El invierno extremadamente frío y seco también impactó en la evolución de las malezas; la primavera sin agua, también. Entonces, ¿qué hacer con la rama negra, el raigrás y los nabos que se han rustificado? ¿Qué pasa con los preemergentes para los lotes que van a gruesa? Las recomendaciones del especialista Ramón Gigón
La sequía que está atravesando la región y buena parte del país también tiene impacto en la evolución de las malezas. A la falta de agua se le sumó un invierno extremadamente frío y una primavera con características muy particulares hasta el momento (continúan produciéndose heladas y las precipitaciones siguen sin llegar), y en este contexto el especialista Ramón Gigón brindó unos tips para la aplicación y control de malezas.
“Después de haber transcurrido un invierno muy frío y muy seco, entramos de firme en la primavera, que hasta el momento no contó con lluvias. Este escenario hace que se empiecen a complicar los tratamientos químicos de control de malezas en pos emergencia”, explicó el ingeniero referente en malezas en el inicio de la charla con La Voz del Pueblo.
“Por un lado, las malezas que estaban nacidas temprano en el invierno se han ido rustificando. El frío y la sequía hicieron que la rama negra, el raigrás y los nabos resistentes engrosen su cutícula. La rama negra además ha generado más pilosidad a raíz del estrés hídrico. Entonces, la acumulación de cera en la hoja y los pelos hacen que los tratamientos de herbicidas pos emergentes no sean totalmente eficientes”.
Las consecuencias de la falta de eficiencia son varias: rebrotes, escapes y tratamientos fallidos. ¿Entonces? “Lo ideal siempre es esperar una lluvia y que mejoren las condiciones ambientales para mejorar el control”, indicó Gigón.
“Otra recomendación es aumentar un poco las dosis de los herbicidas, elegir buenas formulaciones y agregar coadyuvantes”. En este sentido, el técnico puso el foco en los coadyuvantes que tengan que ver con la penetración de los herbicidas, “sobre todo aceites metilados o sulfato de amonio, que son productos que ayudan en la penetración”.
Y un factor común a cualquier tratamiento “siempre es muy importante que la maleza esté lo más chica posible”.
Campaña gruesa
Con el inicio de la siembra de los cultivos de gruesa también es necesario analizar cómo se utilizan los herbicidas pre emergentes. “También son muy importantes las lluvias porque si no hay agua los herbicidas de acción residual no van a penetrar en la solución del suelo, que es adonde tienen que llegar para poder entrar en la radícula de la maleza o en el hipocótile o coleóptile”, advirtió.
“Hay que jugar entonces un poco con el pronóstico y si vamos a aplicar un residual antes de la siembra de la gruesa, hacerlo cuando sepamos que vamos a tener una lluvia dentro de los 10 o 15 días posteriores a la aplicación”, indicó Gigón.
También es muy importante la elección del herbicida, “sobre todo elegir productos que sean más solubles, siempre y cuando siga este pronóstico de escasas precipitaciones. Los más solubles con menos lluvias se van a incorporar más fácil”, aclaró. Además, hizo hincapié en “una buena calidad de la aplicación”.
Por otra parte, Gigón explicó que es importante para los pre emergentes “tener una buena cobertura y saber que va a caer una lluvia para que se incorporen”.
“Los lotes que tienen mayor cantidad de rastrojo van a tener un impedimento en la llegada del residual al suelo. Entonces, hay que tener precaución con los rastrojos de maíz. Mientras que los productos van a tener mejor performance en rastrojos de girasol y también en los lotes que están en convencional”.