El consultor Diego de la Puente, director de Nóvitas, disertó invitado por la Cooperativa de Cascallares y les dejó tarea para el hogar a los productores. “Hoy no se puede estar distraído, porque las oportunidades el mercado las da por momentos”, advirtió
Los más de 40 productores que participaron de la disertación de Diego de la Puente en el Complejo de la Cooperativa de Cascallares se llevaron deberes para hacer en casa. Porque en casi dos horas de presentación, el director de Nóvitas, les dijo en varias oportunidades que ni el mercado de granos a nivel mundial ni la agricultura como negocio eran igual al pasado cercano.
“Los mercados de granos ya no son mercados de tendencia, ahora son mercados de pulsiones. Entonces tenemos que estar muy atentos a las oportunidades que nos pueden dar, que serán momentos”, dijo primero.
“La agricultura, que fue durante muchos años un negocio financiero, hoy dejó de serlo. Ha vuelto a ser un negocio productivo. Entonces tenemos que ser eficientes porque los errores ya no se van a poder tapar con una buena decisión financiera”, agregó después.
En guerra
En primer término, el analista del mercado granario hizo un paseo por la historia bélica del mundo, para fundamentar su idea de que, producto de la guerra entre Ucrania y Rusia, y el conflicto en Medio Oriente e Israel podríamos estar transitando “la Tercera Guerra Mundial, o de mínima en algo que es inédito: nunca en la historia moderna tuvimos dos conflictos bélicos en diferentes lugares del mundo en simultáneo y con tantos países involucrados”.
En ese contexto describió el comportamiento que han venido teniendo los mercados financieros y de granos y las distintas consecuencias que han producido en las economías de la grandes potencias. Sumado a lo que ocurrido a partir de la pandemia generada por el Covid.
Corazón de piedra
Uno de los aspectos que han cambiado en los últimos años es el patrón de comportamiento justamente de los mercados de granos. Era común escuchar tiempo atrás en el anuncio de una disertación de un especialista sobre lo que podía deparar el mercado granario que se iba a referir “a las tendencias”. Hoy, salvo casos excepcionales, el mercado no se rige por tendencias.
“Ya no son más mercados de tendencia, son mercados de pulsiones. Son como un corazón de piedra que no late. Y de repente empieza a latir. Y cuando está latiendo, vos tenés que latir con él”, graficó De la Puente.
“El mercado ahora se mueve por momentos y si yo estoy distraído, la oportunidad se me va”, explicó. Esto puede variar en situaciones en los que la suba o la baja esté motivada por cuestiones profundas “que afecten los fundamentos, sino es un mercado de pulsiones, que son momentos, y si no estuviste atento, cambia y la perdiste”, insistió.
En este sentido, y tras indicar que en el agro el negocio se encuentra reducido por el aumento de los costos y la poca rentabilidad que ofrecen las cotizaciones de los granos, contó -mientras exponía distintos gráficos- que los bajos precios que tienen los granos hoy están en pisos históricos si se los toma a valores reales. Entonces no habría mucho margen para que siguieran bajando.
“En la Argentina la agricultura dejó de ser un negocio financiero y volvió a ser un negocio productivo. Entonces hay que ser muy eficientes al producir”, explicó el director de Nóvitas
Y en relación a estos valores, dijo que el movimiento de las tasas de interés en Estados Unidos ejerce una presión negativa para el mercado granario, debido a que genera un aumento en el precio del dólar.
Entonces, volviendo a las pulsiones y oportunidades, manifestó que “ya se empieza a sentir que habrá un cambio. Cuando empieza a latir (el corazón de piedra) tenés que estar preparado”.
En el lote
Para muchos productores eso puede ser una complicación extra, es decir, la necesidad de tener un ojo puesto en los mercados para captar la oportunidad. Ahora bien, para De la Puente tiene también otra complejidad. “Esto se da en un contexto en el que en la Argentina la agricultura dejó de ser un negocio financiero como lo fue durante muchos años. Ha vuelto a ser un negocio productivo. Entonces tenemos que ser eficientes, porque la ineficiencia o los errores productivos no los va a solucionar una devaluación o una buena decisión financiera”.
Conclusión: el director de Nóvitas no deja margen para el error: “Hoy tenemos que ser eficientes productivamente y buenos comercialmente”.