La ingeniera Natalia Carrasco, directora de la CEI Barrow, repasa la actualidad de la experimental en un contexto complicado desde lo presupuestario. Para enfrentar la falta de recursos, se reforzó el trabajo en equipo y sobre todo la interacción con el Consejo Local Asesor, integrado por las entidades, instituciones y los municipios de su área de influencia
– ¿Qué balance haces de tus primeros 10 meses de gestión como directora de la Chacra?
– El balance es positivo porque pude poner en práctica la propuesta del plan de gestión que presenté en el concurso abierto del que participé y que terminé siendo elegida. Y un poco la propuesta del plan era trabajar articuladamente, y eso es lo que desde septiembre estamos haciendo. No solamente acá, en forma interna, sino con las entidades, las instituciones, las empresas, los productores; y estamos recorriendo ese camino.

– ¿Por qué entendiste que era necesario reforzar el trabajo articulado?
– Básicamente porque hoy las problemáticas del agro son complejas, las demandas del medio son complejas, y entonces uno no puede abordarlos solo. Días atrás tuvimos una capacitación de biopreparados, y en esa jornada interactuó el INTA, con el Ministerio, el Banco Provincia, la Casa Taller del municipio. Esa es la idea, porque las problemáticas además las tenes que empezar a abordar de diferentes miradas, no solamente productivas, sino también desde lo social por ejemplo.
– Más allá de tu plan, en el inicio de tu trabajo como directora, en el día a día, habrán empezado a surgir los imprevistos.
– Por supuesto, siempre van a surgir, es parte de la gestión también. Pero en realidad lo que fuimos haciendo desde el principio fue un poco más de trabajo interno. Trabajamos más fuertemente adentro de los equipos y también con el Consejo Local Asesor, en el que participan las diferentes instituciones, entidades del agro, los cuatro municipios que conforman el área de influencia de la Chacra, y entonces ellos son quienes nos van aconsejando en el accionar, qué podemos hacer, hacia dónde ir.
– La idea es que de esas reuniones surjan líneas de trabajo conjuntas.
– Exactamente ¿Esto qué significa? Significa poner la Chacra al servicio del agro y la comunidad, es básicamente eso.
– ¿Y las demandas de los cuatro distritos son distintas?
– Hay demandas en común, como los problemas con el agua del riego y los problemas de conectividad, y que si bien es algo en lo que nosotros no tenemos injerencia, surge en las reuniones. Y después cada distrito tienen problemáticas o demandas más puntuales, por ejemplo, San Cayetano últimamente nos demanda más en lo que es ganadería; Dorrego más en lo que es la producción olivícola.
– ¿Cuál es la situación presupuestaria actual de la Chacra?
– La situación nos ha llevado a tener un ajuste de actividades. Es decir, de todas las que teníamos programadas algunas no se han podido hacer. Lo que hicimos como parte de ese trabajo interno y con el Consejo Local fue tener discusiones con todos los profesionales y con todo el personal para definir qué actividades que estaban planificadas había que hacerlas sí o sí, y cuáles podíamos dejarlas en pausa por el momento. No significa que las vayamos a abandonar.
Una vez que nosotros, en base a una discusión de cada grupo de trabajo definimos las tareas que eran prioritarias y se lo presentamos al Consejo. Y estuvo muy bueno porque justamente el rol del Consejo es ese, es analizar de acuerdo a lo que demanda el medio, qué acciones debían realizarse.

– Por ejemplo los ensayos de larga duración que se llevan realizando hace más de 40 años.
– Exacto, ese era uno de los que estaba muy en duda, porque demanda un monto de dinero de base muy alto. Entonces ahí lo que se hizo fue una solución más de compromiso, donde la mesa de CLA dijo “nosotros consideramos que esto tiene que seguirse así”, por lo cual también tomará un compromiso de insumos que necesitemos.
Quiero destacar el fuerte compromiso por parte de las instituciones y también de los municipios, que están representados por el área de producción, que entendiendo la situación, sabiendo que son parte de todo esto, se generó una muy buena sinergia de trabajo conjunto.
– Esa interacción es beneficiosa para todas las partes.
– Sí, y es un poco la idea también de articular. Porque además de nosotros seguir lo que nos marca la demanda, saber que las instituciones nos respaldan y nos dicen “esto continualo, lo necesitamos y vamos a buscar la manera también de que se siga”, es un espaldarazo enorme. Porque sabemos que lo que estamos haciendo les interesa y nos quieren acompañar. Y también nos permite buscar alianzas, trabajar con cooperativas, con instituciones, o con diferentes empresas.
– ¿Y cuál es el desafío que tenés de acá en adelante?
– Mi desafío es continuar fortaleciendo estas alianzas y por ahí también instalar un poco esta manera de trabajar en permanente interacción el medio. Nosotros no podemos ya trabajar aislados y los de afuera tampoco pueden estar ajenos a nuestras investigaciones. Los municipios, las entidades, las instituciones, las empresas, no pueden trabajar aisladas. Entonces la idea es seguir instalando esta manera de trabajar más en conjunto y a partir de ahí, seguro van a surgir nuevas demandas para trabajar y lograr aportes para el agro y la comunidad.