La crítica situación se da también en el río Uruguay, según lo advirtió el Instituto Nacional del Agua. Las últimas lluvias registradas en la región “no tuvieron nada que ver con estos ríos”, indicó Juan Borús
El Instituto Nacional del Agua afirmó que el escenario de sequía que afecta seriamente la navegación en la Hidrovía Paraguay Paraná (por la bajante de los ríos) se extendería durante el otoño. De esta manera, la crisis hídrica se aproximaría a cumplir un ciclo de tres años, iniciado en junio de 2019.
El subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA, Juan Borús, señaló también que “la cuenca del río Uruguay está en una condición realmente crítica”, detallando que en enero se alcanzó a la altura de Paso de los Libres el caudal más bajo de la historia.
“Desde fines de noviembre advertimos que íbamos a tener un final de primavera y un verano sin sorpresas. Eso significaba una mala noticia y lamentablemente se va confirmando”.
Borús precisó que las lluvias que actualmente se registran en la alta cuenca de los ríos Paranaíba y Grande, formadores del Paraná, “de ninguna manera” aumentarán el caudal entrante en el territorio argentino.
Las lluvias que se registraron en las últimas semanas “no tienen nada que ver con estos ríos, no han mejorado para nada la situación. Ni el pronóstico meteorológico, ni la tendencia climática en general, que actualmente se extrapoló hasta el 30 de abril, indican la probabilidad medianamente significativa de tener una mejora”, dijo Borús al portal Ser Industria.

El especialista enfatizó que “está todo en niveles muy inferiores, al límite de aguas bajas y obviamente condicionando fuertemente el calado de los buques y la operatoria portuaria. No tenemos muchas razones para ser optimistas. Cada mes se hace una actualización de la tendencia climática, pero se hacen ajustes permanentemente, semana a semana y muchas veces dentro de una misma semana, para ir analizando la evolución de los forzantes climáticos regionales”.
“No encontramos razones para pensar que algo esté cambiando o mejorando. Ni siquiera las lluvias que se dieron semanas atrás sobre Santa Fe, Entre Ríos, la llanura pampeana, la República Oriental del Uruguay”.
Borús describió que esas lluvias responden a un escenario de corto plazo que fue beneficioso para la zona más productiva agrícola argentina, pero en términos de nivel fluvial del río Paraná, tuvieron escaso o nulo efecto.
Mínima participación del Gran Rosario
La participación de los puertos del Gran Rosario en los embarques de granos, aceites y subproductos argentinos cayó en 2021 a su menor porcentaje en casi un cuarto de siglo por la peor bajante del Río Paraná en más de 50 años, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Se estiman embarques de granos, aceites y subproductos desde las terminales que se encuentran entre Arroyo Seco al sur y Timbúes al norte por un total de 69,8 millones de toneladas, unas 225.000 toneladas menos que el año anterior, según información preliminar oficial y estimaciones de la entidad.
En volumen, dicho tonelaje resulta el más bajo desde la sequía de 2018, pero, como porcentaje del total, ya que cuatro años atrás todos los nodos portuarios argentinos vieron resentir sus cargas por el mismo motivo.

En cambio, este año la caída de los embarques desde el Gran Rosario coincide con un incremento en las toneladas totales de granos, aceites y subproductos despachadas desde la Argentina hacia el exterior, 93,9 millones de toneladas, 5% más que en 2020.
Así, la participación del Gran Rosario en los despachos totales cayó de 78% en 2020 a 74% en 2021, el menor registro desde 1998, cuando los muelles al norte y al sur de Rosario cargaban menos de 30 millones de toneladas en el año.
En cambio, el share de las terminales oceánicas de Bahía Blanca en los embarques totales alcanzó un récord histórico de 14%, tres puntos porcentuales por encima del año anterior, al embarcarse más de 13 millones de toneladas de granos y subproductos en 2021, el mayor tonelaje en su historia.
Se destacan también el incremento interanual de los embarques desde las terminales que se ubican sobre el Río Paraná, pero más cerca de su desembocadura en el Río de la Plata, como Zárate/Guazú (47% respecto al año anterior, con 1,7 millones de toneladas) y Ramallo (77% con relación al 2020, despachando 1,2 millones).
Para 2022, según la BCR, el panorama no es alentador: “Las proyecciones continúan siendo desfavorables para enero y febrero; y, de no quebrar esta tendencia, el tonelaje cargado en los buques podría continuar resintiéndose, impactando en pérdidas millonarias para la exportación de productos agroindustriales argentinos”, advirtió la entidad.
*Con información de Noticias AgroPecuarias