La media res se acerca a su fecha de vencimiento

A partir del 1° de noviembre, la carne vacuna no se distribuirá más en el tradicional corte de media res, será en cuartos. El precio de la carne debería bajar. El régimen beneficiará al consumidor

 

Con la entrada en vigencia del cuarteo de la carne vacuna, dejara de entregarse en las carnicerías como media res y será en cuartos de 32 kilos, promedio. En ese sentido los exportadores ratificaron una vez más el apoyo a la mediada que regirá a partir del 1 de noviembre. En otras palabras, las carnicerías, a partir desea fecha, recibirán sólo cuartos de 32 kilos.

“Para nosotros es muy importante comenzar con el troceo y nos entusiasma, que somos el sector de la industrias frigorífica que genera trabajo formal, tiene inversión y apunta  a la transparencia”, explicó Mario Ravetino, presidente del consorcio exportador de carnes ABC.

Ravetino hizo etas afirmaciones en una reunión de prensa a la que accedió Noticias Agropecuarias y añadió que la implementación del cuarteo: “No traerá ninguna consecuencia y el primer beneficiado es el consumidor, luego el operario de la industria frigorífica y los distintos eslabones de la cadena”.

Pero agregó que quienes trabajan en la informalidad “probablemente lo van a padecer porque el sistema apunta a transparentar la cadena de la carne”.

Sin embargo, los matarifes y abastecedores presentaron una carta en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social y en la Secretaría de Agricultura de la Nación, para solicitar la derogación de la medida.

“Vamos a seguir igual, pero en lugar de la media res vamos a tener cuartos, dos cuartos y un parrillero, es un primer paso para luego llegar a la venta de cortes al consumidor”, detalló Ravetino.

El ejecutivo recordó que en la región los únicos países que mantienen el sistema de  media res son Argentina y Paraguay, mientras que la mayoría de los países comercializan la carne en cortes: “Tenemos que tratar de insertarnos en ese mundo si queremos ser un proveedor confiable, si queremos negociar un convenio multilateral o bilateral, nos va a poner barreras”, detalló.

El titular del consorcio ABC explicó que a partir de la entrada en vigor de la Resolución, las carnicerías recibirán los productos que más venden y de esa forma evitarán pérdidas, porque el carnicero para integrar la media res tiene que bajar el precio de los cortes caros, porque si no, no los vende en los barrios de bajo poder adquisitivo, y para poder pagar esa media res tiene que aumentar el precio de los populares.

“De ese modo se perjudica al consumidor de los barrios más humildes porque tiene que pagar más caro el asado o la pulpa, porque el carnicero baja el precio del bife, el lomo o el cuadril”, detalló el directivo.

El impacto positivo se podrá ver, según estimaron desde ABC, en el precio final que pagarán los clientes, al no tener que trasladar los costos de los cortes que no se venden a los que sí, para evitar pérdidas.

“Es un primer paso hacia la venta de carne por cortes como sucede, por ejemplo, en los supermercados”, remarcó Ravettino.

En la actualidad, las carnicerías le compran a los frigoríficos medias reses. Con el cuarteo, pasarían a comprarles cuartos delanteros, traseros y/o costillares, de acuerdo a la demanda de sus clientes.

Esto les permitirá a los puntos de venta tener en stock las carnes que sus clientes más les compran.

Es un beneficio tanto para los consumidores, como para las carnicerías, ya que se evitan desperdicios y mejora el abastecimiento. Esto tendrá un impacto positivo en el precio final al no tener que trasladar los costos de los cortes que no se venden a los que sí, para evitar pérdidas.

Carnicerías y supermercados

De acuerdo con  la presentación del Consorcio ABC, el sistema de media res castiga a los consumidores orientados a los cortes populares, o de menor precio, cargándole un precio relativamente superior al que ofrecen los supermercados bajo el sistema de distribución por cortes.

“La media res es ineficiente como sistema de distribución y también es regresiva en términos de la distribución del ingreso”.

“Un consumidor en una carnicería podría ahorrar $226/kg si compra peceto; pero pagaría $160 más por kilogramo la carnaza común. Un corte de $1.700/kg se subsidia en $236 mientras que un corte de consumo popular de $800 sufre un recargo de $160”.

La transformación de algunos cortes en carne molida genera pérdidas potenciales de poder de compra: transformar bola de lomo o cuadrada en picada especial implica una pérdida de captación de valor de $300 por kilogramo, que impactan en una pérdida potencial de $10 en el poder de compra sobre el animal, generando perjuicios al productor.

Noticias Agropecuarias

 

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