Las anunciadas lluvias de ayer pasaron y aportaron poco y nada al complicado presente hídrico de trigos y cebadas. Para colmo, no hay previsiones de nuevas precipitaciones en el corto plazo y se profundiza la caída del potencial de rendimiento
“Un rocío apenas. No sirve de nada”. Así definió un productor que tiene cebada y trigo sembrados en el límite del partido con Coronel Pringles en lo que se terminó convirtiendo en muchos sectores de la región las esperadas anunciadas lluvias de ayer. En el mejor de los casos, el golpe de agua llegó a ser de entre 10 y 12 milímetros, pero en general rondó los 5 milímetros. Poco, poquísimo para el estrés que vienen soportando los cultivos producto de la falta de lluvias importantes desde fines del otoño.
Ya es un hecho, en la zona la fina tiró el achique y salvo alguna excepción, los rindes potenciales de cebadas y trigos han sufrido una merma producto de la falta de agua. “La situación es muy complicada. Esta semana vi que se han desmejorado muchísimo ya los cultivos porque tanto los trigos como las cebadas sembradas temprano o en fechas intermedias, ya están comenzando a espigar o sumando hoja bandera con muy escaso desarrollo de planta y con muchos macollos que han quedado en el camino”, advirtió el ingeniero Matías Fik.
Replicando lo que ocurre a nivel país, en esta región la situación se está tornando crítica tanto para el trigo como para la cebada. Si bien por estar los cultivos más atrasados que en la franja central y el norte, hoy presentan una mejor condición hídrica, pero ya está decretada la merma de rinde. Y se necesita de manera urgente una lluvia importante para que no sigan perdiendo potencial.
Por eso las expectativas estaban puestas en la lluvia de ayer que proyectaban los pronósticos. Pero la tormenta pasó y en el mejor de los casos descargó entre 10 y 12 milímetros (Oriente y Cascallares), para la mayoría de las zonas la precipitación dejó entre 5 y 8 milímetros, pero también hubo muchos campos que apenas recibieron 2 milímetros.
Teniendo en cuenta que gran parte de los campos de la región no tienen reservas, los cultivos están necesitando hoy unos 50 milímetros para pensar en una cierta recuperación de los cultivos. Es decir, que lo de ayer para algunos lotes ha sido apenas un respiro como para seguir esperando la lluvia abundante.
“Si bien cada situación es particular y depende del tipo de lote, la calidad de suelo que tenga y las lluvias que hayan recibido, porque en algunos lugares han tenido un golpecito de agua más que en otro durante el ciclo y esos milímetros hacen la diferencia, en general en toda la región los cultivos están muy desmejorados”, analizó Fik.
La lluvia, en rojo
El ingeniero Darío Tumini recurrió a los datos de lluvia para dimensionar lo complicado que es el escenario para los cultivos. “En esta región el acumulado anual está entre los 700 y 800 milímetros, y hoy, a tres meses de terminar el año, no llegamos a los 400 milímetros”, indicó.
“Arrancamos con un verano complicado para la gruesa, tuvimos temperaturas extremas con poco milimetraje. Después vino un otoño que no recargó el perfil, cuando generalmente es el momento junto a la primavera en que más llueve. Así nos metimos en un invierno que vino muy seco, y se pudo sembrar bien la fina, porque pese a que había la humedad justa, al hacer frío se logró implantar. Y entramos en la primavera muy complicados, sin recarga”, detalló el asesor de Nutrien.
“En Tres Arroyos, y hacia la costa y hacia Chaves, estamos muy complicados”, agregó. “Para el lado de Aparicio, Indio Rico, Pringles y Suárez, si bien vienen con un milimetraje también escaso, han recibido algo más en las últimas lluvias”, completó.
En este sentido, Fik manifestó que hacia Dorrego “ha llovido un poco más y están mejor los cultivos, casi te diría que están muy buenos, pero también van a depender cuánto llueva este fin de semana”. Y continuando su análisis, aseguró que en Tres Arroyos, Lin Calel y Copetonas, por ejemplo, “debería haber llovido hace una semana para que los cultivos se recuperaran. Y no llovió, de modo que ya empiezan a verse pérdidas de rendimiento en cuanto al potencial que teníamos”.
Sobre seco, helado
Al estrés hídrico que están transitando los cultivos se le suma la afectación por heladas, que han seguido registrándose. “En algunas zonas la helada golpeó a los cultivos de una manera muy cruda. En Tres Arroyos para el lado de la Vaquerías, o en San Mayol, campos que son bajos. Y el panorama también es complejo porque no hay agua como para que se recuperen”, alertó Fik.