El impacto del desastre climático

La última encuesta SEA CREA evidencia la magnitud del drama productivo y muestra que las bajas expectativas económicas desaniman la realización de inversiones

 

La última encuesta SEA realizada en marzo pasado por CREA, que fue respondida por más de 1200 miembros de las diferentes regiones productivas, refleja un panorama complejo ocasionado por las importantes pérdidas productivas y económicas que deberán hacer frente las empresas agropecuarias.

Un 62% de los encuestados consideró que la situación económica del país podría desmejorar dentro de un año, mientras que otro 40% estimó que en ese mismo lapso los indicadores económicos y financieros de las empresas que gestionan experimentarían un deterioro.

En ese marco, un 53% de los empresarios CREA consultados manifestó que no está considerando realizar inversiones en el presente año, mientras que otro 28% planificó obras de mantenimiento y/o reposición de infraestructura que resultan críticas para el desarrollo de la actividad. Apenas un 19% dijo que proyecta para 2023 la concreción de inversiones destinadas a mejorar la producción o la eficiencia de procesos.

Un 95% de los empresarios agrícolas CREA manifestó haber experimentado en los últimos cuatro meses daños por sequía, mientras que otro 45% y 7% señaló que registró pérdidas productivas por heladas y granizo respectivamente.

Pérdidas agrícolas

En lo que respecta a soja de primera, en el promedio nacional se prevé lograr un rendimiento 41% menor al planificado al inicio de la campaña, mientras que esa proporción crece hasta el 49% en el caso de la soja segunda, cultivo que resultó muy afectado por una inédita helada temprana registrada en el mes de febrero. Cabe destacar que en la región CREA Centro (que comprende el sur de Córdoba y este de San Luis) más del 80% de las empresas sufrieron daños por esa helada.

Soja. Rendimiento esperado versus planificado al inicio de la campaña agrícola 2022/23

En el caso del maíz temprano, la pérdida de rendimiento respecto del esperado al inicio de la campaña es hasta el momento del 34% -aunque en la zona Santa Fe Centro y Norte de Santa Fe llega al 70% y 64% respectivamente-, mientras que en maíz tardío la merma proyectada es del 35% a nivel general con un máximo del 59% también en la región Santa Fe Centro, donde el cultivo resulta esencial para abastecer a empresas ganaderas y lecheras.

Maíz. Rendimiento esperado versus planificado al inicio de la campaña agrícola 2022/23

Ganadería

La encuesta detectó que el 91% de las empresas ganaderas que integran la red CREA resultó afectada por restricciones hídricas en los últimos cuatro meses, mientras que otro 18% reportó daños por heladas. Además, un 46% de los consultados dijo que el rodeo había experimentado estrés calórico.

En ese escenario tan complicado, algunas empresas de cría de la red CREA esperan poder este año mantener o incluso incrementar la proporción de terneros destetados respecto de 2022, mientras que otras pronostican un descenso. Las situaciones más favorables se informaron en las regiones Patagonia, Litoral Norte, Chaco Santiagueño y Sur de Santa Fe, al tiempo que las más desfavorables fueron reportadas en Semiárida, Centro, Córdoba Norte, Litoral Sur y Sudoeste.

Entre las acciones implementadas para poder gestionar el daño causado por el desastre climático se incluyeron -por orden de relevancia- el destete anticipado, manejo de la carga animal y reducción de stock, suplementación y engorde a corral, entre otros.

Si bien a nivel general la tendencia muestra que las empresas de cría ganaderas planean retener menos vientres en el presente año respecto de 2022, existen situaciones contrastantes entre las diferentes regiones, donde Sur de Santa Fe y Norte de Buenos Aires muestran los mayores niveles de reducción previstos, mientras que Semiárida, Córdoba Norte, Centro de Santa Fe y Litoral Norte proyectan incrementos cercanos o superiores al 5%.

Lechería

En el sector lechero, un 59% de los tamberos consultados dijo que debió incrementar el uso de concentrados en las dietas de las vacas a causa de la pérdida de recursos forrajeros ocasionada por el desastre climático.

En el promedio de situaciones se espera un estancamiento o leve caída en la producción de leche para los próximos cuatro meses, no así para los próximos doce meses, donde se registra una expectativa de crecimiento.

El impacto en la producción esperada  de leche en el corto plazo se explica mayormente por cambios en la composición de la dieta que promoverían menores producciones individuales y una menor cantidad de vacas en ordeñe, dado que muchas empresas tamberas debieron ajustar la carga animal en función de la menor disponibilidad de recursos forrajeros.

En tal contexto, el nivel de endeudamiento promedio de las empresas lecheras creció para ubicarse en un nivel equivalente a 40 días de facturación, el registro más elevado desde marzo de 2019.

Efecto dominó

El desafío generado por el desastre climático no solamente deberá ser afrontado por las empresas agropecuarias, sino también por las comunidades de las diferentes regiones productivas, que están siendo profundamente afectadas por el derrumbe de la demanda de servicios de cosecha, fletes y combustibles, entre otros rubros clave, además de afectar la capacidad de compra de los insumos necesarios para encarar la nueva campaña agrícola.

El desastre productivo, además de afectar a todos los eslabones de la cadena agroindustrial relacionados con los productos generados en el campo, impacta también de manera directa en los numerosos sectores que requieren divisas para gestionar importaciones de bienes y servicios indispensables para desarrollar su actividad.

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