Detrás de las últimas sequías se oculta un problema de grandes dimensiones: la resistencia de los hongos a los fungicidas. El tema desvela a los principales fitopatólogos del país, que recientemente consensuaron los puntos más críticos que tienen en agenda
Los principales fitopatólogos del país, junto a técnicos y asesores especialistas en cultivos extensivos de Argentina, se reunieron para analizar y discutir la creciente problemática sobre resistencia a fungicidas. El doctor Marcelo Carmona (FAUBA) fue el coordinador técnico del Simposio Internacional de Resistencias a Fungicidas organizado por UPL y así resumió las diez principales conclusiones emanadas del encuentro.
1.- En los últimos años, productores y técnicos perciben cada vez más las ineficiencias de control de enfermedades fúngicas.
2.- La aparición de casos de resistencia, las aplicaciones tardías o sin criterio técnico y la falta de implementación de un programa de Manejo Integrado de Enfermedades (MIE), surgen como las principales causas de la caída en la eficiencia de control.
3.- La resistencia de los fitopatógenos a fungicidas ya se ha confirmado en varios cultivos y puede tornarse aún más grave en los próximos años.
4.- Todavía se observan fallas en el diagnóstico, falta de criterio técnico y de uso de umbrales al momento de tomar las decisiones. Por ello, numerosas aplicaciones se realizan en forma tardía cuando la presión de inóculo es demasiado alta.
5.- En muchas ocasiones no se respeta la dosis de marbete, tampoco se rotan los mecanismos de acción ni se incluyen fungicidas multisitio.
6.- Productores y técnicos recurren habitualmente a mezclas de triazoles y estrobilurinas, basándose en la disponibilidad local, la logística, la planificación y el costo de oportunidad.
7.- Los últimos años de sequía no han permitido ver en el campo la verdadera dimensión de los problemas de resistencia, por lo que no se visualiza el real impacto presente y futuro de los últimos reportes de casos resistentes.
8.- Entre las tácticas anti-resistencia, en el Simposio se mencionaron: difusión y capacitación sobre la situación y peligro de los patógenos resistentes, uso de variedades resistentes/tolerantes, rotación de cultivos, uso de semilla sana o tratada eficientemente, uso de prácticas y moléculas, uso y aplicación de productos complementarios (control biológico, bioestimulantes, fosfitos, etc.), incorporación de moléculas multisitio a los planteos de protección química vegetal. Asimismo, se planteó la necesidad de verificar que las moléculas y dosis de ingrediente activo que componen las mezclas que se usen, sean correctas e igualmente eficientes para el patógeno a controlar.
9.- Los especialistas coincidieron en que la amenaza de la resistencia seguirá incrementándose ya que, en la casi totalidad de las veces, se utilizan sólo fungicidas sitio-específicos que presentan mayor vulnerabilidad. Algunos ejemplos de enfermedades que fueron listadas como actuales y futuros problemas son: en cebada, Mancha en red y Ramularia; en trigo, Mancha amarilla y Roya amarilla; y en soja, Tizón púrpura, Mancha marrón y Mancha anillada. Colletotrichum y Phomopsis son otros patógenos que podrían amplificarse como resistentes en el futuro.
10.- Por último, se manifestó la imperiosa necesidad de prolongar la vida útil de las actuales moléculas aún eficientes y de las que próximamente saldrán al mercado.