El colectivo ganadero comandado por Sergio Amuchategui tuvo en 2021 una sorprendente consolidación y consagración a nivel país. Con sus cuatro eventos se transformó en el remate más federal y más grande de la raza Angus, comercializó el mayor número de toros PP y vientres seleccionados y obtuvo promedios de otro mercado. Sentó a los criadores tresarroyenses en la mesa de los más importantes y respetados ganaderos de la Argentina
Si hay que hablar de producción, Tres Arroyos es históricamente sinónimo de trigo. Un escalón abajo se ubica la cebada si la mirada se enmarca en las últimas dos décadas; y si nos vamos más lejos en el almanaque y pisamos la década del ’70 hay que hacer mención del girasol para situarlo en un hipotético tercer puesto. ¿Y la vaca? La ganadería siempre acompaña, pero con un papel secundario, con algunas excepciones entre ellas lo logrado por La Verbena de la familia Skou entre los ’70 y los ’80 (un toro Angus fue bicampeón en Palermo) o el prestigio alcanzado por La Segunda, la cabaña de la familia Buus.
Ahora bien, en este 2021 se produjo la consolidación y la consagración a niveles impensados de un proyecto ganadero que obliga a ubicar a la vaca en el mismo escalón del podio que los cultivos al realizar la valoración de lo que se produce en el distrito.
De Rústicos hablamos, el colectivo ganadero cuya base está compuesta por criadores y cabañeros tresarroyenses, quienes comandados por Sergio Amuchategui comenzaron a desandar hace 14 años un camino que en estos 12 meses tuvo un éxito sorprendente y que lo instaló definitivamente como una marca referente de la ganadería argentina.
Desde 2017 hacia acá había sido notable la evolución del proyecto, logrando a partir de la alianza con la firma consignataria cordobesa Alfredo S. Mondino saltar las fronteras regionales para empezar a vender toros y vientres en otras provincias. De todos modos, lo ocurrido en 2021 superó las expectativas de propios y extraños a partir de la realización de cuatro remates importantes en número pero más en calidad y de haber comercializado en total (sumándole las ventas en las subastas televisadas de Mondino) un volumen de 28.500 cabezas.
Un remate en el predio de Palermo (con todo lo que eso significa), otro en las playas de Claromecó (una propuesta inédita), la mayor oferta de toros de pédigree y de vientres de la raza Angus en la Argentina, la subasta más federal (remitentes de cuatro provincias, compradores de siete) y el reconocimiento de los actores más importantes de la ganadería. “Los integrantes de Rústicos son embajadores de nuestra raza”, definió Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus.
“Sin dudas este fue el mejor año de Rústicos. Fue algo fantástico y fue posible por el trabajo de los criadores y por el soporte comercial de todo el equipo de Alfredo S. Mondino. A principios de 2021 era impensado llegar a lograr lo que hemos conseguido”, dice Amuchategui.
Cifras de calidad
Los dichos del mentor de Rústicos están apoyados por los números que tuvo el año para la organización que tiene en el asesoramiento de Juan García una carta clave y decisiva para ir logrando los objetivos. Fueron cuatro los eventos organizados: Rústicos del destete, llevado a cabo en abril en Tres Arroyos; el Premium, realizado en junio en Tandil; el Máxima Selección Genética, concretado en septiembre en el predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina; y el Especial de Fin Año, hecho en Claromecó en noviembre. Los cuatro remates fueron televisados por Canal Rural para toda la Argentina y tuvieron en el martillo a Roberto Mondino.
“Fueron eventos que demandaron mucho trabajo en la organización, en la logística, porque están trabajados como los mejores remates del país, y se pudo premiar el esfuerzo de todos los criadores con resultados que superaron nuestras expectativas”, resume Sergio.
El grupo de 20 criadores y cabañeros (la gran mayoría de la provincia de Buenos Aires -la base es de Tres Arroyos-, pero también de La Pampa, Santa Fe y San Luis) vendieron en las cuatro subastas 151 toros (104 PP y 47 PC), 4660 vientres y 6287 terneros. Si a la oferta se le agregan los terneros y ternaras, novillos, vaquillonas y vacas que los integrantes de Rústicos comercializaron en los remates televisados de Mondino durante el año, el número vendido trepa hasta las 28.500 cabezas, nada menos.
“Este año hemos vendido 104 toros de pédigree, es el remate más grande en esa categoría, e hicimos un promedio de más de 800.000 pesos. Algo impresionante”, asegura Sergio. Y destaca que semejante volumen de reproductores fue adquirido por productores. “Algunos cabañeros han comprado, pero el grueso se lo llevaron criadores que los utilizan en sus rodeos e invierten para mejorar”, agrega.
Al margen del volumen vendido, Amuchategui cuenta que no se puede dejar de ponderar la hacienda presentada. “Uno se acostumbra a estas cifras monstruosas, pero no debe perder de vista que ha sido una oferta extraordinaria. Vender la cantidad de toros de pédigree y de vientres, y en los promedios que lo hicimos indica que estamos ante algo muy significativo”, expresa.
A Sergio le gusta hablar del proyecto, contar cómo van evolucionando cada uno de los integrantes de Rústicos y prefiere no meterse en tema precios, porque entiende que ahí mandan la oferta y la demanda, que son las que arman el mercado. Pero necesita poner un asterisco y hacer una aclaración: “No coincido con los que dicen que en Rústicos se vende caro. No se vende caro, se paga lo que la hacienda que se ofrece vale. Porque no todo vale lo mismo. Acá hay criadores que están poniendo a la venta animales seleccionados de un rodeo de 40 o 50 años, con inversión en toros, en genética, en pasturas… No pasa entonces por el precio, pasa porque son productos que se encuentran poco en el mercado”.
Y completa: “Nadie es tonto para pagar de más por algo que no lo vale. El que invierte en este negocio sabe que después tiene sus frutos, y sabe que está comprando el trabajo de muchos años”.
Derrame genético
Rodeado por un grupo apasionado por la ganadería, más el gran soporte comercial que ofrece la firma Alfredo S. Mondino, para Amuchategui es un orgullo afirmar que a partir de la oferta genética con la que llena el catálogo en cada remate, Rústicos está haciendo un aporte a la ganadería argentina. “El nuestro es el remate federal por excelencia. Más del 50% de la hacienda va a La Pampa, San Luis, Mendoza, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe (el resto queda en Buenos Aires). Y después uno recorre Mendoza y San Luis y ve unos rodeos impresionantes que tienen su origen en vaquillonas para futuras madres que se fueron comprando en Rústicos a través de tantos años”.
Si bien el consignatario asume que hay varias cuestiones para mejorar y que todo el equipo está comprometido en pulir los detalles que están faltando y también en aportar ideas nuevas para que la evolución de Rústicos no pare, la realidad indica que el remate (los cuatro eventos) y la marca es reconocida “por todos los que están en este negocio y está instalado como un proyecto superador”.
“Cuando se vende tanta hacienda es normal que haya reclamos y surjan cosas para corregir. Lo importante es que nosotros estamos al pie del cañón para responder siempre porque entendemos que el pos remate es tan importante como la preparación de las ventas”, explica.
La gran fortaleza del proyecto es que a pesar de que ya pasaron 14 años del inicio, se respeta el formato y la esencia. “Esto es genuino desde el nacimiento, más allá del crecimiento que ha tenido, la base siguen siendo los criadores de Tres Arroyos, con rodeos de muchos años, que eran generales y en base al programa de registros -MAS y PC- fueron mejorando. Entonces, la evolución lleva años, inversión y selección. Y los productores están en pleno desarrollo, cada uno en su etapa”, dice Sergio.
Y la identificación que cada uno de esos productores tiene con Rústicos se palpa en cada remate, en cada día de campo. “Eso tiene que ver con que todos se sientan en la mesa con los mismos derechos. El remate se trabaja para todos igual, es el mismo compromiso con el que tiene 50 vacas como con el que tiene 500. Entonces, los que participan se sienten cuidados y respaldados, porque saben que el trabajo se hace. Después, el resultado es la oferta y la demanda, ahí ya manda el mercado”.
Más allá de destacar que Rústicos no existiría sin los criadores y cabañeros, su apuesta e inversión constante por crecer y mejorar, Amuchategui se define como un agradecido por haber podido armar un equipo de trabajo con personas tan comprometidas y apasionadas como él. “Juan García es uno de los que más sabe de ganadería en el país; Agustín Oxacelay y Julián Bicondoa realizan una enorme tarea en lo que es el armado de cada evento; y Mauricio Bicondoa es otra pieza indispensable en todo lo relacionado con la organización y la logística. La figura acá es el equipo”, asegura.
Para el cierre de la charla y de un año tan exitoso, Amuchategui elige volver a darles las gracias y reconocer la confianza que le han depositado los criadores. “Ellos están dispuestos siempre a ir para adelante y han creído desde el inicio en este proyecto Rústicos”.