Argentina tuvo un récord de exportación la campaña pasada de 15,5 millones de toneladas, para este ciclo hay que hablar de más o menos unos 5,5 millones. Un número extremadamente bajo
Por Leandro Pierbattisti
En primer lugar, me gustaría comenzar por lo positivo, ya que siempre, sobre todo en la Argentina, vivimos con esta cuestión frenética de los tiempos; el día de ayer ya es pasado y me parece que no está bueno tener esta vorágine. La campaña 2021/22 terminó hace muy poquito. Me parece que hay que hablar de esto porque Argentina tuvo un récord de exportación de 15,5 millones de toneladas, una verdadera locura. Estamos hablando que el último récord de exportación fue en la campaña 2016/17 con 12,8 millones de toneladas. O sea, 2.700.000 más, así que me parece que fue extraordinario.
Obviamente con una cosecha muy importante de entre 22 y 23 millones de toneladas, pero pese a eso y más allá de eso, esto muestra que la Argentina es muy competitiva. No hay que olvidar que Australia logró la tercera cosecha consecutiva récord ahora en la 2022/23, pero en la 2021/22 tuvo su último récord e hizo una campaña extraordinaria comercial con 5 millones de toneladas en China.
Entonces, pese a una competitividad tan grande en Indonesia y en países obviamente muy cercanos a Australia, Argentina estuvo muy presente una vez más en Indonesia con 1.300.000 toneladas, sabiendo que en la 2021 habían sido 600.000 toneladas.
Es decir, más allá de eso, hay una presencia importante en lo que se refiere a trigo argentino en Asia, pese a la presencia fuerte de Australia. De manera tal que esto es muy positivo y aquellos que decían que cuando se normalizara la producción en Australia a Argentina le iba a ser más difícil colocar sus excedentes en destinos tan lejanos, me parece que se equivocaron. Insisto, Australia estuvo muy presente en Asia, pero Argentina también.
Esta campaña claramente es una pena porque tenemos un registro totalmente opuesto. Estamos hablando de una cosecha por debajo de los 12 millones de toneladas, de manera tal que estamos hablando de 22 o 23 contra 11 o 12 millones. O sea que la caída es extraordinaria y esto evidentemente impacta de lleno en los saldos exportables.
Comercialización
Hoy estoy trabajando más o menos en unos 5,5 millones de toneladas de exportación. Un número extremadamente bajo. Insisto, viniendo de 15,5 millones de toneladas, es realmente un dato extraordinariamente bajo.
De manera tal que, de esas 5,5 toneladas, claramente ahí van a ver unos 4 millones con destino a Brasil y el resto afuera.
Para tener una idea, en las primeras dos semanas de diciembre estamos en una carga de más o menos 300.000 toneladas y en las dos primeras semanas de diciembre de 2021 estuvimos por arriba de las 900.000 toneladas.
Me parece que hay que corregir y trabajar realmente en el sector privado para que el mercado de trigo mejore el punto de vista comercial porque más allá de que por la intervención no funciona libremente, si tuviese 100% libre, tampoco funcionaría bien porque hay un desacople entre las anotaciones de los “Books” y el papel de las nominaciones respecto al físico.
Es decir, tiene que haber un acople entre la venta futura y la física. No puede ser posible que estemos anotando exportaciones y que el mercado no mueva la aguja y se mueva dos meses después y que la exportación esté a contra margen tres meses después de lo físico.
Por eso opino que ahí hay un desacople que tenemos que mejorarlo y me parece que eso va más allá del Estado. Tiene que haber una discusión en el sector privado para poder mejorarlo porque hace rato está funcionando mal lamentablemente.
Insisto, más allá que la intervención lo empeora, si nos quedamos solamente con intervención, me parece que una vez más nos estamos cerrando.
Ese es un poco el dato negativo, pero vendrán tiempos mejores y esperando que esta Niña afloje en 2023 para poder volver a tener un buen año.
Calidad
Por último, el tema calidad. Como siempre a esta altura del año trato de ser muy precavido, me parece que todavía es muy temprano, las primeras tendencias vienen del norte, zona que no es representativa. Creo que son trigos que se consumen en el mercado doméstico y dan cuenta de una tendencia en caída de proteína, con niveles de pesos hectolitrito bastante correctos.
Del grueso de arriba y ni hablar del Sur, todavía no sabemos nada, así que me da la impresión de que hay una tendencia extremadamente heterogénea, con diferencias tanto a nivel productivo como cualitativo que van de lo simple a lo doble, haciendo una distancia de 20 o 30 kilómetros.
Creo va a ser un mercado donde el trigo este año más que nunca va a estar en el sur y no en el centro. Sabemos que en el sur el trigo es la soja, así que los productores la van a defender, como así también los precios. Vamos a estar frente a un mercado extremadamente tenso. Esto recién empieza, así que seguramente tendremos muy buenos precios para captar, más allá de que hoy en día el nivel promedio de los precios es muy bueno.
La 2022/23 será una campaña de muy baja producción y con una tirantez, porque el mundo sí necesitando trigo y alimentos. Argentina es muy competitiva, pero lamentablemente no tenemos saldo.
Habrá una gran competencia entre lo poco que queda para exportar entre el mercado interno y los diferentes operadores.
Infosudoeste