A la larga se termina cosechando más

De cara al inicio de la nueva siembra, el ingeniero Francisco Di Pane presentó los resultados de la RET de trigo que conduce en Barrow. También repasó la estadística de las últimas campañas, que marca la preferencia del productor por los materiales de ciclo largo: “En años buenos rinden muy parecido a los cortos; en años malos responden mejor”, explicó

Como es habitual en los días previos al inicio de la campaña fina, el ingeniero Francisco Di Pane, responsable del programa de Mejoramiento de Trigo Pan de la Chacra de Barrow y también quien está a cargo de la Red de Ensayos de Trigo (RET) del INTA en la experimental -evalúa los cultivares comerciales que tiene a disposición el productor de la región-, presentó los resultados de la RET del ciclo previo. Pero además, exhibió la performance de los materiales en los últimos cuatro años, como para brindar un panorama más amplio y dotar a los chacareros de más información.

“En general trato de agrupar los últimos años de algunos cultivares y ver cómo se comportaron para hacer un promedio y ver cuál anduvo mejor con y sin fungicida. Y ahí se aclaran un poco más los resultados. Porque si ves únicamente los resultados de la última campaña, estás viendo una foto”, explicó Di Pane antes de disertar invitado por la Cooperativa Agraria de Tres Arroyos.

Di Pane, ganador de la Espiga de Oro en la última edición de la Fiesta Provincial del Trigo, disertó en una jornada organizada por la Cooperativa Agraria de Tres Arroyos

“Muchas veces materiales que siempre están segundos o terceros o quintos, en realidad terminan estando primeros en ese promedio general y son muy interesantes para tenerlos en cuenta porque demuestran muy buen rendimiento y muy buena estabilidad a través de los años”, agregó el ganador de la Espiga de Oro en la última edición de la Fiesta Provincial del Trigo.

Si bien el ingeniero evita recomendar materiales puntuales porque, con lógica, indica que “cada productor tiene su escenario”, no tiene dudas de qué ciclo de madurez funciona mejor en estos campos. “El 80% de los productores a nivel nacional hacen ciclos intermedios y largos. Y la práctica nos está dando que lo más seguro es ir a ciclos largos. Porque logran acumular mucha materia seca durante todo su ciclo de macollaje y eso hace que resistan mejor la falta de agua al final del ciclo”, comentó.

En las últimas campañas, que con Niña y con Niño faltó el agua en noviembre, los ciclos largos se defendieron mejor. “Cuando hay una seguridad o cierta probabilidad de que faltarán lluvias al final del ciclo, hay que apostar a los ciclos largos”, aseguró.

“En año con una seca en noviembre, los resultados van a ser malos, pero cuando los medimos con un ciclo corto, la comparación siempre da a favor de los ciclos largos”, agregó.

“Los datos que nos va dejando la RET con el paso de los años es la tendencia que tiene el productor por utilizar variedades de ciclo largo. Y tiene toda la razón en hacerlo. Los ciclos largos en años buenos rinden muy parecido a los cortos, mientras que en los años malos responden mejor”, completó Di Pane.

Inicio seguro

Tras las lluvias de abril que recargaron los perfiles, las expectativas respecto al comienzo de la campaña han mejorado notablemente. “Con estas precipitaciones el productor siembra mucho más tranquilo y el cultivo tendrá un inicio más seguro”, dijo.

Francisco Di Pane, responsable del programa de Mejoramiento de Trigo Pan de la Chacra de Barrow y también quien está a cargo de la Red de Ensayos de Trigo (RET) del INTA en la experimental -evalúa los cultivares comerciales que tiene a disposición el productor de la región-

“En general, los suelos de Tres Arroyos que tienen un perfil de entre 40 y 80 centímetros, nunca pueden acumular más de 120 milímetros. Eso asegura llegar bien a septiembre. Entonces, cuando el cultivo empieza a mediados de octubre a levantar, comienza a necesitar lluvias más continuas y seguras para llegar a un buen llenado”, comentó el ingeniero.

Al que madruga…

En tanto, Di Pane comentó que, más allá de lo que ocurre en nuestra región, a nivel nacional se observa una tendencia a adelantar las fechas de siembra. “El productor está empezando a sembrar hacia fines de mayo y muchas veces a mediados de mayo. Inclusive en Pringles algún productor lo está haciendo a fines de abril”, dijo.

“Ante el adelantamiento de las fechas hay que tener mucho cuidado con las heladas tardías”, advirtió.

Los datos de la RET, no sólo a nivel regional, sino también en el espectro nacional, marcan que “el productor está buscando materiales que se adaptan a su sistema, que sean rendidores en su ambiente y también sanos. En general se está normalizando o protocolizando una aplicación temprana para la roya amarilla. Teniendo la posibilidad de sembrar trigos sanos sería interesante evitar la aplicación para no utilizar un agroquímico cuando no es necesario”, agregó.

Por último, el ingeniero destacó que el productor “debe seleccionar el cultivar que va a sembrar, conocer el manejo adecuado que demanda, si va a necesitar mucho nitrógeno, si será necesario un fungicida. Eso es imprescindible para que no lo sorprenda un imprevisto, llegue tarde con la aplicación, y pierda kilos. Es fundamental tener un buen asesoramiento y así poder ubicar a los cultivares en los ambientes adecuados”, finalizó.

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