Los granos no tienen la culpa del aumento de precios

Un informe de FADA revela que en la conformación del valor del pan, la leche y la carne, uno de cada cuatro pesos son impuestos. Además, se indica que el maíz representa sólo el 11% del precio final de la carne vacuna y 6% en leche; el trigo aporta el 13% del costo del pan

 

“¿Los granos tienen la ‘culpa’? No, según los resultados de este informe, es un mito a derribar. El maíz representa sólo el 16% del precio final de la carne de cerdo, 23% en carne aviar, 11% en carne vacuna y 6% en leche. El trigo aporta el 13% del precio del pan”, indica la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) entre sus conclusiones de su estudio semestral de “Composición de precios” que registra lo que pasa con los precios desde el campo a la góndola.

“En el caso del pan, el precio se multiplica 7 veces y media desde el trigo al pan que compramos. En la leche, el número se triplica. En la carne, más del 60% son costos y 28% impuestos”, explica Natalia Ariño, Economista de FADA.

“En el último tiempo, por la guerra Rusia-Ucrania se dio un aumento de granos y erróneamente se desvía la discusión de la inflación hacia ese lado: se asocia el aumento de precios de alimentos a la suba de precios del maíz o trigo, pero esta relación no es la que determina lo que salen los productos. Este estudio demuestra que el impacto es mucho menor al que se cree”, aclara Ariño.

Entre febrero y la primera semana de abril, el precio del trigo aumentó un 30% y maíz un 10%. “Teniendo en cuenta cómo influye el grano en los alimentos, el precio que paga el consumidor por el pan francés, no debería aumentar más del 4% por ‘culpa’ del trigo o, en el caso del maíz, no debería aumentar más del 1,6% la carne porcina, o el 2,3% la carne aviar, 0,6% la leche y 1,1% la carne bovina. Con esta información se cae el mito de que el precio lo pone el productor”, detalla Nicolle Pisani Claro, economista de FADA.

“Por este motivo, restringir las exportaciones de carne, trigo o maíz, crear un fideicomiso de trigo o subir los derechos de exportación a los granos, son medidas que de ninguna manera reducen la inflación, sólo generan nuevas trabas y menores incentivos a producir. En el largo plazo, lo único que asegura que la carne, la leche o el pan sean baratos es más producción. Que haya más oferta es la única forma genuina para que un producto sea barato. Por este motivo, lo que en realidad hay que hacer es incentivar la producción, abriendo mercados, generando previsibilidad, bajando la carga tributaria. Y en el proceso se genera lo que realmente necesitamos: más trabajo y más dólares”, explica David Miazzo, Economista Jefe de FADA.

Una mochila muy pesada

Los resultados del estudio de FADA, muestran un alto impacto de los impuestos en la composición del precio final.

De lo que pagamos por la carne, leche y pan, 1 de cada 4 pesos son impuestos. Es decir, los impuestos son un cuarto del precio final que pagamos los consumidores.

“En la carne de vaca el 28% del precio final son los impuestos de la cadena. En el pan francés la carga tributaria llega al 23%. El sachet de leche entera tiene una mochila impositiva del 26% de lo que pagan los consumidores. En los tres productos analizados es posible ver que tres de cada 4 pesos de impuestos corresponden a tributos nacionales, en algunos productos incluso más”, se indica en el trabajo.

“En momentos donde la inflación se acelera se tiende a discutir los precios, la cadena y los costos, pero en realidad el problema no es de un precio en particular sino del peso en sí mismo, nuestra moneda pierde valor de compra, el problema es mucho más amplio”.

Desde el equipo económico de FADA definen tres puntos para explicarlo: “Primero que tenemos un profundo déficit fiscal, segundo que esto se financia emitiendo pesos y como tercero se suma la falta de confianza, esta situación se traduce en pesos que cada vez valen menos: eso es la inflación”.

Una radiografía de los precios

  • Leche

El trabajo arroja que, en el precio del sachet de leche entera, el tambo representa el 35%, la industria el 32%, el comercio 7% e impuestos el 26%. “Para decirlo de otra forma, en promedio el sachet tuvo un precio de $106,5, de los cuales $28 son impuestos”, explica Ariño.  El maíz constituye el 18% del precio de la leche cruda (tambo) y el 6% del sachet.

También podemos ver la composición de los precios según los costos de producción, los impuestos y el resultado. En el caso de la leche se detalla que el 86% son costos de producción, 26% impuestos y -12% pérdida de la cadena. De los impuestos que paga la cadena, 78% son nacionales, 18% provinciales y 4% municipales. El IVA representa el 67% de todos los impuestos.

  • Pan

Del total que paga el consumidor por kilo de pan francés. El trigo representa el 13%, el molino el 4%, la panadería el 60% y los impuestos el 23%. Del campo a nuestra mesa el precio del trigo se multiplica por 7,5. “Para decirlo de otra forma, el consumidor pagó en promedio $202,5 el kilo de pan, de los cuales $47 corresponden a la carga tributaria”, afirma la economista.

Si se analiza cómo está compuesto ese importe, en el trabajo se detalla que el 63% son costos, el 23% impuestos y el 14% ganancias. De los impuestos que paga la cadena, el 77% son nacionales, 20% provinciales y 3% municipales. Impuesto a las ganancias e IVA concentran el 70% de los impuestos pagados por la cadena.

El salto que se da en la panadería se debe a que en ese eslabón se combinan dos procesos: producción y comercialización. Tiene un uso intensivo de mano de obra, costos de servicios y costos de alquiler. Adicionalmente, las escalas de producción a lo largo de las cadenas son distintas, mientras el trigo y harina se realizan a gran escala, en la panadería se da de una forma más artesanal, por lo que los costos unitarios son mayores.

“A lo largo de toda la cadena la mano de obra representa el 34% del precio final, acumulado en gran parte en el sector panadero. Por cada kilo de pan que un consumidor compra, paga $70 de salarios, $47 de impuestos y sólo $26 de trigo”, explican desde FADA.

  • Carne

Se registra que en el precio promedio de la carne la cría representa el 28%, el feedlot 29%, frigorífico 5%, carnicería el 10% y los impuestos el 28%. El maíz representa 11% del precio del kilo de carne al mostrador.

La carga impositiva representa el 28% del precio, el 60% son costos de la cadena y 11% ganancias. De esos impuestos, el 75% son nacionales, 19% provinciales y el 6% municipales. El impuesto a las ganancias y el IVA, son los de mayor participación, que en conjunto representan el 65% de los impuestos totales.

Para comprender como se va componiendo el precio, este trabajo tiene en cuenta todos los costos, impuestos y resultados que se obtienen en cada eslabón. Por ejemplo, en el caso de la leche se considera desde el costo de la tierra del campo, de estructura, alimentación, sanidad animal, personal, etc. En la industria, la materia prima, logística, personal, gastos comerciales, transporte y en el comercio, también se incluyen sus propios costos operativos.

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