En el transcurso de una sequía histórica, la Cooperativa de Cascallares respaldó a sus asociados con medidas estratégicas que le demandan un importante esfuerzo económico. Además, redobló su compromiso social y en su próximo aniversario volverá a donar una millonaria cifra a instituciones locales. “En los momentos buenos nos preparamos para enfrentar los malos. Y ahora que los malos llegaron, podemos a apoyar a nuestros socios y ayudar a la comunidad”, dice Alejandro Albertsen, presidente de la entidad que el 21 de marzo cumplirá 92 años
Si hay crisis, que no se note. O al menos que impacte lo menos posible. Así lo entiende en Consejo de Administración de la Cooperativa de Cascallares que ante una sequía histórica ha tomado medidas estratégicas de un alto costo económico para la entidad para beneficiar y respaldar a sus asociados. Y que además, fiel a la vocación solidaria histórica, no le sacó el cuerpo a su función social.
“A la cooperativa sólo le falta hacer llover”, le dice un socio al presidente Alejandro Albertsen en la puerta de la sucursal que la entidad tiene sobre avenida Moreno. Y la frase exagerada funciona como un buen disparador de la charla con La Voz del Pueblo. “Al asociado consecuente la cooperativa siempre lo apoyó en todo lo que necesitó y en un año tan difícil como este, lo hace mucho más todavía”, dice.
– La cosecha fina fue la peor en muchos años, ¿la cooperativa tomó alguna medida extraordinaria para apoyar al asociado?
– Ha sido una de las peores cosechas que yo recuerde ya sea en kilos como en calidad. En cebada tuvimos prácticamente un 40% menos de acopio y en trigo un 50%, como ha sido general a nivel partido. En el caso de la cebada, casi todo lo cosechado no dio los parámetros de calidad para ser vendida como cervecera, entonces la cooperativa, que siempre está pensando en apoyar y tratar de solucionarle los problemas al asociado, decidió comprar toda esa mercadería de mala calidad al precio de cebada cervecera. De esa manera el asociado pudo cumplir con sus compromisos asumidos, porque la mayoría ya tenía vendida la cebada cervecera.
– ¿La cooperativa tiene comprador para esa cebada?
– Para vender el volumen comprado no. Por eso es un esfuerzo muy grande para la cooperativa, porque ha comprado cebada de mala calidad que es muy difícil de comercializar. Nosotros no sabemos cómo comercializaremos dicha mercadería, y en caso de ser necesario la reservaremos para el próximo año. Pero lo que sí sabemos es que nuestros asociados tenían un gran problema y para eso está la cooperativa, para esto trabajamos tantos años con responsabilidad, austeridad y seriedad.
– ¿Y qué ocurrió con la el trigo? ¿Hubo problemas de calidad?
– Sí, también han surgido problemas con la calidad del trigo pan, ya que en la mayoría de los casos el PH está muy por debajo del estándar establecido. En este caso trabajamos en nuestras plantas de almacenaje para acondicionar dicha mercadería. Los valores que hemos tomado en las ventas de trigo han superado en un porcentaje importante a los de mercado.
– ¿Cómo se prepara la cooperativa para enfrentar la campaña de insumos de cara a otro año lleno de incertidumbre y un contexto complicado para los asociados?
– Teniendo en cuenta que a fines del año pasado ya había rumores de que podría llegar a haber inconvenientes con las importaciones de ciertos productos, se tomó la decisión de realizar la compra de todos los insumos, ya sea de fertilizantes y agroquímicos, para las próximas campañas de fina y de gruesa. La cooperativa ya tiene todo comprado, sin pensar tanto en hacer un buen negocio, sino en darle al asociado la tranquilidad de contar con todos los insumos necesarios para poder trabajar tranquilo durante el año.
– Se trata de una inversión muy importante, ¿cómo la enfrentaron?
– Al igual que el año pasado, la compra se ha podido hacer con recursos propios, sin necesidad de financiamiento a pesar de ser un monto muy grande. Es un esfuerzo importante, pero también para el socio es una tranquilidad enorme: tiene asegurado todos los insumos.
– También será una campaña con una mayor necesidad de financiamiento por parte del socio.
– Sí, la cooperativa siempre apoyó al socio consecuente en años normales y lo hará ahora mucho más en esta situación. Tendrá todo el respaldo que necesite, ya sea con canje de insumos y demás herramientas financieras. Ahí está la fortaleza de la cooperativa, defender y apoyar al asociado en lo que necesite.
En la cooperativa tenemos un slogan desde hace muchos años: “El equilibrio justo. En las épocas buenas: trabajamos y nos preparamos para las malas. En las épocas malas: estamos preparados y continuamos trabajando esperando las buenas”. Así es que hoy la cooperativa está cumpliendo con su slogan.
– El 21 de marzo se cumple un nuevo aniversario de la cooperativa, ¿van a continuar con la millonaria donación a instituciones locales?
– Hace varios años que venimos haciendo este aporte a 15 instituciones de Tres Arroyos y la zona y este año, si bien es cierto que la situación es más compleja de lo habitual para el campo y la cooperativa, también entendemos que estas entidades necesitan más que nunca el apoyo. Así que seguiremos entregando las donaciones y aportando nuestro granito de arena. El aporte que realiza la cooperativa es importante, pero no se compara con el que hacen las personas que, casi siempre en forma anónima y sin recursos, llevan adelante estas entidades.
– Días pasados el Centro de Salud de la cooperativa cumplió 20 años, un aniversario que también será motivo de orgullo.
– El 3 de marzo fue el aniversario número 20 de esta idea que surgió por parte de la cooperativa dado que había una necesidad en la localidad de complementar la tarea de la salita de la municipalidad. La verdad, hoy podemos decir que ha sido una buena idea, porque se ha mantenido vigente durante 20 años, y hoy está teniendo unas 150 consultas mensuales en las tres especialidades que brinda. Y la intención es que este Centro de Salud, financiado íntegramente por la cooperativa, continúe porque es un servicio de vital importancia para los habitantes de la localidad.
Además, en el mismo sentido de darle un servicio a la comunidad, como viene haciendo desde varios años, la cooperativa puso en funcionamiento en su complejo deportivo la colonia de vacaciones y pileta libre. Durante el verano concurrieron, en promedio, más de 80 chicos de entre 6 y 15 años, a quienes también se les dio una colación a media mañana y la merienda a la tarde. La idea era, además de la recreación, ofrecerles una forma de contención, de generarles una actividad al aire libre y que estén cuidados.
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El acceso al techo propio para los colaboradores
“La función social siempre ha sido un aspecto destacado de la cooperativa, con aportes tanto para la comunidad de Cascallares como para el bienestar de nuestros colaboradores, como es el caso de la construcción de viviendas”, explica el presidente Alejandro Albertesen.
“Ya llevamos entregadas para el personal de la cooperativa 22 casas. Fueron 10 en una primera etapa, y ahora van 12 de una segunda etapa. En el corto plazo se entregará una más, que está casi terminada, para completar las 13 viviendas”, agrega.
“Son casas pensadas para los más jóvenes, cuando forman una familia. La cooperativa les da la posibilidad de tener su vivienda subsidiando una parte del costo y brindándole un crédito acorde a sus posibilidades de pago. Nos ha dado muy buen resultados hasta ahora”, completa.