Proyecto Malezas CREA: algunas enseñanzas que dejó la última campaña

Se realizaron 16 ensayos a campo en 11 regiones para analizar diversas estrategias orientadas a controlar malezas problemáticas. Las estrategias evaluadas en trigo para el control de las nabolzas en esta región

 

Con el objetivo de generar espacios de aprendizajes e intercambio de experiencias y conocimientos en diferentes ambientes productivos, desde 2015 se puso en marcha el Proyecto Malezas CREA. En la última campaña se realizaron 16 ensayos a campo en 11 regiones CREA para analizar diversas estrategias orientadas a controlar malezas problemáticas.

En el caso de la región Mar y Sierras, en el marco del Proyecto Malezas CREA, que es coordinado por Pablo Fernández Barrón e integrado por Matías Campos y Paula Giorgis, se evaluaron estrategias en trigo para el control de las nabolzas resistentes a hormonales y ALS con aplicaciones pre siembra y preemergencia tanto en dos hojas como en encañazón.

“Los resultados mostraron la conveniencia de realizar tratamientos para control de crucíferas de manera temprana, al tiempo que en las situaciones muy comprometidas se considera que lo ideal es buscar estrategias de control en post que sean lo más leves posibles para el cultivo, dado que la pérdida de kilos por fitotoxicidad es mayor cuanto más tarde se aplica en el ciclo del cultivo”, se indicó desde CREA.

En tanto, “en los casos en los cuales la presencia de malezas no sea importante, incluso se recomienda tolerar algunas apariciones de flores amarillas en el lote”.

El peso del antecesor

En la región CREA Centro, la diferencia entre antecesores fue notoria. “En promedio, sobre maíz temprano y barbecho químico la soja rindió 1753 kg/ha, mientras que sobre maíz tardío y cultivo de servicio (centeno) el rendimiento del ensayo fue solamente 702 kg/ha”.

Los documentos completos de los diferentes ensayos de las distintas regiones CREA pueden verse en malezascrea.org.ar

“La cuestión es que la respuesta a la aplicación de herbicidas pre-emergentes fue en promedio de un 12% más de rendimiento de soja con antecesor maíz temprano y barbecho químico, y de un 30% de rendimiento cuando el antecesor fue maíz tardío y cultivo de servicio; en este segundo caso, la respuesta fue menos variable”, explicó un informe realizado por los CREA con una síntesis de lo que dejaron los ensayos de la última campaña.

Maíz tardío

En el ensayo realizado en cultivos de maíz tardío de la región Oeste Arenoso, la mayor parte de los testigos apareados presentaron alta frecuencia de malezas con buen control general de todos los tratamientos evaluados. “Sin embargo, el tratamiento comúnmente usado en la zona en pre-emergencia (Atrazina + S-Metolacloro) fue aquel con mayor frecuencia de malezas durante las mediciones en estadios vegetativos del cultivo; pero cuando se incluyó una aplicación de post-emergencia al manejo típico zonal de pre-emergencia, la frecuencia de malezas disminuyó hasta ser casi inexistente”.

Rendimiento de soja con y sin aplicación de herbicidas pre-emergentes sobre diferentes antecesores. CREA Centro. 2022/23

Se explicó que “a pesar de que las estrategias de control de malezas evidenciaron diferencias respecto del nivel de enmalezamiento medido como frecuencia de cada una de las malezas “driver” durante las etapas vegetativas y al momento de la floración del cultivo de maíz, no presentaron diferencias en el número de granos por metro cuadrado y sus subcomponentes. No obstante, el testigo sin aplicación de herbicidas (únicamente con un reseteo previo a la siembra con Glifosato + 2,4-D + aceite, compartido con los otros tratamientos) sí evidenció un valor menor de número de granos por metros cuadrado respecto del resto de estrategias que incluyeron herbicidas”.

Imágenes de las parcelas pertenecientes a diferentes estrategias de control de malezas, incluidos los testigos sin aplicación de herbicidas, en la etapa de encañazón del cultivo de maíz tardío

El trabajo, en el Oeste Arenoso concluyó: “Las diferencias entre el testigo sin herbicidas (2979 granos por metro cuadrado) y las estrategias con herbicidas (promedio de 3362 granos por metro cuadrado) fueron de un 13%. Las diferencias entre estrategias no se debieron al número de hileras por espiga, sino que al número de granos por hilera. Al ser destinado el cultivo para picado para silo, el peso del grano no fue medido, pero la competencia con malezas podría haber tenido también un impacto sobre ese componente del rendimiento al alterar las relaciones fuente/destino durante el llenado de los granos”.

 

Compartí esta noticia en: