agosto, que desde el Estado Nacional y desde la cadena se han realizado ‘acuerdos tácitos’ de comercialización que impiden la normal puja por los productos y como consecuencia el productor obtiene un menor precio que el que debería recibir finalmente”, indicó la entidad ruralista.
Según Carbap, “este accionar, sumado a la distorsión cambiaria, promueve que los productores estén recibiendo unos 4.263 millones de dólares menos en trigo y unos 9 mil millones de dólares menos en maíz, los cuales no siempre quedan en su totalidad en manos del Estado”.
La entidad presidida por Horacio Salaverri, advirtió que “se vuelve a repetir la historia ocurrida a partir de 2007 desincentivando el cultivo de trigo, a pesar de las expresiones ‘voluntariosas’ del ministro (Julián Domínguez) de estar trabajando en incrementar el área cultivada. La ‘administración con inteligencia de los saldos exportables’ por parte del Estado, permite desde un escritorio, seguir decidiendo discrecionalmente quién gana y quién pierde en la cadena, de acuerdo a su poder de lobby y de ‘persuasión’”.
“Combo letal”
Y agregó: “El combo letal de distorsión cambiaria (dólar oficial a $ 101), más derechos de exportación y fijación de precios de referencia por debajo del valor real, impide darle rentabilidad a un sector que tiene todos sus insumos dolarizados al valor real (dólar insumos $ 189) y con cada vez menos rentabilidad. Los ‘bienes culturales’, al decir del ministro (Julián Domínguez) están en su peor momento”.
Por último, Carbap insta a “rever el accionar político de espaldas al productor, que solo conlleva a perder la credibilidad, retraer la confianza y, por consiguiente, la inversión y la producción. Es sólo cuestión de recordar lo sucedido en 2015, cuando al liberarse las restricciones, las producciones tanto de trigo como de maíz casi se duplicaron. El campo esta para aportar a las soluciones de los problemas de nuestro país, siempre y cuando le dejen expresar su potencial libremente”, finaliza el comunicado.