Aftosa: la vacuna tetravalente atrasa

Para Jorge Dillon, ex presidente del Senasa, desde lo técnico no hay polémica. Argentina puede y debe aplicar la vacuna con dos cepas. Y empezar a pensar en dejar de inocular

Con contundencia técnica y claridad docente, el médico veterinario Jorge Dillon abordó la cuestión “aftosa” desde el costado que importa, el inmunológico. Y echó luz después de días de tanta polémica en torno a la decisión del Gobierno de autorizar el uso de la vacuna bivalente. ¿Por qué en Argentina se aplica la vacuna tetravalente? ¿Podemos usar la bivalente? ¿Hasta cuándo vamos seguir vacunando? En una charla exclusivamente técnica en Mañanas de Campo, el ex presidente y director del Senasa, despejó varios interrogantes.

“Más allá de que el anuncio de la semana pasada fue más político que técnico, el argumento técnico de utilizar la vacuna bivalente es sólido. Esperemos que Senasa publique la resolución que establezca cómo va a ser este proceso, posiblemente autoricen una bivalente y posteriormente eliminen de la vacuna los dos serotipos que estamos aplicando hoy, que creo que ya a esta altura está más que bien dejarlos de utilizar”, explicó en el comienzo.

– ¿Por qué la Argentina es uno de los pocos países que aplica la vacuna tetravalente?

– Hay que hacer un breve repaso. En diciembre de 2004 me tocó presidir una reunión de la Comisión Nacional de Lucha contra la Fiebre Aftosa, nosotros veníamos del brote de 2000 y 2001, estábamos muy susceptibles con eso, y el país se hubiera “incendiado” si no poníamos en la vacuna el C 3 Indaial que había aparecido en Brasil y para nosotros era una potencial amenaza, sin duda alguna.

Entonces decidimos incorporarla. Con el correr del tiempo, el virus nunca más apareció. Pasaron los años y la verdad que es un virus que al mundo es exótico, porque no existe en ningún otro país el virus C 3 Indaial.

Ya hemos discutido en más de una oportunidad en las reuniones de la Comisión de Lucha contra la Fiebre Aftosa a nivel sudamericano, que nosotros teníamos que dejar el virus C tal cual lo hizo en su momento Brasil. Entonces, me parece que está bien dejarlo en un banco de antígenos y vacunas por las dudas, pero no utilizarlo más en una vacuna.

Respecto al A 2001, nosotros tuvimos una gran epidemia entre julio de 2000 hasta enero de 2002, que nos llevó puestos con 2.563 focos que fueron denunciados, y eso obviamente nos marcó mucho. Mientras que Uruguay tuvo 2.057 focos entre octubre de 2000 y agosto de 2001, y sin embargo no utilizó el A 2001. Con el A 24 Cruzeiro hizo una doble vacunación en tres meses y definitivamente el virus desapareció de Uruguay, de la misma manera que hace años desapareció de Argentina. Nosotros no tenemos ese virus.

Y lo mismo pasó con Brasil, también tuvo focos de A, sin embargo utilizó el A 24 Cruzeiro, pero no utilizó el A 2001 y tampoco tiene más focos. Entonces me parece que es el momento oportuno de retirar estos dos serotipos. Técnicamente estoy de acuerdo.

– Hablamos de Uruguay y Brasil, ¿qué pasa en Bolivia y Paraguay?

– Bolivia y Paraguay no utilizan tampoco la A 2001 ni el C Indaial, y sin embargo son libres con vacunación. Bolivia ya casi va a ser libre sin vacunación. Mientras que Brasil, en un año más va a tener prácticamente el 80, 90% de su hacienda libre sin vacunación.

Pero además, que nosotros retiremos esos dos serotipos también es un mensaje para el mundo: “señores, no tenemos miedo, nosotros estamos muy tranquilos con nuestra cobertura vacunal y nuestra no circulación del virus”.

Argentina hace muestreo todos los años religiosamente, no sólo porque le conviene al país hacer una vigilancia activa, sino porque aparte se le exige la OMSA y se lo exige China, que inclusive le pide que deje de vacunar terneros y que entre los seis y los 12 meses los sangre para ver si tienen reacción a la enfermedad. Y no lo encontramos.

Con lo cual tenemos un muestreo robusto en Argentina todos los años que certifica que no tenemos circulación viral y tenemos muy buena protección.

– Digamos que nos enamoramos de la campaña de vacunación y dejamos de ver la inmunología, que en definitiva de eso se trata todo esto.

– Sí, efectivamente. Yo me acuerdo que durante toda mi gestión en Senasa, ya sea como director o presidente, desde 2005 a 2017, no faltó reunión internacional que me dijeran “che, pero ustedes mintieron en 2000 y 2001”. Y eso cuesta mucho sacárselo de encima y hace que todavía pensemos que hay que seguir vacunando porque total somos libres y podemos penetrar en los mercados.

Señores, Uruguay penetra en Corea y penetra en Japón, y nosotros no lo podemos hacer. Y creo que mucho tiene que ver que en su momento mentimos. Uruguay demuestra ser un país más serio que nosotros en ese sentido.

Entonces, hay que pensar en un programa -que lleva sus años-, para dejar de vacunar, y hay muchas cosas que se tienen que atender, no sólo el fortalecimiento del servicio veterinario oficial, sino el resto del sistema sanitario nacional. Y los veterinarios privados, los productores mismos como dueños de los animales, juegan un rol fundamental.

Hay que notificar enfermedades vinculadas con fiebre aftosa, porque el mundo no nos cree, dice “pero como ustedes no tienen ninguna notificación de una enfermedad compatible con aftosa”. Y eso es porque todos tienen miedo, y no hay que tener miedo, hay que aplaudir al productor que denuncia, lo mismo que al veterinario privado. Es algo bueno, es saludable para el país.

Hay que entender, además, que alta la percepción de riesgo que tienen los países que no vacunan contra aftosa respecto a los países que tienen vacunación. La Unión Europea el año pasado se plantó en la Organización Mundial de Sanidad Animal ante la propuesta de Argentina de que “el libre es libre” y le dijo: “no muchachos, el riesgo existe”. Y fíjate que acaba de aprobar un certificado veterinario internacional para embriones bovinos de hembras vacunadas de fiebre aftosa que se van a poder ir a Europa, pero el semen tiene que ser de un animal autorizado por Europa.

Señores, tenemos que dejar de vacunar en algún momento porque nos vamos a quedar solos en Sudamérica junto con Venezuela, y la verdad es que no quiero esa distinción.

– Habría que aprovechar ese buen funcionamiento que han tenido las fundaciones contra la fiebre aftosa, este convenio entre privados y Estado, y enfocarse en otras enfermedades que tenemos, que son zoonosis, y a las que les damos menos importancia que la aftosa.

– Creo que sí. En primer lugar la aftosa es la enfermedad paradigmática del mundo. Vos erradicas aftosa y obviamente demostras que tu servicio veterinario es capaz y fundamentalmente es capaz de detectar rápidamente un problema y conjurarlo. Y a eso no hay que tenerle miedo. ¿Puede aparecer aftosa en algún momento? Sí, le pasó Inglaterra, a Japón, a muchos países. Pero si la detectan rápido y la conjuran, se acabó el asunto. Así, demostramos solidez en el sistema sanitario y por supuesto podemos abordar un montón de otras enfermedades.

Infosudoeste

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