Con la venta de 60 toros de pedigree a valores destacados y más de 700 vientres también a precios superiores a los esperados, el segundo remate del año de Rústicos fue un oasis en un muy difícil momento para la ganadería
Que la mano no venía fácil era una obviedad. Y la dimensión del remate le agregaba más incertidumbre a una realidad ya de por sí incierta en el mundo ganadero. En el contexto actual, la oferta de 60 toros de pedigree a esta altura de junio parecía una mochila muy pesada de cargar. Y haber decidido no implementar el sistema de preofertas potenciaba esa sensación de estar ante “lo desconocido”, porque no había referencias con qué medirse por tratarse del primer remate de semejante volumen.
“¿Comprar toros ahora? ¿Vos me estás cargando?”. Esa fue la respuesta que recibió Sergio Amuchategui por parte de un par de clientes cuando estaba promocionando el remate.
La mirada optimista en la previa se basaba, por un lado, en la probada calidad genética de los reproductores que iban a pasar por la pista; y por otro, justamente eso, que los animales iban a pasar por la pista. Con la pandemia ya superada, el remate volvía a ser físico -además de ir televisado por Canal Rural-, con la hacienda en los corrales y al alcance de la vista de todos ahí, en vivo.
Así y todo, en ese escenario con más interrogantes que certezas, la 5ª edición del Rústicos Premium fue más Premium que nunca y la Sociedad Rural de Tandil fue testigo de un remate que entra en la categoría de “para el recuerdo”. Por la calidad de la torada y de los vientres, por la cantidad de manos que tuvo la mayoría de los lotes producto de los tentáculos cada vez más largos que aporta la consignataria Alfredo S. Mondino, por las pujas que se dieron cuando se ofrecía un reproductor superior, por la agilidad en la venta, y por los precios registrados, que en muchos de los casos superaron las expectativas hasta de los más optimistas.
Padres nuestros
El del pasado viernes en Tandil fue el Rústicos N°22, pero no fue uno más. Ya en el almuerzo empezaba a percibirse la buena vibra y comenzaba a relativizarse la incertidumbre. Claro, todos los que estaban en el salón comedor ya habían pasado por los corrales y observado y analizado la hacienda. La calidad de los toros estaba a la vista y refrendada por el detalle de los datos. Sumado a que varios de los reproductores venían de competir en la Expo Angus de Otoño Indoor logrando premios y otros habían ganado cucardas en la Expo del Centenario de hace poco más de un año. Y los vientres también estaban a la altura del título del remate.
Entonces llegó la hora de la verdad. Todos a la pista, pasaron los discursos de rigor, y el martillo de Roberto Mondino empezó a hacer su trabajo. Dos toros de Arandú abrieron el fuego, uno colorado y uno negro. Por el primero, La Paz de Werthein pagó 3.400.000 pesos, el máximo precio de la tarde. Aunque con semejante volumen a la venta, la vedette terminó siendo el promedio: 1.700.000 pesos.
Fueron alrededor de dos horas lo que duró la venta de los toros, en un trámite que nunca bajó la intensidad y que encontró siempre interesados para cada lote. La muestra es que el toro número 60, un negro de Don Abraham, se pagó 2.400.000 pesos.
“Antes que nada hay que destacar el nivel extraordinario de los toros. Las cabañas Arandú, La Reserva, Don Abraham, La India y El Volcán trajeron lo mejor y mostraron un gran trabajo y todo lo que vienen invirtiendo desde hace años. Pasaban los lotes y llegamos al final con un toro mejor que otro, y para todos los gustos”, explicó Sergio Amuchategui.
“Y fue un sueño volver a ver los toros en la pista. Y más todavía vender 60 a un promedio de 1.700.000 pesos en este momento y en este contexto. Creo que aprobamos”, agregó el mentor de Rústicos.
Un análisis similar hizo Roberto Mondino: “Fue una muy buena oferta genética, los toros se llevaron un aplauso generalizado, había 60 animales y en ningún momento bajó la calidad. La venta fue ágil, todo el equipo comercial estuvo muy comprometido y el resultado ha sido muy bueno”.
A su turno, Federico Vizzolini mostró su sorpresa y satisfacción por el resultado de las ventas. Con 26 toros ofrecidos, no era una parada fácil para la cabaña Arandú. “Se han superado ampliamente las expectativas. No sólo yo, sino por todos los que trajimos hacienda. No sabíamos dónde estábamos, y se han dado muy buenos precios y otra cosa para destacar es que hubo mucha gente nueva y preguntando, que no las veíamos en otros remates”, indicó.
En la previa, Vizzolini estimaba que la venta de sus toros podía promediar 1.600.000 pesos. Pero se equivocó. “A ese precio creo que hubieran estado muy bien vendidos, pero Arandú anduvo cerca de 1.900.000 pesos de promedio, que hoy es una muy buena venta. Estamos muy contentos”, aseguró.
A lo largo de todos estos años, siempre se destacó que la fortaleza de Rústicos era que todos los engranajes que lo componen cumplen bien su función. Y eso fue lo destacó Mariano Castro ni bien Mondino bajó el martillo por última vez. “Estoy supercontento, fue un remate ágil, con muchos compradores, muchas manos, muy bien trabajado por la firma consignataria, muy bien organizado y con el compromiso de los criadores que hemos puesto toda la carne al asador. Este es el resultado de un trabajo en conjunto, en el que todos tiramos para el mismo lado. Y eso quedó reflejado en un gran remate, con muy buenos valores para la situación de hoy”.
La Reserva participó de la venta con algunos premiados en las últimas exposiciones de Otoño y la de Primavera 2022. “Nuestro único canal de ventas es Rústicos y nunca nos guardamos nada, traemos siempre lo mejor”, explicó Castró, que vendió el 50% del Reservado Campeón Junior Negro de la Expo Otoño Indoor en 2.500.000 pesos.
Vientres en alza
Las ventas de las distintas categorías de vientres también fueron para destacar. El trámite fue ágil y los números superiores a la idea que había, con ciertas particularidades, como que se pagó casi lo mismo la vaquillona MAS que la PC. “Hubo mucha gente interesada que venía con la intención de pagar otro número y se fue armando el mercado hacia arriba”, comentó Amuchategui. Y aprovechó para destacar el esfuerzo que hicieron los criadores que trajeron a Tandil sus vaquillonas desde Santa Fe (La Maricel de Molinari) y sus terneras desde Médanos (La Legua de Urcola).
“Claro que era el momento para comprar vientres. Más barato que esto no van a estar. A partir de ahora es todo para arriba”, dijo Mondino.
Norberto Molinari, uno de los que apostó fuerte trayendo sus vaquillonas desde Arequito, vio más que cumplido el objetivo. “Se vendió mucho más del presupuesto que uno arma antes de salir. Yo estimaba un promedio de 300.000 la preñada y 350.000 la parida, y terminaron haciendo 340.000 y 400.000 pesos”, contó.
“La verdad es que estamos muy conformes, salió una muy buena venta, no sólo de lo mío, en general fue un remate muy bueno. Y los toros se vendieron muy bien también”, completó.
“Esta ha sido una tarde muy positiva para el negocio, para los remates que vienen, y para seguir trabajando fuerte. Dan ganas de seguir”, aseguró Amuchategui, antes de destacar el trabajo “de todos los criadores y del equipo comercial de Mondino”.
Por último, el organizador del evento destacó: “Hoy se reconoció el esfuerzo que hacen todos los criadores, invirtiendo, y trabajando por mejorar. Eso es lo que más satisfacción nos da”.
El cierre justo para la tarde en la que Rústicos fue más Premium que nunca.