Fue el cultivo de invierno más sembrado en la campaña 2022/23 en los cuatro partidos de influencia de la Chacra de Barrow ocupando más del 60% de la superficie destinada a los granos finos. El área de trigo pan tuvo un descenso del 12,6% respecto al ciclo pasado
La cebada fue nuevamente el cultivo de invierno más sembrado en los cuatro partidos de influencia de Chacra de Barrow (Tres Arroyos, Chaves, San Cayetano y Dorrego) en la campaña 2022/23 en la que el trigo pan tuvo una caída de área respecto al ciclo pasado. El trigo candeal incrementó su superficie, y la avena destinada a grano tuvo menor presencia, incrementando su destino para pastoreo en comparación con la campaña previa. Así se desprende del informe elaborado por los ingenieros de la experimental Lucrecia Manso y Martín Zamora, que realizan el relevamiento todos los años.
Con una ocupación del 63,7% (un 7,2% más que la campaña pasada) de la superficie destinada a los cultivos de invierno en la zona relevada, la cebada fue la más sembrada. El mayor aumento de área respecto a la campaña pasada se registró en Tres Arroyos; en tanto, en Coronel Dorrego y San Cayetano hubo un leve incremento en las hectáreas sembradas, no obstante, son los partidos con mayor participación de este cereal en 2022 (71,4% y 60,7% de la superficie apta, respectivamente).
El trigo pan tuvo apenas un 28,7% de participación (un 12,6% menos que el ciclo pasado), muy lejos de lo que ocurría antes de la irrupción de la cebada cuando era el cultivo más sembrado. En esta campaña, el trigo pan disminuyó la superficie sembrada en los cuatro partidos, y fue en Gonzales Chaves donde se registró la mayor área.
El 92,4% de la superficie de fina en el área de influencia de Barrow fue destinada a la cebada y al trigo pan, “lo que continúa demostrando la escasa diversificación en la elección de cultivos de invierno”, advierten Manso y Zamora.
Radiografía
En 2022, la superficie estimada ocupada con cultivos de cosecha fina fue similar a la registrada en la campaña anterior, alcanzando las 759.400 hectáreas, que representa el 44,5% del área de influencia de la CEI Barrow. Teniendo en cuenta las hectáreas aptas de cada partido, la superficie destinada a cultivos de invierno fue del 52,3% en Dorrego, 45,3% en Tres Arroyos, 38,9% en San Cayetano y 34,6 % en Chaves.
“Sólo se registró un incremento en la superficie sembrada en Tres Arroyos respecto a la campaña previa (19.500 hectáreas). En Chaves y San Cayetano se redujo el área destinada a cultivos de invierno en un 5,4 % y 1,2%, respectivamente. En Dorrego la superficie fue similar a la estimada en 2021”, se indica en el informe.
El trigo candeal incrementó su participación y ocupó el 3,9% del área. Dorrego continúa siendo el partido con mayor número de hectáreas sembradas con este cereal, alcanzando el 6,4% del total de los cultivos de invierno.
La avena sembrada para producción de grano ocupó el 2,9% de la superficie con cultivos de fina, con una importante reducción en el área respecto a 2021. “En estas recorridas también se registra la superficie de avena destinada a pastoreo y para la confección de reservas. En el caso de la primera alternativa, fue la que presentó mayor superficie (13,6%). En tanto, para reservas, alcanzó 0,6%, también inferior a lo observado en la campaña previa”, explican Manso y Zamora.
Como en años anteriores, en Tres Arroyos y San Cayetano hubo presencia de alpiste, ocupando el 1,5% y 0,6% de la superficie de fina de estos partidos, respectivamente. Teniendo en cuenta el área total de cultivos de invierno de la región, este cereal representó el 0,6%.
En Tres Arroyos también se observaron lotes sembrados con arveja y coriandro.
Pasturas
En el caso de las pasturas, la superficie fue similar a la de campañas pasadas, totalizando 235.000 hectáreas en los cuatro partidos. En cuanto al manejo de los barbechos, mecánico, químico e implantación de cultivos de cobertura, “se observó un mayor porcentaje de superficie en esta condición respecto a la misma época del año en 2021 (noviembre). Barbecho químico representó el 59,4% del total, 40,1% barbecho mecánico y 0,7% con presencia de cultivos de servicio”.
Arriba la gruesa
De acuerdo a la evolución de la superficie sembrada con cultivos de cosecha fina en los últimos 12 años, se observa que luego de la marcada reducción en el área ocurrida en la campañas 2016 y 2017, los porcentajes de ocupación se han mantenido en el orden del 40% en promedio. “Esto muestra la diferencia respecto a lo acontecido a principios de los años 2000, cuando los cultivos de invierno representaban el 50% de la superficie, lo que evidencia mayor inclusión de cultivos de cosecha gruesa en la rotación actualmente”, indican los técnicos.