Esta especie de isoca fue la vedette de la campaña de soja. Todos los lotes tuvieron al menos una aplicación y más de la mitad recibió dos tratamientos. El bicho bolita y la arañuela completaron el podio de un ciclo que producto de la seca tuvo más presión de insectos
Una característica que ha tenido la campaña de soja que acaba de finalizar en lo que a plagas se refiere es la inusual presencia de isoca bolillera, que ha obligado a realizar hasta tres tratamientos en algunos lotes. Si bien no se trata de un insecto cuya aparición esté exclusivamente relacionada con la sequía, las condiciones en las que se desarrollaron los dos primeros meses del ciclo fueron beneficiosas para el desarrollo de la plaga.
“La bolillera apareció en todos los lotes de soja”, indicó el ingeniero Luciano Piloni. “En lotes donde generalmente en esta zona casi no se hacía control, o se hacía control en el 10%, este año el 100% de los lotes tuvo por lo menos un tratamiento. Y casi el 60% recibió dos tratamientos”, agregó.
“Esto no ocurrió en las campañas anteriores, que por ahí ni siquiera realizabas un tratamiento o muy pocas veces se llegaba al umbral. Este año se pasó el umbral”, agregó.
“La isoca bolillera fue la vedette con lotes de hasta tres aplicaciones con insecticidas”, coincidió el ingeniero Pablo Errazu. “Durante la implantación, el bicho bolita fue algo más agresivo respecto a otras campañas, típico de años secos que con densidades bajas genera daño. Y luego, al final, arañuela que en muchos casos requirió control químico”, agregó el presidente del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos.
“Fue una campaña en la que la isoca bolillera atacó a los cultivos de soja en estadíos muy iniciales, con lo cual no había insecticidas residuales que pudieran aguantar y en algunos casos hubo que hacer dos aplicaciones tempranas. En algunos lotes se realizó un tercer tratamiento”, comentó el ingeniero Matías Fik.
“Vengo trabajando en la zona hace varios años con los insectos y la trampa de luz (colabora con el monitoreo con la Chacra Experimental Integrada Barrow), y si bien todas las campañas se registra un aumento en lo que es bolillera, nunca había tenido semejantes picos en los cultivos de soja”, aseguró.
Malezas
Respecto al tema en general de malezas, Pablo Errazu indicó que “crucíferas y amaranthus siguen siendo las principales que disparan aplicaciones”. Y explicó que “la poca competencia del cultivo hizo que los controles fueran muy malos o erráticos, los herbicidas residuales en muchos casos no se incorporaron a tiempo, y eso generó las fallas en los controles”.
En cuanto a los productos post emergentes, también destacó que “en los periodos de sequía se vieron muchas fallas”. Y advirtió: “Todo esto generará un aumento del banco de semillas para el próximo año”.
En tanto, el ingeniero Piloni destacó lo favorable que resultó la tecnología Enlist, tolerante a glifosato, glufosinato de amonio y 2,4-D. “Alrededor de un 30% de la superficie de soja la tenía con esta tecnología, que te hacer un manejo diferente principalmente para las malezas. Si bien está pensado para Yuyo colorado, en esta zona funciona también para lo que es una nabolza. Y es una herramienta importante”, indicó.
“En los lotes con malezas complicadas, acá principalmente nabolza, que ya casi se dan nacimientos todo el año, te permite salir con los lotes bastante más limpios y frenar la diseminación de semillas. Es una maleza que produce mucha cantidad de semillas y después se complica para la rotación posterior si querés salir a fina, se encarecen los cultivos”, agregó.