Así lo aseguró Leandro Storti, integrante de Irrisur, firma representante de Valley en el sudeste bonaerense, empresas que este miércoles realizarán una jornada técnica y demostrativa en el campo de la familia Caletti, en Barrow
“Impacto del riego por pivote en cultivos de la zona” es el título que la firma Irrisur, representante de Valley en el sudeste bonaerense, le puso a la jornada técnica y demostrativa que realizará este miércoles en el campo de la familia Caletti, en cercanías de Barrow. “Al riego lo definimos como un puente para lograr con planteos conservadores rindes aceptables y estabilizados en zonas de suelo con tosca, por ejemplo”, explicó el ingeniero Leandro Storti.
El agrónomo trabaja desde hace 30 años en la región con sistemas de riego y es junto a su colega Leandro D’Onofrio integrante de Irrisur, y quienes además disertarán en la jornada que está programada de 9.30 a 13.30 horas y con entrada libre y gratuita. Tras la buena repercusión que tuvo la jornada en 2023, la firma decidió repetir el evento este año. El campo elegido tiene que ver con que la familia Caletti incorporó un equipo nuevo hace un par de años y es una muy buena vidriera para mostrar los resultados y el manejo en planteos con sistema de riego.
Estabilidad
Si bien los resultados buscados varían según la zona en la que se suma un equipo de riego al planteo, el objetivo de cualquier productor y empresa de incorporar esta tecnología es el mismo: “Todos buscan facturar más y estabilizar la producción en valores altos. Por ejemplo, el regante más antiguo de esta región es la familia Cameron, de Pieres (partido de Lobería), y me dicen que están facturando entre 4 y 5 veces más que si no tuvieran riego. Porque hacen convenios con semillas de maíz, maíz dulce, pastura para semillas, y tienen ocho equipos en funcionamiento”, cuenta el ingeniero Storti.
“En esta región hay muchos productores haciendo el maíz de choclo también, se llevan la espiga completa y te lo pagan con kilos de maíz, como si estuvieras cosechando un maíz de 20.000 kilos. Además, los semilleros te contratan la tierra más el equipo, o ponen ellos el equipo, y son negocios con que le sacás 1300 o 1500 dólares la hectárea. Se pueden hacer distintos negocios. Depende de la zona también”, describe.
En este sentido, el “mundo papa” es algo a parte. “Para todo lo que es papa industria se busca este tipo de riego por la calidad de aplicación, que se traduce después en calidad de producto. La forma, el tamaño, la sanidad… El riego es determinante”, indica el ingeniero.
Y si hablamos de campos con limitantes, con tosca casi en superficie, Storti define al riego “como un puente para lograr con planteos conservadores rindes aceptables y estabilizados”.
“La clave está en el manejo que se le da al riego. No querer regar 400 milímetros, si no aplicar un milimetraje acotado para lograr que el cultivo convierta cada milímetro en la mayor cantidad de materia seca posible”, agrega. “Y hacer planteos más conservadores, y rotaciones. Que el equipo se mueva en tres o cuatro posiciones para no regar siempre el mismo lote”, completa.
Para el ingeniero, el riego aparece como una posibilidad más que interesante para armar proyectos en suelos con tosca, donde si la calidad del agua no es óptima “con cuidado se puede manejar” y con caudales que son aceptables.
Directo al grano
“El riego es la única herramienta del campo que te aumenta la producción. Vos regando vas a sacar más kilos. Con otro tipo de maquinaria vas a sembrar o cosechar mejor, pero lo que te incrementa el número es el riego”, dice Storti. “Y los equipos de riego en comparación con la maquinaria han aumentado menos. Hoy un proyecto, un equipo más motor y bomba está entre los 200.000 y 250.000 dólares”, agrega.
En cuanto al costo de cada milímetro aplicado, el número depende de la fuente de energía. “Para hacer funcionar el equipo con motor de diésel, el costo histórico es de un dólar por milímetro. Mientras que hacerlo con electricidad de red es mucho más bajo, menos de la mitad, ronda los 40 centavos”.
El programa
La jornada se compone de charlas técnicas y luego una recorrida por los cultivos bajo riego, que en esta oportunidad son girasol, maíz de primera y maíz tardío. Las disertaciones estarán a cargo del ingeniero Gustavo Thiessen, quien abordará cuestiones relaciones al cultivo de maíz; los ingenieros Storti y D’Onofrio, quienes se referirán a las características de los equipos y los aspectos relacionados a la aplicación del riego; para cerrar con la charla del ingeniero Juan Gurruchaga, asesor de la familia Caletti.