El multipremiado toro colorado de cabaña Santa Rosa de Indio Rico fue elegido el mejor del mundo en el Angus Breeder y ganó el título que le faltaba. “Más no le podemos pedir a Mateo, ha hecho historia: se impuso en todas las competencias de las que participó”, dijo con orgullo Alfredo Bellocq
Viernes 27 de mayo: “¿La verdad? No sé qué decirte. Jamás me imaginé esto que está pasando, son situaciones que en mi vida me hubiera esperado estar. Uno trabaja, pero trabaja en pos de la producción. Y hoy me toca vivir esto”. Con sinceridad y sencillez, en plena pista indoor de Palermo, Alfredo Bellocq reveló que no podía hacerse cargo de semejante logro. Su toro colorado, llamado Mateo por su nieto, acababa de consagrarse Gran Campeón Macho del Centenario de Angus. Así, la cabaña Santa Rosa de Indio Rico grabó a fuego su nombre en la historia de la raza más importante del país.
Viernes 29 de julio: “¿Qué cabañero no soñó alguna vez con ganar Palermo? El sueño siempre está. Pero mejor que esto, imposible… El toro supo convalidar su título como hacen los boxeadores, que defienden la corona. Es un toro que nos ha dado todo”. El veterinario y cabañero era otra vez el protagonista más buscado en el predio de la Sociedad Rural Argentina y respondía todavía con la mirada húmeda. Hacía nada que se había abrazado con su hijo Maximiliano en el medio de la pista tras una nueva consagración de Mateo. Esta vez como Gran Campeón Macho Angus de Palermo.
Lunes 12 de diciembre: “Ahora a Mateo lo eligieron como el mejor toro Angus del mundo. Más no le podemos pedir, ha hecho historia. Esto era lo último que le faltaba ganar, porque la semana pasada había sido consagrado como el mejor de Sudamérica. Ni se me había imaginado que podía llegar a tener un toro campeón mundial”. Alfredo compartió con orgullo el nuevo logro del multipremiado toro colorado, esta vez lo hizo desde la tranquilidad de su Indio Rico y vía celular. Se enteró de la consagración vía Facebook, por donde siguió el desarrollo del Angus Breeder, la exposición virtual en la que compiten los mejores de la raza de todo el mundo.
El Angus Breeder es una competencia organizada desde Texas, Estados Unidos, de la que participan los Grandes Campeones de los países con mayor tradición ganadera. Se realiza entre el 1 y el 14 de diciembre desde hace más de una década. Los jurados son de distintos lugares y a través de analizar videos, fotos y los datos de los reproductores van dando sus veredictos. Primero eligen los campeones de las regiones y luego el del mundo. Así, Mateo primero se impuso en Sudamérica y luego fue consagrado a nivel mundial.
El mejor de todos
El toro colorado de Santa Rosa acumuló en poco más de un año las cuatro coronas que se pusieron en juego en Argentina y las dos internacionales en las que podía competir. Y se retiró de las pistas sin saber lo que es ser segundo. En octubre de 2021 se consagró Gran Campeón de la Exposición Nacional de Primavera (una muestra que tuvo gusto a Palermo que no se había podido organizar por la pandemia); en mayo de 2022 fue Gran Campeón Colorado y Gran Campeón Macho del Centenario, en la muestra de los 100 años de Angus, y en julio se impuso en Palermo.
“Tenemos una emoción muy grande. Uno trabaja para la producción, para lograr animales comerciales que les sirvan a los productores, y no es normal que aparezca un bicho como este. No sé cuántas vacas van a parir un animal de estas características, y nos tocó a nosotros”, reconoció Alfredo sobre Mateo, que nació el 3 de septiembre de 2019, cinco meses después que su nieto al que le debe el nombre, y recién pudo salir a las pistas en octubre de 2021 por culpa de la pandemia.
Los premios y las banderas son valoradas, por supuesto, pero para los integrantes de Santa Rosa lo más relevante es que Mateo deje su huella en lo productivo. “Lo más importante es que, además de haber ganado tanto, por lo que se ha visto hasta el momento es que el toro ha convalidado todos los premios obtenidos con una producción excelente. Así me lo han dicho quienes ya tienen crías de él, que están muy conformes; y lo vemos con los hijos que tenemos nosotros”, explicó.
“Los padres de raza se convalidan con las crías y más se consolidan cuando aparecen hijos superiores. Parece que Mateo va en ese camino”, agregó.
Imposible era imaginarse que el toro iba a conseguir todo lo que logró, pero Alfredo revela que ya desde el primer momento entendió que estaba ante un ternero distinto. “A mí me quedó grabado el lugar en el nació, me acuerdo de la vaca, que era una receptora, el momento en que lo pesé y le puse la caravana. Me quedaron esas imágenes en la cabeza”.
El veterinario aseguró que el toro siempre fue mejorando, “de ternero, de 15 meses, de dos años, su evolución fue permanente. Y a Palermo, en julio, llegó en su esplendor”.
Para Alfredo, los Grandes Campeones no nace, se hacen. “Para hacer un Gran Campeón uno primero tiene que tener la suerte de lograr lo que genética y fenotípicamente busca. Y después potenciar eso con trabajo: de variarlo, de no pasarlo de comida, de cuidarlo como corresponde en las exposiciones -que está 15 días atados-. Todo suma a que cuando el día que lo tienen que ver todos el animal esté en las condiciones que tiene que estar”.
De la mano de Mateo, Santa Rosa cierra este 2022 con otra enorme alegría y redondea un año literalmente inolvidable. “Con que 2023 sea el 25% de lo bueno que fue este me doy por hecho”, dice entre risas Alfredo. Que no quiso dejar de volver a mencionar que tanto premio pudo lograrse gracias al equipo de trabajo que lo acompaña. “Todos tienen la camiseta puesta, mis hijos Ezequiel, Maxi y Agustina; Lili mi señora; Emilio, Pablito, Martín, Chito, y Cali”.
En días de mundial de fútbol, es inevitable la comparación con Messi y la selección. Porque como siempre repite Alfredo, “tenemos la suerte que Mateo sea nuestro”, pero a la suerte hay que ayudarla y detrás del Gran Campeón hay un gran equipo.