El alivio universal, el año arrancó con una lluvia indispensable

Con registros que promediaron los 30 milímetros en la región, las precipitaciones son clave para la evolución de la gruesa, sumar más superficie de cultivos de segunda y para la oferta forrajera

 

Los pronósticos indicaban que el primer día de 2023 iba a tener lluvias y se cumplieron. Las lluvias fueron generalizadas en la región y, en promedio, se puede hablar de un volumen de 30 milímetros que llegaron para generar un alivio para cultivos, asistir al forraje y darle esperanzas al productor de cara a una campaña gruesa que estaba al límite.

“Esta lluvia es una bendición”, definió el ingeniero Fidel Cortese, y es una excelente síntesis porque se trata de una precipitación indispensable para los cultivos y también para la oferta forrajera de la hacienda.

“Los girasoles tempranos están empezando a florecer y el aporte es fundamental; también viene excelente para la recarga de los perfiles; para emparejar los nacimientos de lo que estaba implantado y que estaba naciendo en algunos lugares en forma desparejo por la falta de agua”, explicó Fidel.

“También son lluvias importantes para los cultivos de segunda, para los que ya estaban sembrados porque estaba totalmente seco y esto les dé un respiro, y para los lotes que se puedan hacer. Había algunos productores indecisos entre sembrar o no, y esto los va a animar”, completó.

Si bien puede ser un poco tardío dependiendo de los materiales, todavía se está en fecha para hacer un girasol de segunda, por ejemplo. Y hay que recordar que ante la pésima cosecha fina, muchos productores tenían intención de hacer cultivos de segunda para intentar compensar las pérdidas.

El agua, en tanto, también llegó a pedir la ganadería. “Esto influye muchísimo en el tema pasto. Las pasturas estaban bastante complicadas, lo mismo que todos los recursos forrajeros, así que esto va a ayudar mucho”, completó Cortese.

Nuestro país está atravesando el tercer evento La Niña consecutiva que ha provocado graves consecuencias en la producción. Y se espera que para fines de febrero la situación comience a cambiar. “Lo positivo es que La Niña se va debilitando y empezamos a ser más permeables al ingreso de humedad, de modo que vamos a tener mayor probabilidades de recibir precipitaciones. Es un proceso que se va a ir dando y cuanto antes suceda mucho mejor, pero la transición a condiciones neutrales se dará a fines de febrero”, explicó el licenciado Leo De Benedictis.

Algunos registros de la región

– Adolfo Gonzales Chaves: 24 mm

– Aparicio: 18 mm

– Barrow 40: mm

– Benito Juárez 15: mm

– Cascallares: 38 mm

– Claudio Molina: 52 mm

– Claromecó: 38 mm

– Copetonas: 45 mm

– Coronel Dorrego: 25 mm

– Coronel Pringles: 34 mm

– Coronel Suárez: 30 mm

– Cristiano Muerto: 55 mm

– De La Garma: 42 mm

– El Carretero: 37 mm

– El Triángulo: 30 mm

– Energía: 38 mm

– Hueso Clavado: 55 mm

– Indio Rico: 35 mm

– Irene: 22 mm

– Laprida: 25 mm

– Las Vaquerías: 41 mm

– Lin Calel: 54 mm

– Necochea: 25 mm

– Ochandio: 30 mm

– Orense: 60 mm

– Oriente: 33 mm

– San Cayetano: 22 mm

– San Francisco de Bellocq: 57 mm

– San Mayol: 32 mm

– Tres Arroyos: 46 mm

– Vasquez: 25 mm

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