Con acumulados de entre 30 y 80 milímetros en promedio en la región (hubo zonas que superaron por mucho los 100 mm) las precipitaciones del fin de semana fueron vitales para la gruesa, para los forrajes y para recargar los perfiles de cara a la fina
“Fue espectacular para todo. Para los cultivos de gruesa, para el pasto de la hacienda y para recargar el perfil ya mirando la próxima fina”. “Tres años tuvimos que esperar para volver a tener una lluvia de 70 milímetros. Es una bendición”. “Se encaminó todo bien para la gruesa, para el maíz fue un gol de media cancha, y para la soja vino bárbaro. Ahora tenemos que esperar que no hele temprano”.
Esas son algunas de las frases que dejó un fin de semana pasado por agua como hacía mucho no vivía la región. Con una lluvia que, salvo cortos momentos intensos se dio en forma suave permitiendo una buena infiltración y que fuera aprovechada 100% por el suelo, dejó acumulados de entre 30 y 80 milímetros en promedio (hubo zonas que superaron por mucho los 100 mm).
Un oasis
“Veníamos de una lluvia la semana pasada que si bien había sido de buen volumen, había sido despareja. Ahora fue generalizada, y si sumamos los registros de la lluvia anterior, andamos en alrededor de los 100 milímetros en muchas zonas”, comentó el ingeniero Matías Fik. “Si miramos al norte tenemos nos damos cuenta de que tenemos que estar agradecidos porque acá vamos a tener cosecha, y dentro de todo va a ser buena”, agregó.
“En primer término, estas lluvias son muy buenas para las sojas de primera y sojas de segunda, para los maíces, y para los girasoles de segunda. Y también para reponer el perfil. Venimos de varias campañas donde hemos padecido la seca, eso se nota en el nivel de las lagunas, incluso algunas han desparecido, las precipitaciones permiten recomponer el perfil para pensar en un comienzo de la fina con buenas condiciones de humedad”, indicó el ingeniero Fidel Cortese en declaraciones al programa “Cosas que pasan”, en Onda Uno.
El ex presidente del CRIATA destacó el aporte de estas lluvias a la ganadería también. “Atravesamos un año muy complicado por la falta de pasto, y si bien la programación ganadera anual ya está comprometida nuevamente porque no se pudieron hacer rollos, si las heladas demoran en llegar se va a poder hacer de forraje sobre todo en los bajos, y que los verdeos puedan tener un volumen de pasto como para poder pasar el invierno”.
De primera para los de segunda
Las precipitaciones del fin de semana le cayeron mejor que a nada a los cultivos de segunda, porque si bien ya habían recibido agua la semana pasada, ahora es cuando más empiezan a demandar porque están en etapa reproductiva. Ahora el clima se tiene que seguir portando bien con las temperaturas, es fundamental que la primera helada llegue lo más tarde posible.
En lo que es soja de primera, que también aprovechará el milimetraje caído, los ingenieros y productores consultados describieron dos escenarios. Los lotes hacia San Mayol, San Cayetano y El Carretero, están mucho mejor que los cultivos de las zonas de Cascallares, De La Garma y Tres Arroyos. Estas precipitaciones potenciarán a los cultivos que estaban buenos y mejorarán la situación de los que venían más complicados.
“Los lotes complicados o los sectores dentro un mismo lote que estaban complicados, seguramente mucho no se recuperarán, pero eso se va a compensar con la evolución de las plantas que estaban más atrasadas”, se indicó.
En cuanto al maíz, las siembras de noviembre y diciembre son las más beneficiadas.
Pensando en fina
Si bien los beneficios y el impacto inmediato de estas lluvias hay que ubicarlos en la gruesa, también son fundamentales para lo que viene. “La recarga del perfil pensando en la campaña fina 2023/24, ya sea en los lotes ya terminados de girasol y en los que vienen de rastrojos, es un almacenamiento más que interesante para que tengan un arranque positivo”, explicó Fik.
Algunos registros acumulados en la región:
– Aparicio: 48 mm
– Cascallares: 48 mm
– Claromecó: 38 mm
– Copetonas: 43 mm
– Coronel Dorrego: 30 mm
– Coronel Pringles: 105 mm
– De La Garma: 84 mm
– El Carretero: 50 mm
– El Triángulo: 54 mm
– Gonzales Chaves: 63 mm
– Irene: 55 mm
– La Sortija: 90 mm
– La Tigra: 73 mm
– Lin Calel: 50 mm
– Orense: 34 mm
– Oriente: 40 mm
– San Cayetano: 50 mm
– San Francisco: 39 mm
– San Mayol: 43 mm
– Tres Arroyos: 70 mm
– Vasquez: 68 mm