Soja: la superficie hecha en siembra directa fue la menor en una década

Así se desprende del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires respecto a la campaña 2022/23. La menor adopción de la tecnología está relacionada principalmente con un incremento de labranza convencional a fin de controlar malezas y de descompactar suelos

 

Si bien nuestro país sigue siendo líder mundial en cuanto a superficie cultivada en siembra directa, la adopción de esta tecnología en soja durante la campaña 2022/23 arrojó la menor área en una década. Así se desprende del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (reTAA) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y en el informe se explica que la baja de hectáreas en SD está relacionada principalmente con un incremento de labranza convencional a fin de controlar malezas y descompactar suelos.

Hay que recordar que un informe similar de la BCBA pero apuntado al trigo arrojó también que en el ciclo pasado la adopción de la siembra directa fue menor a causa, en el caso del cereal, a las malezas resistentes y el aumento de los insumos.

El trabajo publicado por la Bolsa porteña que tuvo a la soja como eje persigue el objetivo de describir la adopción de tecnología en la campaña 2022/23. Y en ese sentido, la conclusión primaria fue que “la condición de sequía limitó el uso de tecnología en el cultivo y como resultado se registró un incremento del nivel tecnológico bajo en detrimento de nivel medio y, en menor medida, del nivel alto”.

Y se explicó: “En general, el uso de las variables tecnológicas analizadas en este informe mostró una reducción en relación con las campañas previas. Y si bien la fertilización fosfatada mostró una mejora, aún se encuentra por debajo de la máxima registrada hace diez campañas atrás”.

Una década

En lo que a la adopción de la siembra directa, se indicó que fue utilizada en el 91% del área sembrada de soja en la campaña 2022/23, “esto representa una disminución de 2 p.p. en comparación con la campaña anterior”. Y dicho valor es el menor de las últimas diez campañas analizadas. “A nivel de relevamiento de datos se detectó que la menor adopción de la tecnología está relacionada principalmente con un incremento de labranza convencional a fin de controlar malezas y de descompactar suelos. Para ello, se ha empleado maquinaria tal como rastra diamante, rastra cadenas y subsolador superficial”.

Adopción de siembra directa en soja por regiones. Campaña 2022/23. (% de área sembrada)

 

La siembra directa presenta diferentes niveles de adopción de acuerdo con las regiones productivas. La región con menor adopción fue el Norte de Santa Fe con el 72% (7 p.p. menor vs campaña 2021/22), vinculado con problemas de malezas resistentes y compactación de suelo. La misma situación se observó en el Centro de Santa Fe y Centro de Buenos Aires. En Entre Ríos se ha reportado labranza para combatir yuyo colorado. En la región Núcleo Norte se ha recurrido a labranza mínima para controlar malezas.

Una bajón

El Nivel Tecnológico es un concepto amplio que incluye el uso de tecnología tanto de insumos como de procesos. De la conjunción de estos aspectos surgen tres niveles de adopción tecnológica diferenciados: alto, medio y bajo. En la campaña 2022/23 la adopción de niveles tecnológicos en soja fue de un 30% de nivel alto, 62% de nivel medio y 8% de nivel bajo.

“En relación con la campaña previa, esto significa principalmente una disminución de 1 p.p. de nivel alto y de 5 p.p. del medio que se trasladaron al nivel tecnológico bajo. Si bien la fertilización mostró mejoras, otras variables tecnológicas muestran lo contrario. El uso de análisis de suelo disminuyó nuevamente retrocediendo a la adopción que mostraba hace cinco campañas atrás”, explicó la BCBA.

“La siembra directa presentó el menor valor desde la campaña 2010/11, perdiendo 5 p.p. de adopción desde entonces, como respuesta asociada principalmente al manejo de malezas de difícil control. Por otro lado, y excediendo el alcance de este informe, el retiro del mercado de ciertos eventos tecnológicos de semillas genera un retroceso en el manejo de adversidades como los insectos, para lo cual debe recurrirse a mayores aplicaciones de fitosanitarios a fin de controlarlos”, agregó el trabajo.

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