En una campaña alterada por una sequía histórica y extremos golpes de calor, el cultivo viene teniendo una trilla aceptable -con excepciones de las buenas y de las malas-. La zona costera, la más girasolera, es donde los rindes son más flojos respecto a las expectativas
Si en un año con condiciones climáticas normales no se puede generalizar el resultado de una cosecha por la disparidad de las situaciones en la que se desarrollan los cultivos, en una campaña como la que estamos terminando pasa a ser directamente una misión imposible unificar conclusiones. Aunque al mismo tiempo, el contexto que tuvo que atravesar el girasol en su ciclo, también ayuda a hacer el análisis. Porque fueron tan extremas las condiciones -sequía histórica y violentos golpes de calor- que la cosecha termina siendo aceptable, con las excepciones de las buenas y de las malas.
“Para lo que fue el año los rindes son buenos. Se han pinchado bastante en la zona de los lotes buenos, donde siempre se cosecha muy bien, en Orense, Bellocq, Lin Calel. Ahí los rendimientos han sido bajos. Pero en el resto de los campos que no son girasoleros, teniendo en cuenta el tipo de suelo y lo que les ha llovido, los rindes han sido buenos”, explicó el ingeniero Matías Fik.
El asesor consideró que la cosecha ronda un 75% de avance “estimó que va a finalizar con un promedio para toda la zona de unos 2.000 kilos, que es espectacular para lo que fue el año”.
Un análisis similar realizó el ingeniero Darío Tumini. “La cosecha va avanzando bien, en la parte más estresada por la falta de agua, los campos hacia el lado de Lin Calel y para la costa, los cultivos se entregaron rápido y está casi todo trillado, con rindes por debajo del promedio”.
El asesor de Nutrien comentó que en las zonas donde más llovió, el cultivo estaba más atrasado y la cosecha no está tan avanzada. “Hacia Descalzi, Indio Rico, por ejemplo, donde además de haber recibido más agua se sembró más tarde, la trilla está dando mejores rindes. Hay que hablar de lotes de entre 1.800 y 2.000 kilos, y algunos un poco más también. En cambio, los girasoles implantados más temprano estuvieron entre los 1.200 y los 1.500 kilos”.
Para Tumini, como regla general para lo que fue el año, el girasol “se defendió bastante bien ante la seca. Si bien el rinde es cierto que está por debajo del promedio, se la bancó y justificó que entrara la máquina a cosechar, y eso es importante”.
Costa sufrida
“Por un lado es cierto que el girasol fue el que mejor pasó la seca, lo que no quita que le haya pegado también. En general, dentro de las empresas que yo asesoro el cultivo está entre un 15 y un 20% menos de los rindes promedio”, explicó el ingeniero Luciano Piloni, quien trabaja en varios campos ubicados en la zona costera, la más girasolera y que al mismo tiempo fue la que más sufrió el clima.
“La zona somera también ha sido castigada, y en esos campos se está cosechando alrededor de un 20% y un 30% menos de los rindes promedio”, agregó.
Aprobado
“En función del clima que tuvimos en la zona, con temperaturas muy elevadas, humedad relativa muy baja, fuertes vientos y muy poca lluvias, el cultivo de girasol nos deja un resultado positivo desde el punto de vista agronómico, que se desdibuja del lado económico cuando el productor tiene que vender por su precio bajo al comercializarlo”, analizó el ingeniero Jorge González, asesor de la Cooperativa de Cascallares.
“Con un avance de cosecha del 80%, los resultados obtenidos están por debajo de la media, entre un 10% y un 15% menos. En cuanto a la calidad, hablando de materia grasa, se observa valores muy buenos”, agregó González. Para luego indicar que en esta campaña el girasol ocupó “una superficie muy importante, se sembró en zonas muy aptas, de suelos profundos, ubicados principalmente en la zona costera y en suelos someros como los ubicados en la zona cercana a nuestra ciudad cabecera”.
El asesor de la Cooperativa de Cascallares explicó que la gran limitante para no obtener los resultados deseados fue “la escasa acumulación de agua en el perfil al inicio de la siembra. En base a este concepto tuvo mucho que ver el cultivo antecesor, sistema de labranza, control de malezas”.
Y completó: “Al no registrarse precipitaciones de importancia durante el desarrollo del cultivo, los girasoles sembrados en suelos someros fueron más afectados en el rinde”.
Buena pero con “peros”
En la superficie girasolera trabajada por socios de la Cooperativa Alfa la cosecha puede definirse como “buena”, pero con varios asteriscos. “El resultado del cultivo es muy variables según zonas y dentro de esas zonas el rinde depende también de la fecha de siembra y de cuándo le cayó el primer chaparrón de enero”, indicó el gerente Alex Vejrup.
“Algunos productores cosecharon 1.400/1.500 kilos porque sembraron temprano, cuando tenían humedad, y el cultivo floreció a fines de diciembre – principios de enero ya sin humedad y con mucho calor”, describió.
“En el ámbito de la cooperativa es una cosecha buena. Con rindes de entre 1.500 y 3.000 kilos. Estimo que el promedio rondará los 2.200 kilos”, completó.
El mapa de rindes
El ingeniero Pablo Errazu tiene datos parecidos a los de sus colegas y en primer término indicó que “el rinde es menor de lo esperado, en líneas generales, hay casos puntuales en el que superó la expectativa, pero son muy pocos”. Y agregó para justificar esa primera afirmación: “En muchos lotes las lluvias generalizadas del 1° de enero llegaron tarde”.
En cuanto a las claves de la campaña, Errazú indicó: “La fecha de siembra marco un escalón importante de rinde en los ambientes más restrictivos, 20 de octubre versus 20 de noviembre, pasando de 1.200 a 1.800-2.000 kg”. Los antecesores también estuvieron presentes en los análisis, “lotes con buenas rotaciones sin ganadería sacaron 600-800 kg versus lotes que venían de verdeos”.
Luego, el presidente del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos elaboró el mapa de rendimientos de la zona.
- “En líneas generales, la zona girasolera por excelencia, hablamos de suelos profundos y costeros, a pesar de estar un escalón abajo en rinde, dio promedios de entre 2.400 y 3.200 kg/ha, con algún lote puntual que supera esos números”.
- “Cuando hablamos de la zona de Lin Calel – Copetonas, los números son de 1.600 -2.300 kg, con casos de más y menos kilos”.
- “De Tres Arroyos hacia Dorrego, el efecto es mayor, lotes que esperábamos 2.000 – 2.200 kg están entre 1.300 y 1.700 kg. Y de Tres Arroyos hasta el Quequén, los rindes promedio no llegan a 2.000 kg, y pasando el Quequén hacia Dorrego, hay muchos lotes de 1.200 – 1.400 kg, y algunos de 1.800 – 2.000 kg, siempre teniendo en cuenta el general de los casos”.
- “De tres arroyos hacia San Mayol, zonas profundas, estamos en los 2.500 – 3.000 kg. Pero cuando empezamos con limitantes de tosca, y más para el lado de Chaves, los resultados son más erráticos, con rindes de 1.200 – 2.000 kg”.