El inicio de la trilla integrantes de la cadena recomendaron tomar ciertos recaudos para evitar la contaminación de la producción y un eventual rechazo de mercadería. Se estima que se producirán alrededor de 200.000 toneladas de trigo HB4 en distintas regiones del país cuya comercialización está prohibida
Ante el comienzo de la cosecha de trigo, el material transgénico impulsado por la firma Bioceres volvió a ponerse en el centro de la escena. Distintos actores de la cadena instaron a tomar todos los recaudos para evitar una posible contaminación el con trigo HB4 sembrado en distintas regiones del país, y desde la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca emitieron un puñado de recomendaciones para tener en cuenta al momento de la trilla.
“Conociendo la prohibición de la comercialización de trigo transgénico, habida cuenta la preocupación que han exteriorizado los distintos sectores de la cadena comercial, consideramos conveniente mencionar a los agentes de la cadena comercial granaría, que los compradores de trigo, rechazarán eventualmente camiones que den resultado positivo en la existencia de trigo transgénico, generando inconvenientes logísticos y problemas para las partes”, advirtió la entidad bahiense.
Y propuso algunas recomendaciones orientadas a tratar de evitar problemas de contaminación de mercadería, como así también, contar con respaldo para el caso de tener que afrontar alguna situación de contaminación:
- En las tareas de cosecha y transporte de los granos deberán observarse con rigurosidad las condiciones de limpieza y acondicionamiento de la maquinaria (cosechadoras, carritos, chimangos, etc.) y de los camiones y equipos de transporte, sean estos propios o contratados.
- Los lugares de almacenamiento deberán estar previamente limpios y debidamente ventilados. Deberán estar totalmente libres de todo residuo, granos o de mercadería anteriormente almacenada.
- Realizar muestras lacradas o selladas y con las firmas de c/u de las partes intervinientes, con la identificación necesaria del número de CTG.
En tanto, la BCP recordó “la existencia de métodos rápidos de consulta y detección que permiten conocer -en forma previa a la comercialización- la situación de la mercadería; pudiendo recurrir a ese fin a las cámaras arbitrales, entre otros prestadores de servicios”.
Las recomendaciones fueron publicadas en un comunicado al que adhirieron la Asociación de Cooperativas Argentinas, la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca, CARBAP, el Centro de Corredores de Cereales de Bahía Blanca, CIARA-CEC, CRA, FAIM y la Sociedad de Acopiadores de Cereales zona Bahía Blanca.
A nivel local
Consultado respecto a la posición que había tomado el Centro de Acopiadores de Cereales de Tres Arroyos, su gerente Pablo Fuente, indicó que “hemos hablado con nuestros acopios asociados recomendándoles que tomen la precaución de tener absoluta certeza del origen del que provienen los granos que reciben”.
Y agregó: “Si bien sabemos que en esta zona no hay trigo transgénico sembrado, hay lotes hacia el lado de Bahía Blanca, de modo que el peligro siempre está”.
Fuente explicó además que el Centro estudió la posibilidad de comprar el equipo para hacer el análisis y detectar la presencia de semillas transgénicas, pero que la idea fue desechada. “Al no tener nosotros la semilla transgénica disponible, porque al no ser de comercialización es muy difícil de conseguir, no tenemos manera de controlar si equipamiento realmente es efectivo”, comentó el gerente.
La posición de la Federación de Acopiadores
Durante la celebración del 75º aniversario de la Federación de Acopiadores de días pasados, su presidente Fernando Rivara se refirió a la situación de los lotes sembrados con trigo HB4 y ratificó la posición de la entidad que nuclea a los acopios de todo el país de oponerse a la aprobación de los materiales transgénicos.
“Desde el ángulo de la tecnología en general y la biotecnología en forma particular, sostenemos nuestro apoyo total a la actividad. La conjunción de necesidades de la demanda con propuestas tecnológicas del lado de la oferta, dan sostén y sustento al avance y aumento de la producción para satisfacer demandas cada vez mayores. Por lo tanto, no tiene sentido la tecnología sobre productos que no sean demandados”, indicó.
“El esfuerzo por bajar costos y aumentar la producción necesita de una demanda activa que esté dispuesta a comprar más cantidades”, expresó Rivara y aclaró que el rechazo al trigo HB4 se basa en esos argumentos.
“El agravante es que si por cualquier circunstancia no se cumpliera con protocolos muy estrictos de aislamiento total de las 200.000 toneladas de trigo HB4 que se producirían en esta campaña y se generara cualquier filtración y contaminación de los trigos convencionales, los perjuicios económicos serían impensados, pudiendo hasta llegar a considerar a nuestro país como un origen no confiable y derrumbarse la demanda”, detalló.
En este sentido, manifestó la exigencia de contar con un sistema de garantías a cargo de Bioceres, con suficiente capacidad para resarcir al mercado de los perjuicios que pudiera ocasionar cualquier filtración no deseada. A su vez, dijo que lamentan el acompañamiento irrestricto del Gobierno a esta empresa, sin asumir responsabilidades ante los riesgos.