Estamos atravesando un momento favorable para la reposición. La seca está vaciando la plaza de hacienda gorda al tiempo que genera una abundante oferta de invernada liviana. El informe del Rosgan
La suba en el precio de la hacienda destinada al consumo en plena zafra de terneros está generando una ventana favorable para la reposición. A pesar de la elevada faena, la seca ha estado vaciando la plaza de hacienda gorda bien terminada. Al cortarse las recrías en muchas zonas, sumado a un feedlot con serias dificultades para agregar kilos dentro del corral, la hacienda gorda para faena comenzó a escasear presionando hacia una recomposición anticipada de precios tanto para el novillito liviano destinado a consumo interno como para el novillo más pesado, buscado para exportación.
En enero, el valor promedio del novillito en el Mercado de Agroganadero de Cañuelas (MAG) ajustó un 10,7% y luego otro 32,7% en las dos primeras semanas de febrero. En suma, en lo que va del año acumula un alza del 46,8%. En el caso del novillo, el ajuste acumulado en lo que va del año es del 50,5% nominal.
Pero en este contexto, la seca también esta generando su efecto sobre la oferta de invernada que está saliendo de los campos. Una zafra que ha comenzado ciertamente anticipada, con terneros sensiblemente más livianos que años anteriores, genera un mercado con dificultad para ajustar sus valores en igual magnitud.
Si tomamos como referencia los valores del ternero Rosgan vemos que, en enero -previo al primer ajuste del gordo- los valores retrocedían en términos nominales un 2% mensual mientras que, en febrero, impulsados ya por la corrección del gordo, reflejaron un alza del 38,4%, acumulando en lo que va del año un 35,5% nominal, entre 10 y 15 puntos menos de lo que ajustó el gordo.
Actualmente, la relación de reposición medida a través de la relación de precios del ternero Rosgan y del novillito en el MAG se ubica en torno a 1,10, lo que significa un 8% inferior a la relación de 1,20 resultante un año atrás y 13% por debajo de la relación vigente en febrero de 2021, favoreciendo claramente la compra del invernador/engordador.
Estacionalmente, este movimiento en la relación de reposición se explica evidentemente por una cuestión de oferta temporal de hacienda; a medida que comienza a vaciarse la plaza de hacienda gorda con destino a faena crece la salida de terneros de los campos aunque, particularmente este año, ambos movimientos están siendo acelerados por la seca.
Naturalmente, esta tendencia de precios debería mantenerse por algunos meses hasta tanto comience a secarse la oferta de terneros y los feedlots que se están llenando a muy buen ritmo aprovechando esta ventana favorable que ofrece la reposición comiencen a volcar oferta de gordo al mercado.
En el caso de los novillos más pesados, cuyas invernadas resultan más largas y, a su vez, más dependientes de la recuperación de los campos, los valores deberían mantenerse firmes por un período más prolongado. En efecto, a este nivel de precios, y en tanto los corrales como posteriormente los campos permitan sostenerlo, es lógico ver a invernadores y/o engordadores dispuestos a posponer la venta a fin de terminar la hacienda con más kilos.
No obstante, en el contexto actual, esta estrategia podría tornarse riesgosa en caso que el valor de la hacienda gorda no logre acompañar el creciente ritmo de ajuste que impone la inflación y comiencen nuevamente a producirse retrasos difíciles de compensar.