La actividad sufrió con el clima y con un mercado deprimido, sin embargo varios de los actores locales cierran un año con balance positivo
En un contexto muy complicado por los factores climáticos y de mercado, distintos actores de la ganadería local tienen motivos para ver la copa media llena en este fin de año. Por caso, en 2022, Rústicos llevó a cabo sus habituales cuatro remates anuales y alcanzó desde su creación allá por la primavera de 2007, 29 subastas bajo martillo. Este año, el grupo de criadores liderados por Sergio Amuchategui, vendió 4.600 vientres y 180 toros (105 de ellos PP), volviendo a ser la marca que más reproductores machos de pedigree comercializa en Argentina.
Nuevamente, impulsado por equipo de trabajo de la firma Alfredo S. Mondino, en las ventas de Rústicos se desparramó genética tresarroyense y bonaerense hacia rodeos de Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos.
“Fue un año complicado desde lo climático y desde lo comercial porque tenemos hoy los mismos valores que en marzo. Pero en ese contexto tiene más valor el esfuerzo hecho por los criadores que conforman Rústicos, y también por todo el equipo de trabajo”, indicó Amuchategui.
“Hemos comercializado una gran cantidad de hacienda y uno a veces pierde la noción de que en Rústicos el volumen es realmente importante. Y en un año como este eso tiene doble valor”, agregó Amuchategui.
Los Arzoz
“Nosotros cerramos un año muy atípico, en el que se trabajó mucho, pero con el valor de la hacienda siempre en baja y los costos de producción en alza. Entonces el equilibrio del negocio no ha sido bueno”, explicó Ricardo Arzoz.
Hecha esa aclaración, el martillero y consignatario que trabaja hombro con hombro con su hijo Tomás, agregó: “En lo particular, el año para nosotros fue bueno por la cantidad de trabajo que hemos tenido, porque pudimos dar el remate feria por mes, con mayor o menor cantidad de cabezas pero los concretamos, como nos habíamos propuesto”.
En este 2022, los Arzoz se han consolidado en la zona, “eso se vio por la cantidad de clientes nuevos que hemos sumado”, pero también han ganado terreno en otras regiones de la provincia de Buenos Aires, en La Pampa y en el sur de Córdoba, “donde también hemos encontrado la posibilidad de que los operadores de compra hoy nos estén ofreciendo hacienda y estemos haciendo negocios”.
En lo que respecta a análisis comercial del año que atravesó la ganadería, Ricardo comentó: “El feedlotero ha tenido mucha adversidad, el desfasaje entre los valores de compra y de venta sigue siendo abismal. Pero es muy difícil dentro de lo que es el corral, salir del negocio para especular para ver qué es lo que va a pasar”.
Y agregó: “La gente le ha seguido buscando la forma para mejorar el número. La terminación de la hacienda ha pasado a ser un poco más artesanal y más corta, no permite el negocio hacer una terminación de un novillo de 95/100 días en el corral porque te termina de deteriorar la parte económica”.
Los Cepeda
“Para nosotros fue un año positivo, importante, en marzo volvimos a hacer un remate de invernada en la Sociedad Rural después de mucho tiempo -ya tenemos definido hacerlo también en 2023-, y nos fue muy bien con el remate de la cabaña Santa Rosa, eso en el marco de todo lo que generó Mateo (el toro que venía de consagrarse Gran Campeón de Palermo)”, explicó Julián Cepeda.
“A eso hay que sumarle que tuvimos mucho movimiento comercial, entonces, más allá de que el clima no acompañó y tampoco lo hicieron los precios, fue un año positivo”, agregó quien junto a su padre y a su hermano conforma Agropecuaria Cepeda.
Pasando al análisis de lo que fue el año de la ganadería, Julián repasó el impacto que tuvo, y tiene, la sequía en la región y en el resto del país. “Nosotros tenemos clientes que hacían ciclo completo, se quedaban con los terneros y terneras, engordaban los novillos y vaquillonas, y este año se tuvieron que desprender por una cuestión de falta de campo no en el mejor momento”, comentó.
“El achique ha sido generalizado porque la seca abarcó a todo el país. El año pasado vinieron de Córdoba buscando vaquillonas para futuras madres; este año casi no tuvimos pedidos”, agregó.
En cuestiones de mercado ha sido un año también difícil. “Hoy estamos viendo negocios de vacas de cría y terneros a valores parecidos a los de fines del año pasado, con lo cual estamos muy atrasados. La seca no contribuyó a que traccionara un poco más la demanda de vientres y de invernada, que podría haber hecho subir o acomodar los precios antes. Pero en algún momento ese reacomodamiento se va a dar, es una cuestión de tiempo”, indicó.