Pese a que todo indica que la fina arrancará con muy poca agua en el suelo, el ingeniero Francisco Di Pane no tiene dudas: “Se sembrarán ciclos largos e intermedios-largos en su fecha ideal, con o sin humedad”
A poco más de un mes del comienzo de la campaña fina, una amplia zona de la región está padeciendo la falta de agua. Y si bien en caso de registrarse lluvias en las próximas semanas algo de humedad acumularán los perfiles, es muy difícil que el inicio de la siembra se dé con los suelos recargados en porcentajes cercanos a los óptimos.
De todos modos, pese al contexto actual y a las proyecciones poco optimistas -el pronóstico trimestral abril-mayo-junio no anuncia precipitaciones relevantes-, el ingeniero Francisco Di Pane no tiene dudas sobre las decisiones que tomará el productor respecto al trigo: “Se sembrarán ciclos largos e intermedios-largos en su fecha ideal, con o sin humedad”.
El investigador de la Chacra Experimental Integrada Barrow, ganador en marzo de la Espiga de Oro, explica: “Lo que hace siempre el productor, y que no está mal, es sembrar igual independientemente de cómo esté el suelo. O sea, salvo que sea una sequía muy extrema, en general con seca o con el suelo relativamente seco en la parte superficial, siembra igual a fin de mayo, principio de junio o durante todo junio”.
Y agrega: “Prefiere sembrar y no esperar lluvias, porque cuando llueve en nuestra zona, si te caen 30 o 40 milímetros te generan un atraso en la siembra de hasta 15 o 20 días. Entonces, si bien te pueden recargar el perfil, tal vez no podés volver a meter la sembradora hasta mediados de julio”.
Cuando se atrasa la siembra, además, entran a jugar temas logísticos y de provisión de semillas, que se vuelven en contra del productor. “En esta región la disponibilidad importante es de variedades largas o largas e intermedias, no hay demasiado volumen de semillas de ciclo corto para conseguir, por eso cuando se atrasa la siembra, se siembran los mismos cultivares pero tarde”, indica con el respaldo que le dan más de dos décadas en Barrow, analizando y trabajando en la Red de Ensayos de Trigo.
“El productor de esta región maneja entre 6 y 8 variedades y son las que va a sembrar. No va a cambiar por ciclos cortos”, asegura.
Niña cebada
Otro aspecto que tendrá la campaña fina que está a semanas de comenzar es que hay muchas posibilidades de que se desarrolle bajo un evento La Niña. “Cuando eso ocurre (La Niña) el productor se vuelca un poco más a la cebada, porque es mucho más segura, empieza a llenar antes y tenés menos dependendiente de las lluvias de noviembre, que a veces no llegan a tiempo para el trigo”, comenta.
Si bien es muy aventurado darlo como algo ya decretado, también habrá que ver cómo queda el precio de la cebada forrajera -hoy está bajo-, la experiencia indica que en años La Niña la cebada le saca ventaja al trigo.
“Nuestra zona tiende a tener buenos rendimientos en cebada en ese tipo de años, y cuanto menos llueve más se amplía la brecha entre cebada y trigo”, completa.