Se largó la fina con la ilusión de que El Niño haga bien los deberes

Ya hay lotes sembrados en la región tanto de cebada como de trigo y el Gobierno dio iniciada oficialmente la campaña. Según la Secretaría de Agricultura, se implantarían 6,1 millones de hectáreas trigueras, 200.000 más que el año pasado. En tanto, se estima una caída del 11% del área cebadera

 

La fina puso primera. Con las primeras siembras de ciclos largos en Coronel Dorrego en la provincia de Buenos Aires, en Río Cuarto en Córdoba, en Salta, en Jujuy y en el oeste de Santiago del Estero, la Secretaría de Agricultura dio por iniciada la campaña de trigo 2023/24. En su informe mensual de estimaciones agrícolas, señala que ya se alcanzó un avance de siembra del 1%, sobre una superficie estimada de 6,1 millones de hectáreas.

“Si bien la intención de siembra para esta campaña es alta por la necesidad de contar con una mayor liquidez tras una mala campaña 22/23 y por la buena relación entre los precios del cereal y los costos de los insumos, todo estará supeditado a la ocurrencia de lluvias importantes en las próximas semanas que mejoren el contenido de humedad en el perfil del suelo, para asegurar la emergencia y una buena implantación del cultivo”, marcó el informe.

En ese sentido detalló que las regiones con mejores condiciones para la siembra del cultivo se localizan en el sudeste de Buenos Aires y en el NOA.

Mientras que en el resto del país, especialmente en el centro-norte de Buenos Aires, La Pampa y gran parte de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, “se esperan precipitaciones para comenzar la siembra”. Hay que aclarar que el informe fue elaborado antes de que se registraran importantes precipitaciones en las zonas mencionadas.

Menos cebada

Para la cebada, al igual que las estimaciones de las Bolsas de Buenos Aires y Bahía Blanca, la Secretaría proyecta un área de 1,6 millones de hectáreas, frente al 1,8 mill/ha que tuvo en la campaña 2022/23. Ese porcentaje representan las 200.000 hectáreas que se fueron para el trigo.

La caída está explicada en “la mejor relación del precio del trigo con respecto al de este cereal determina esta tendencia”. No obstante, aclara que se tendrá un panorama más certero en junio, ya que, a pesar de su menor precio, es probable que muchos productores prefieran realizar una soja de segunda, sembrada temprano en diciembre detrás de este cultivo, porque libera el lote de manera anticipada.

“También todo estará supeditado a la ocurrencia de lluvias principalmente en el centro-norte de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Santa Fe”, añade el reporte.

Hasta el momento, se ha implantado alrededor del 0,5% del área prevista, con las primeras labores en Coronel Pringles y en el departamento General López en el sur santafesino.

El que siembra primero…

“Año a año se va adelantando la siembra de trigo y cebada. Hay productores que siembran a fines de abril y muchos lo primeros días de mayo”, explicó el ingeniero Pablo Errazu sobre lo que ocurre en de Tres Arroyos hacia Bahía Blanca en las últimas campañas. “Los cultivos en 7-10 días como máximo ya estaban emergiendo porque la temperatura del suelo aún está alta”, agregó.

“Muchos lo hacen por una cuestión logísticas y otros para escaparle al soplete de noviembre. La idea es que cuando lleguen los calores adelantados del comienzo de noviembre los cultivos estén casi listos”, completó el presidente del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos.

En el caso puntual de Tres Arroyos, el ingeniero indicó que la mayoría de las empresas tenían planificado arrancar con los ciclos largos de trigo hacia el 20 de mayo y muchos han tenido que aplazar la siembra un par de semanas por la humedad.

“La gran pregunta de hoy es cuándo vamos a poder entrar con la cantidad de lotes con labranzas que hay”, planteó. “Es algo para pensar. Lo que es simple en algunos momentos puede transformarse en complejos en otros”, advirtió. Esto en relación a la cantidad de lotes que han sido “disqueados” fundamentalmente por la masiva presencia de malezas.

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