Factores ambientales como vientos intensos, baja humedad relativa y altas temperaturas, sumado a una ineficiente limpieza de la maquinaria, son los factores claves para la ocurrencia y propagación del fuego durante la trilla
Los incendios generados durante la cosecha de granos han provocado históricamente una gran cantidad de costos relacionados con la pérdida parcial o total de maquinarias y cultivos. “Si bien, los incendios se registran desde principios del 1900, actualmente la frecuencia se ha visto incrementada por varios factores” explica Santiago Tourn de la Unidad Integrada Balcarce del INTA.
Y apunta que entre estos se destacan el importante incremento del parque de maquinarias involucrados en la cosecha; el aumento de la frecuencia de uso y de la eficiencia de picadores paja y desparramadores de granza; diseño de las máquinas cosechadoras con el motor, radiadores y ventiladores ubicados en la zona posterior de la cosechadora y maquinarias con gran capacidad de trabajo que permiten alargar las jornadas.
A continuación, una serie de recomendaciones para evitar la ocurrencia de siniestros durante la tarea de cosecha.
– Evitar trabajar con condiciones ambientales de riesgo: con más de 35° C de temperatura, menos de 30% de humedad relativa y más de 35 km por hora de viento, ya se consideran condiciones de riesgo, como así también horarios de entre las 12 y las 15 horas.
– Limpiar la máquina diariamente: bajo condiciones de trabajo propensas a incendios, tratar de limpiarla dos veces al día no solo en la zona del motor, sino extenderla a todas las zonas de poleas de la cosechadora.
– Evitar y solucionar toda pérdida de aceite o gasoil del motor.
– Extinguidor de incendio: es altamente recomendable llevarlo en la cosechadora y en los acoplados tolvas acordes a la necesidad y magnitud del riesgo de incendio y posibilidad de control. Tener en cuenta que los incendios ocurren en el medio del campo y el matafuegos nos dará un poco más de tiempo a la hora de contener el fuego, mientras llegan los bomberos desde varios kilómetros de distancia, por eso importante ser precisos a la hora de dirigirlo al foco de fuego.
– Asegurarse que las correas estén correctamente tensionadas: cuando no lo están, patinan más y hay mayor fricción, lo que produce más calor, por ende, la borba que se encuentra acumulada en las poleas cuando se produce el exceso de temperatura puede prenderse fuego y extenderse al resto de la cosechadora incendiándose.
– Tener los teléfonos de los bomberos de la zona.
– Equipar a los acoplados tolvas con un tanque de agua y con una bomba eléctrica: los operarios serán los que más rápido puedan acceder a apagar el fuego.
– Tanque de agua en la cabecera del lote: aunque no todos creen necesario esta opción, no hay que descartar la idea de que se puede sufrir de un incendio y esta es una alternativa que permite tener más posibilidades de control del fuego.
– Llevar la máquina fuera del lote: siempre y cuando la situación lo permita y sobre todo en un campo de trigo ya que se prende muy rápido el cultivo o su rastrojo.
– Cubrir la salida de los tubos de escape de los tractores y cosechadoras con mallas metálicas: esto impedirá la salida de chispas de gran tamaño o carbones encendidos.
– Cubrir los tanques de combustible con tela ignifugas: esto disminuye el riesgo de que se prolongue un incendio hacia allí.
– A la hora de cargar los camiones o armar silo bolsa, realizarlo en zonas sin rastrojo y alejados del lote en cuestión.
– Evitar circular por el lote con vehículos bajos.
– No fumar durante, ni cerca, de la labor.
Factor máquina
A pesar de que las máquinas más modernas continúan perfeccionando su tecnología para lograr identificar y evitar un incendio a tiempo, lo que nunca se deberá dejar de hacer, no importa el año o modelo de la cosechadora, es el mantenimiento y limpieza diaria en puntos clave.
– Motor: el 70% de los incendios comienzan en el motor. Se recomienda limpiarlo dos veces por día.
– Poleas: es necesario que las correas estén bien tensionadas para que no patinen y tengan menor fricción.
– Combustible: las pérdidas de aceites y combustibles con altas temperaturas y días secos son un cóctel explosivo.