La cabaña de Gonzales Chaves realizará este viernes su 14º remate anual, que será el décimo en instalaciones de la Sociedad Rural –será también vía streaming-, con una oferta de 60 toros PC, la mayoría aptos para vaquillonas, y 170 terneras sin servicio
Hace 15 años, la familia Castro Madero aceptó la propuesta de Monasterio de concentrar la venta de su torada. La clientela venía creciendo y la conformidad que cada productor tenía a partir de la compra de la genética de La Escondida generaba las condiciones para una evolución comercial. Un año después, la cabaña de Gonzales Chaves realizaba su primera subasta en sus instalaciones.
El resultado de las ventas fue cada vez mejor e hizo que cuatro años después dieran otro paso más y mudaron el remate a la pista de la Sociedad Rural de Tres Arroyos. El cambio potenció el crecimiento de la cabaña y logró ganarse una fecha en el calendario de ventas. Este viernes, a partir de las 14.30 y previo almuerzo, la genética de La Escondida vuelve a salir a la pista tresarroyense, y será la décima venta en la Rural y la 14ª desde que comenzaron a dar remates.
“Arrancamos vendiendo en Chaves y cuando vimos que había posibilidades de entrar a Tres Arroyos fue un sueño para nosotros, porque la feria de la Rural es muy linda y se arma algo realmente bueno. Además yo vivo acá, conozco a mucha gente y es especial hacer la venta en Tres Arroyos”, explicó Jorge (h) Castro Madero sobre la importancia que tiene para La Escondida este décimo remate en el predio del cruce de las rutas 3 y 228.
“Las expectativas son buenas, hemos tenido muchos llamados, muchas consultas y visitas, así que somos optimistas. Nosotros hacemos una genética que es especial para vaquillonas. Tenemos algunos toros muy destacados para vaquillonas de 15 meses, que desde ya es una técnica -y la mitad la tiene la vaca y la otra mitad el toro-, pero nosotros nos especializamos en este tipo de genética y hemos tenido muy buenos resultados. Por eso nuestros clientes nos vienen a buscar”, comentó.
La venta será presencial y también vía streaming, en este sentido hay que recordar que La Escondida nunca dejó de hacer el remate físico. Aún en plena pandemia, cuidando todos los protocolos sanitarios, la cabaña vendió en la pista. “Nuestra clientela es muy regional y está acostumbrada a ver el animal en vivo. Por eso, si bien sumamos el streaming, nuestro fuerte es lo presencial”, contó Jorge.
La mayoría de los clientes de la cabaña son de Tres Arroyos, Chaves, Orense y Benito Juárez, pero también tienen compradores en Daireaux, Bolívar y Saladillo. Y describió: “El nuestro es un producto muy rústico, de engorde muy fácil. Nosotros los criamos a campo y en los últimos tres meses les damos alimento balanceado. Además, engordan fácil y son muy sanos”.
En esta oportunidad, La Escondida sacará a venta 60 toros PC y 170 terneras sin servicio. Además, habrá vientres de cabañas invitadas. La organización, como siempre, está a cargo de la firma Monasterio Tattersall.
En cuanto a los plazos, Jorge explicó que serán 30, 60 y 90 días, y estará la posibilidad de las tarjetas rurales.
Por último, Jorge destacó que “el productor o criador que compra un toro en La Escondida tiene que saber que si por algún motivo el animal tiene un problema, nos llama y se los solucionamos, se lo cambiamos o nos ponemos a su disposición para resolverlo según más le convenga”. Y aclaró, “en estos 14 años casi no tuvimos reclamos. En cambio sí tuvimos muchísimos que han vuelto a comprar. Y el que vuelve es porque nuestra genética le dio resultado”.