Con las últimas precipitaciones, más el aumento de las temperaturas, las malezas de verano entraron en acción. Los tips y recomendaciones del especialista Ramón Gigón para evitar dolores de cabeza y de bolsillo
Las lluvias que se dieron durante las dos últimas semanas si bien fueron irregulares cortaron en la mayoría de los campos de la región aportaron humedad suficiente para que se pudiera generalizar la siembra gruesa. Ahora bien, las precipitaciones además de beneficiar a los cultivos también jugaron a favor de las malezas, que en estos días han tenido un explosivo crecimiento. En este contexto, el especialista Ramón Gigón brindó unos tips y recomendaciones para tener en cuenta para el control de esos nacimientos.
“En las últimas precipitaciones cambió muchísimo la situación respecto a las malezas de verano. Primero porque se dio un flujo de emergencia muy importante, principalmente lecherón, nabos (la Brassica rapa) y yuyo colorado. Y sucedió algo puntual la semana pasada: al haber tenido días muy ventosos no se pudieron aplicar los pre emergentes y los cultivos nacieron en lotes sin tratamientos”, explicó el especialista.
“Tenemos una situación para resolver ahí, porque el cultivo y la maleza nacieron, entonces hay que pasar a tratamientos de pos emergencia, que nos siempre tienen la contundencia que puede tener el herbicida pre emergente”, agregó.
En este sentido, como enseñanza, el ingeniero indicó: “Hay que tener en cuenta aplicar bien temprano”; y en caso de llegar un poco tarde, advirtió: “A veces es preferible tolerar cierta fitotoxicidad en los cultivos por más que estén chiquitos, pero eliminar la competencia inicial de malezas muy competitivas como pueden ser las gramíneas de verano, el lecherón, la Brassica o el yuyo colorado”.
Ante la generalización de las siembras de maíz y soja, Gigón puso énfasis en evaluar los herbicidas que se aplicaron en el invierno. “Tuvimos bajas precipitaciones y hay que ver puntualmente lote a lotes si no hay algún herbicida residual que pueda afectar algún cultivo que no estaba pensado implantarse en ese lote”.
Y completó: “Sobre todo porque además de las escasas lluvias fue un invierno muy frío, el suelo estuvo con bajas temperaturas y la degradación de los herbicidas es menor”.
En cuanto al corto plazo, el ingeniero ex INTA y hoy asesor privado, advirtió que “hay que estar muy atentos, porque con los días con mayor luminosidad, más temperatura y más humedad, las malezas de verano crecen rápidamente y se pueden producir escapes a los tratamientos de post emergencia temprana de los cultivos de gruesa”.
Por otra parte, hizo hincapié en el tamaño de las malezas “duras” para que funcionen los tratamientos con herbicidas pos emergentes. “El yuyo colorado tiene que tener menos de 5 centímetros de altura; el lecherón menos de cuatro hojas; las gramíneas de verano tratarlas antes de que tengan dos macollos; y la Brassica, de 5 a 8 centímetros de diámetro”.