Nutrición de precisión, la nueva apuesta de la familia Camio

Consolidados en el negocio de la fabricación de alimento balanceado con su marca Los Corrales, sumaron una nueva línea productiva a partir de un convenio con Raciones Argentinas y están elaborando suplementos minerales, concentrados y núcleos proteicos para cubrir todo el espectro de la producción animal. Un paso más de una empresa agropecuaria familiar de Benito Juárez que decidió agregarle valor a los granos y a la hacienda y se transformó en una exitosa firma multinegocios

 

Al escuchar a los hermanos Juan y Miguel Camio hablar con pasión y serenidad del nuevo proyecto que la empresa que lideran comenzará a hacer realidad a partir de ahora se impone, urgente, una pregunta:

– ¿Cómo se toma la decisión de invertir y lanzar una nueva unidad de negocio en esta Argentina de hoy?

– El momento a veces asusta, es cierto, pero nos hemos fortalecido con la nueva generación, ya que dos de nuestros hijos están trabajando y muy comprometidos con la empresa, que sumado al excelente equipo de trabajo que tenemos hace que sigamos apostando. Hay mucho para hacer en la producción animal y nuestra firma cuenta con las fortalezas para seguir avanzando.

Evolución

Hace algunos meses la empresa formalizó un convenio con Raciones Argentinas, una marca radicada en Pilar, en la zona norte del conurbano bonaerense, dedicada a la elaboración de suplementos minerales, núcleos proteicos y correctores para la nutrición animal. El objetivo: incorporar esa nueva línea de producción a Los Corrales, la planta de alimentos balanceados que la empresa tiene en Benito Juárez y sumar la elaboración, la comercialización y la distribución estos nuevos productos para cubrir todo el espectro de la producción de carne y leche.

“Raciones Argentinas tiene más de 20 años en el mercado y desde su planta de Pilar distribuía para todo el país. Eran nuestros proveedores de núcleos proteicos, y debido a la gran relación que teníamos con su titular, Graciela Fazzio, realizamos este convenio”, explica Juan Camio.

Desde este mes, entonces, los productos de Raciones Argentinas se elaboran en Benito Juárez y se comercializan y distribuyen con la logística de los Camio, un sistema que tienen más que aceitado a partir de la experiencia y trayectoria que ya acumulan con Los Corrales.

Miguel, Juan Tomás, Constanza y Juan Camio. Una familia que desde Benito Juárez apostó al agregado de valor y a partir de su explotación agropecuaria se transformó en una empresa multiservicio

“Este es un paso más que damos, hemos logrado un convenio con esta marca y durante un tiempo vamos a estar trabajando juntos, y todo se hará desde Benito Juárez”, indica Miguel. “Raciones Argentinas nos diferencia, vamos a estar fabricando correctores minerales, núcleos proteicos, suplementos, sales, todo lo que tiene que ver con nutrición. Se trata de un mercado más amplio, que tiene un desarrollo importante en otras provincias también”, completa Juan.

Además de abastecer en forma directa a productores dedicados a la producción de carne (criadores, recriadores, engordadores) y leche, también serán proveedores de otras fábricas de alimentos balanceados. De modo que el abanico es grande y el territorio a cubrir también.

“Apuntamos fuertemente a la provincia de Buenos Aires y también sostener y crecer con los clientes de Raciones Argentinas, que hay en Entre Ríos, Corrientes, Córdoba y Santa Fe”, dice Juan.

Los Corrales cuenta con una amplia red de distribución en el territorio bonaerense con centros en Azul, Olavarría, Ayacucho, Maipú, Coronel Vidal, Balcarce, Necochea, y con la incorporación de Raciones Argentinas se expandirá hacia las provincias de la franja central del país. “Hasta hoy hacemos todo con nuestra propia logística y apostamos a continuar así”, dice Miguel.

“El equipo actual de Raciones Argentina va a seguir trabajando junto al de Los Corrales, sosteniendo los mismos niveles de calidad y atención de los clientes tal viene ocurriendo hasta ahora”, destaca Juan.

Una de las claves y de las mayores fortalezas de este nuevo proyecto de los Camio tiene que ver con que las dos marcas se complementan. “Nos da la posibilidad de tener todas las alternativas que necesitan en cuanto a nutrición o a corrección mineral los rodeos de bovinos de carne y de leche”, explica Miguel.

Sangre nueva

La incorporación de Constanza y de Juan Tomás a la empresa en los últimos años es otra etapa clave de la evolución de la firma que comandan los hermanos Juan -padre de ella- y Miguel -papá de él-. El aporte de la nueva generación es determinante para mirar con optimismo el futuro pese a un contexto tan hostil.

“Esto es una emprendimiento familiar, y el empuje y el compromiso de ellos es una gran noticia para nosotros”, cuenta Juan con satisfacción.

Constanza y Juan Tomás forman parte de la tercera generación de la familia y tienen por delante la misma misión que tuvieron sus padres: ir adaptándose a las diferentes realidades e innovaciones para que la empresa progrese. Al repasar la historia reciente de los Camio, queda claro que eso fue lo que hicieron Juan y Miguel.

Ellos fueron los que se animaron a avanzar en la cadena y decidieron agregarle valor a los granos y a la hacienda que producían en su campo. En 2006 adquirieron una vieja planta de silos y un año después comenzaron a fabricar alimento balanceado y concentrados proteicos para su rodeo y también para clientes de la región.

Y la planta empujó a que decidieran incursionar en la cría de cerdos: hoy bajo un sistema semi-intensivo producen capones que vuelcan a la venta en el mismo supermercado que la carne vacuna. Luego incorporaron una nueva unidad de negocios, un feed lot en el que producen carne para la cuota 481 para la Comunidad Económica Europea.

A esa altura ya tenían consolidado el canal comercial de su producción ganadera, porque que eran los únicos proveedores del supermercado Acuario de Benito Juárez. Eso era un síntoma también que tenían capacidad para tomar buenas decisiones tranqueras afuera. Entonces no fue tan traumático dar otro paso más para fortalecer la empresa y seguir creciendo.

Insumos granarios

La agricultura está pensada para volcarla a la ganadería propia y como insumo de la fábrica de alimento balanceado. Siembran mucho maíz, cebada -que hay años la destinan para la fábrica y otros a la exportación-, trigo, que se lo venden al molino y les devuelve afrechillo; soja, que se la entregan a la fábrica de aceite y reciben harina de soja o expeler de girasol.

“Trabajamos con equipos propios de siembra, pulverizaciones y cosecha y realizamos una agricultura en siembra directa y por ambientes, rotando con las superficies ganaderas destinadas a la recría”, indica Juan.

Un verdadero círculo virtuoso logrado por la empresa que durante el año 2016 amplió su planta con una inversión superior al millón de dólares para duplicar la producción, y que a mediados de 2020 inauguró un laboratorio en la fábrica para para realizar todos los análisis de materia prima y de productos terminados de Los Corrales. “Buscamos estandarizar los análisis y un sistema para monitorear carga a carga la calidad. Porque nuestro desafío es siempre trabajar con muy buena calidad”, explican los Camio que en la actualidad tienen 40 colaboradores en las distintas áreas de la empresa.

Agregando más valor

Cada propuesta y cada movimiento productivo que realizan conllevan agregado de valor. Porque también le sacan provecho al conocimiento adquirido y lo vuelcan al medio para potenciar su negocio. “Nosotros vendemos ese conocimiento en forma de asesoramiento a nuestros clientes. Se trata de un punto fuerte, porque como también somos productores y técnicos, nos hemos focalizado en ese servicio, en todo lo relacionado con la alimentación animal”, cuenta Juan.

“En la planta hemos buscado diferenciarnos por calidad y servicio. Tratamos de saber cómo es el sistema de alimentación antes de vender un producto, asesoramos a campo, tenemos un destacado nutricionista que hace las dietas, además de trabajar con productos de muy buena calidad”, agrega.

Entonces aparece en escena otra pata fuerte en la que se ha apoyado la evolución de Los Corrales: el equipo técnico. Con las figuras de los ingenieros Darío Colombatto, en producción de carne; y de Alejandro Palladino, en producción de leche; y el anexo de consultores técnicos regionales, la empresa logra trabajar codo a codo con los productores ofreciéndoles servicios y soluciones para encontrar una nutrición a medida.

“Es primordial la consulta técnica, y si es necesario vamos hasta el campo. Detrás de cada venta hay todo un apoyo técnico fuerte, tanto para Los Corrales como para Raciones Argentinas”, destaca Juan.

Como siempre para la familia Camio hay un desafío por encarar, desde hace un tiempo están trabajando en el desarrollo de una línea de productos para ganadería regenerativa. “Una de nuestras premisas es procurar el mínimo impacto ambiental, y estamos abocados a  aumentar la producción, pero de manera sostenible y basada en el cuidado del medio ambiente”, afirman casi a dúo los Camio.

Entonces, como ya se hizo costumbre, seguramente en breve volverán a ser noticia por la salida al mercado con un producto nuevo.

Compartí esta noticia en: