La aviación agrícola no es ajena a la crisis que atraviesa el sector y según FeArCa la actividad bajó más de un 70%. ¿Cuánto perdieron, qué panorama ven a corto plazo y cuáles son las medidas que debería tomar el Gobierno frente a esta situación?
La sequía extrema y las heladas tempranas registradas en febrero que le pegó de lleno a la producción agropecuaria tuvieron sus consecuencias en la cadena de la aviación agrícola. El vicepresidente de la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCa) y aeroaplicador de la zona de La Carlota, Córdoba, Francisco Casajús, contó que “el impacto de la sequía se puede considerar grave, nunca vimos una situación similar en los años que llevamos trabajando. Además del bajo nivel de precipitaciones, lo que más daño produjo a los cultivos fueron las altas temperaturas, sumado a una helada entre medio”.
Por otro lado, Casajús sostuvo que “la campaña fue muy tranquila, aunque aún no terminó estimamos un 50 % menos de trabajo”. De esta manera, el aeroaplicador de La Carlota, opinó: “No tengo dudas de que habrá un retraso en la cadena de pagos, refinanciación en muchos casos y esto se va a reflejar a nivel nacional”.
“Los proveedores del sector acusan la merma de ventas drásticamente”, destacó Casajús y opinó: “Un gobierno nacional serio debería tener un plan para años como este, teniendo en cuenta la importancia del aporte de nuestro sector. No sólo es la falta de trabajo por sequía, sino que venimos arrastrando problemas de pago en el exterior por falta de dólares”.
“Un 20% de trabajo”
Por su parte, el aeroaplicador de la Cámara de Aeroaplicadores de la provincia de Buenos Aires (CAPBA), Alcides Di Piero, contó que “en Chacabuco la sequía afectó en un 100% en el cultivo de trigo, en un 70% en maíz, en un 50% en soja de primera y un 95% en soja de segunda aproximadamente” y agregó que “mi empresa trabajó sólo un 20% con respecto a un año normal”.
Haciendo alusión a las consecuencias que acarreará esta crisis, Di Piero sostuvo que “nos va a afectar muchísimo por la falta de ingresos y por la brecha cambiaría” y agregó que “deberíamos pedir una línea de créditos de muy baja tasa de interés, la eliminación de impuestos por lo menos por un año y que se pueda volver a importar repuestos al dólar oficial”.
El Presidente de FeArCa, Walter Malfatto, indicó que “lamentablemente se perdió la cosecha de trigo y la gruesa va a ser muy floja” y resaltó que el Gobierno tiene que devolver las retenciones de cinco años como ayuda al productor ya que durante 21 años nos saquearon”.
Con respecto al trabajo aéreo, en la zona de Bragado bajó muchísimo y “a los proveedores de insumos de aviación agrícola le afecta de lleno”, sostuvo Malfatto. Y agregó: “En el corto plazo se va a cortar la cadena de pago porque mucha gente no va a poder cubrir lo que adelantó”.
Por su parte, Mauricio Fargioni, aeroaplicador de la Cámara de Empresas Agroéreas de Santa Fe (CEASFE), contó: “En mi zona de trabajo que está repartida en Santa Fe y Entre Ríos, fue verdaderamente catastrófico, la cosecha de trigo se perdió casi en su totalidad, el maíz y soja vienen muy mal” y agregó que “impactó directamente en las aplicaciones aéreas porque desalienta a los productores a gastar en un cultivo perdido. Nuestro trabajo mermó en más del 70%, verdaderamente creo que esto va a traer consecuencias irreparables en la economía regional y nacional”.
¿Y el plan?
Por otro lado, Fargioni resaltó que “todos los sectores están perjudicados, desde el mecánico o albañil de nuestros pueblos hasta la cadena de insumos y servicios, ya deberíamos tener un plan de gobierno para paliar esta situación, hasta el momento ajeno a esta crisis histórica”.
“Es el momento en donde debemos estar más unidos que nunca y hablo de todo el sector comprometido en la producción de alimentos, para ayudarnos mutuamente a salir de esto”, destacó Fargioni y opinó que “ya hay repercusión internacional, pero desde nuestros administradores no tenemos novedades al respecto, debemos aunar nuestras voces y reclamos para que toda la sociedad esté al tanto de esta crisis”.