Los Arzoz siempre con la vaca atada

Con una oferta de 400 vacas entre las poco más de 600 cabezas comercializadas, el habitual remate mensual en la feria de Tres Arroyos tuvo agilidad y valores destacados acorde con el nuevo escenario de precios. Los buenos lotes de invernada también hicieron números interesantes

 

La vaca es el sello de la feria de Tres Arroyos desde que los Arzoz en conjunto con Sucesores de Brivio volvieron a darle vida una vez por mes a los corrales de las instalaciones de las avenidas Libertad y Aníbal Ponce de la Sociedad Rural. Y en esta venta de agosto, pese a que desde el Mercado de Cañuelas habían llegado señales de que pareciera que ha comenzado la retención o que se empezaron a terminar, las vacas volvieron a ser amas y señoras de la tarde. Por volumen, calidad y precio.

De las poco más 630 cabezas que los martillos de Ricardo y Tomás Arzoz vendieron en una fría y ventosa tarde tresarroyense, casi 400 eran vacas. Y cada lote tuvo sus manos y sus pujas, para redondear un muy buen remate, que contó, también como es habitual, con una buena cantidad de toros, entre los que en cuanto a precios se destacaron los “aptos China” por sobre los que no lo eran. Para terminar con la invernada, en donde los buenos lotes también encontraron sus manos e hicieron valores de mercado.

Al análisis de oferta, demanda y valores, hay que contextualizarlo. Este remate se llevó a cabo 48 horas antes de la realización de las PASO y un país inmerso en un escenario de una incertidumbre más profunda que lo habitual. Eso hace que el resultado de las ventas sea aún mejor.

“Estamos muy contentos y sumamente agradecidos por todos los clientes que nos acompañaron. Tuvimos un remate con valores bien de mercado, y estuvo bien demandada la vaca. Siguiendo la tónica de precios que estamos teniendo en las dos últimas semanas”, analizó Tomás Arzoz.

“Sabíamos que teníamos manos para el remate, pero no esperábamos honestamente los valores que tuvimos, que fueron bien de mercado”, reconoció Ricardo Arzoz. “Teníamos una cantidad importante de vacas y no sabíamos que los operadores que venían estaban tan ávidos y nos dieron la mano que nos dieron”, agregó el martillero.

Y no tiene dudas: “Si no estábamos en este contexto de tanta incertidumbre en lugar de 600 cabezas hubiéramos tenido 800”.

“Fue un remate firme, ágil y tuvimos buenos valores, con mucha gente comprando; cargamos cinco jaulas para faenar de los frigoríficos de La Pampa, que compran las vacas gordas acá en Tres Arroyos”, indicó. “La hacienda de invernada quedó acá y algo fue para Dorrego. Lo gordo se cargó para La Pampa y a Buenos Aires”, completó.

A continuación, los negocios:

Valores: Carlos Bodanza / Infosudoeste

 

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