El presidente de la Asociación de Cooperativas Argentinas advirtió sobre los problemas que existen para la importación de fertilizantes y agroquímicos porque el Gobierno no aprueba las SIRA. Además, en su paso por Tres Arroyos en el marco de la gira explicativa de balance, analizó la actualidad de la ACA y el impacto que tuvo la sequía en la originación de granos de las cooperativas: la producción cayó alrededor de 8.000.000 de toneladas respecto a las dos últimas campañas
Amable y sencillo, en su paso por Tres Arroyos, el cordobés Rubén Borgogno aceptó utilizar el descanso entre las distintas presentaciones que se incluyen en la gira explicativa de balances de la Asociación de Cooperativas Argentinas y las tres entidades que conforman su grupo (La Segunda, Avalian y Coovaeco) para conversar con La Voz del Pueblo. Así, el presidente de la ACA luego de disertar en el salón de la Cooperativa Agraria donde estaban los representantes de las entidades cooperativistas del centro y sudeste bonaerense, hizo un repaso de lo que dejó la campaña 2022/23 castigada por la sequía histórica, pero también advirtió sobre un problema que puede surgir en caso de que, como los pronósticos indican, aparezca de una vez El Niño y se normalicen las lluvias en todas las regiones productivas.
– ¿Cuál fue el impacto que tuvo la sequía en los números de ACA?
– El impacto fue grande y hubo una fuerte caída en la originación de granos. En los dos últimos ejercicios habíamos superado las 24 millones de toneladas, y ahora con la sequía bajamos a 16 millones. Eso hizo que exportáramos menos, que tuviéramos menos actividad en los puertos, que era donde habíamos hecho una inversión grande en los últimos años.
– ¿Cuánto cayó la exportación de ACA?
– El año pasado, de los 24 millones de toneladas producidas habíamos exportado algo más de 8 millones, en este ejercicio fueron 4,5 millones las exportadas. También tuvimos una caída en la venta de insumos. Mientras que en el ejercicio pasado habíamos superado los 10.000 millones de pesos, en el que acabamos de cerramos la caída fue de un 15%.
– Ante este escenario, ¿cómo son los números que están presentando en esta gira explicativa?
– Como hacía muchos años no ocurría, la ACA tuvo un balance negativo. Estábamos mal acostumbrados, veníamos con todos los balances con buenos excedentes, con aumento en la originación. Pero lo importante, que es lo que se resalta en estas reuniones explicativas, es que el que dio negativo en casi 10.000 millones de pesos es el balance ajustado por inflación, pero el que nosotros denominamos balance histórico, el nominal, nos dio positivo en 29.000 millones de pesos.
Bien vale una aclaración en este punto, aportada por el contador Miguel Barreras, integrante de la Cooperativa de Cascallares y presidente de Avalian, quien explica que desde 2019, que es cuando más se aceleró la inflación, es obligatorio presentar los balances ajustados por inflación. ¿Qué quiere decir esto? “Que cuando se muestran los resultados vos no tomás el resultado nominal -lo que fueron ventas menos gastos-, que en el caso de ACA da positivo, o sea, vendió por más dinero del que gastó cuando pagó. Pero si bien ganó dinero, terminó perdiendo contra la inflación”. Entonces, pese a haber tenido un resultado nominal positivo que aumenta el patrimonio, no llegó a incrementarlo en un 116%, que fue la inflación entre julio de 2022 y junio de 2023, el período comprendido en el último ejercicio.
“A nadie le gusta mostrar un balance en el que figura una pérdida, pero eso es comparado contra la inflación, ACA está sólida y solvente”, aseguró Borgogno.
– ¿Tuvieron que frenar alguna inversión que tenían planificada?
– Sí, ante el año que se nos presentaba, entendimos que lo mejor era tener un buen manejo de los gastos. Entonces se bajaron las inversiones que se venían haciendo. ACA estaba invirtiendo alrededor de 50/60 millones de dólares por año y en este ejercicio se bajó a 36 millones de dólares. Y las que se hicieron fueron inversiones en obras que estaban empezado, y se terminaron: son los acopios en el NOA y el NEA, en Las Chuñas, en Chaco; y en Pampa de los Guanacos, en Santiago del Estero. Que era interesante terminarlos porque tienen desvío férreo y eso ayuda mucho, primero a no perder participación en las dos regiones y segundo para darle mercaderías al puerto de Timbúes, que fue una inversión grande y que este año ahí se perdió el plato. Porque no se pudieron cubrir los gastos, en definitiva, porque no había mercadería.
– ¿Cómo encara la ACA lo que viene en este contexto tan complicado?
– Las cooperativas en general, que son las que integran a la ACA, estaban más o menos bien paradas. Lógicamente que ahora ya te piden más financiación, porque en definitiva las necesidades arrancan desde el productor agropecuario. Yo lo noto en Cotagro, la cooperativa a la que pertenezco, y se da en todas en realidad: hay más pedidos de financiación. En ese sentido, desde ACA notamos que había pocas cooperativas con deudas con ACA, cuando lo común era lo contrario. Ahora es posible que empiecen a endeudarse de nuevo más cooperativas. Pero en general están bien. Y creo que si se corta la sequía de una vez, con estos precios que siguen siendo buenos, no debería haber complicaciones.
Y en cuanto a lo que son inversiones, al igual que este ejercicio que finalizó, vamos a estar todavía por debajo de lo que fueron los años anteriores. En realidad, estamos esperando que se dé el cambio de una vez en lo que tiene que ver con el clima, y que El Niño traiga las lluvias. Aunque ahí también podemos llegar a tener otro drama con el tema de los insumos.
– ¿Tienen problemas con el abastecimiento de insumos?
– Creemos que si el año termina siendo lo bueno que indican todos los pronósticos no nos van a alcanzar los insumos, sobre todo va a faltar fertilizante. Porque ahí entra el famoso tema de las SIRA (NdR: Sistema de Importaciones de la República Argentina), que es lo que estamos sufriendo hoy nosotros. Vos comprás el fertilizante pero corres el riesgo de que lleguen los barcos y no los puedas descargar porque no tenés el permiso. Es muy complicado trabajar así. Tener un barco parado en el puerto tiene un costo de alrededor de 30.000 dólares por día.
– ¿Pero eso es algo que ya está pasando o puede llegar a ocurrir?
– Es una situación que se está dando hoy. Y seguramente ya no se compre más. Hay algunas cooperativas que ya habían comprado gran parte del fertilizante y los insumos para la gruesa, pero otras no lo hicieron. Entonces, si viene un buen año va a faltar fertilizante, tanto los nitrogenados como los fosforados. Hoy el riesgo es muy grande, es comprar sin saber si los vas a poder descargar, y a eso se le suma que cuanto más tiempo pase, tampoco te van a dar los tiempos para aplicarlos, porque no es algo que llega de un día para el otro. No es sólo un problema de ACA, obviamente, todas las empresas están en la misma situación. Es una pena sobre todo pensando en los maíces.