Según relevamientos de la Rem de Aapresid, el complejo de Chinches ocupó el segundo lugar en importancia como plaga del cultivo de soja en 2020/21. Todo lo que hay que saber para su monitoreo y control
Durante el desarrollo del cultivo de soja una de las plagas de mayor significancia económica son las comúnmente llamadas chinches. En nuestro país hay principalmente cuatro especies que ocasionan los mayores daños a este cultivo durante la parte final del ciclo: Nezara viridula (chinche verde), Piezodorus guildinii (chinche de la alfalfa), Dichelops furcatus (chinche de los cuernitos) y Edessa meditaunda (alquiche chico). Es común la utilización del término “complejo de chinches” para agrupar estas especies.
En la encuesta anual que Rem realiza a Socios de Aapresid, el complejo de Chinches en la campaña 2020/21 ocupó el segundo lugar en importancia como plaga del cultivo de soja con el 20%, secundando a oruga bolillera (37%), a quién recordamos como la “vedette” de esa campaña. En el análisis correspondiente a cada nodo, el complejo de chinches toma relevancia para el oeste donde fue considerada la plaga principal con el 27% de los casos para dicha campaña.
Otro de los informes que habitualmente genera el programa son los mapas de presencia y necesidad de tratamientos de las distintas adversidades. Para este grupo de insectos en soja la presencia es casi total en todo el territorio argentino, y es notoria la necesidad de tratamientos desde el centro de Buenos Aires hacia el norte del país.
¿Por qué es importante manejar las chinches?
Indudablemente por el daño que ocasionan. Estos comienzan en los estadios reproductivos del cultivo, cuando se alimentan de las vainas y granos en desarrollo, afectando directamente el rendimiento en cantidad, peso y calidad de grano, más aún si el destino de la producción es semilla. Los daños se ocasionan succionando el contenido celular de los tejidos vegetales por medio de su aparato bucal picador suctor, segregando enzimas tóxicas que ayudan a licuarlos para facilitar su deglución.
El período de mayor sensibilidad frente a estos insectos es el que transcurre desde el inicio de formación de vainas (R3) hasta el inicio de llenado de grano (R5), donde los daños suelen ser más severos.
Las principales consecuencias ocasionados son:
– Detención del desarrollo del grano
– Aborto de vainas pequeñas
– Deformación y decoloración del grano
– Modificación en la cantidad de hidratos de carbono y lípidos de las semillas
– Retraso de la maduración de la planta (retención foliar por la abscisión de frutos)
– Facilitación del ingreso de patógenos generadores de enfermedades (bacteriosis y hongos)
Dentro del complejo, ¿todas las chinches son iguales?
Para el cultivo de soja, P. guildinii posee mayor potencial de daño que las otras tres especies que integran el complejo, mientras que D. furcatus podría considerarse la especie menos dañina. La chinche de la alfalfa produce el doble de daño por individuo que la chinche verde y al menos 8 veces más respecto de la chinche de los cuernos. Es por esto que resulta sumamente importante la correcta identificación y diferenciación de los individuos presentes en un lote.
Otra característica de esta plaga es que posee la capacidad de producir altos daños a bajas densidades, es por ello fundamental cuantificar la presencia de individuos mediante el monitoreo con el uso del paño vertical. Lo aconsejable es NO realizarlo en los momentos de mayor temperatura, ya que las chinches se refugian y se obtiene menor número de caídas en el paño. Lo mismo ocurre los días con viento fuerte.
Otro de los consejos, debido a la forma de migración de estas especies, es comenzar el muestreo por las borduras de los lotes. Se contabilizan adultos y ninfas de estadios superiores (mayores a 0,5 cm de largo).
Para dilucidar el interrogante de decisión de aplicación es que se utiliza el Umbral de Daño Económico (UDE), aclarando que este valor lejos de ser estático es variable en el tiempo, ya que debe considerar factores de importancia en la ecuación como el precio de la soja, activo a usar y costo del mismo.
A continuación una tabla de umbrales confeccionadas por investigadores del INTA que sirven como guía para establecer el umbral del sistema:
Manejo y control de la plaga
Existen diversos insecticidas registrados para el control específico de chinches, todos ellos afectan al sistema nervioso y muscular del insecto y se ubican dentro de los siguientes grupos químicos: 1A Carbamatos, 1B Organofosforados, 3A Piretroides y Piretrinas, 4A neonicotinoides y 4C Sulfoximidas.
El uso de mezclas de activos principalmente neonicotinoides +piretroides, son las más difundidas, otorgando cada grupo características diferenciales. Los piretroides dan poder de volteo actuando principalmente sobre adultos y los neonicotinoides ofrecen residualidad trabajando principalmente sobre las ninfas o individuos por eclosionar.
Para una correcta aplicación en este tipo de plaga, debe procurarse la aplicación de gotas finas con el propósito de alcanzar al tercio medio o inferior, que es en donde mayormente están los individuos. Pero este tamaño de gota es a su vez más propenso a evaporarse y provocar deriva. Por tanto, debe tenerse especial cuidado en la calidad de aplicación y en el uso, cuando sea necesario, el de coadyuvantes que protejan dichas gotas.
No debemos dejar de destacar que un aliado especial para esta plaga es el control biológico, provisto por parasitoides y predadores que pueden reducir notablemente la población dependiendo de las características del año. Este control se da de forma espontánea y permanente.