Por la fuerte caída productiva, en la campaña 2022/23 se registró un aumento del porcentaje de reposición de nutrientes respecto al ciclo previo. A nivel nacional, en nitrógeno y azufre sigue extrayéndose más de lo que se aplica. La región de Tres Arroyos es una de la que más fertiliza
En la campaña 2022/23 se registró un aumento del porcentaje de reposición de nitrógeno, azufre y fósforo en comparación con la campaña anterior, lo que hizo que a nivel nacional mejorara el balance de nutrientes de los suelos respecto al ciclo previo. Es decir, se aplicó más a través de la fertilización de lo que se extrajo vía cosecha de granos, esto debido a que la histórica sequía generó una merma récord de producción. Esa es la conclusión general que surge del relevamiento de “Balance de Nutrientes” realizado con los datos de la campaña pasada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

“El porcentaje de reposición de nitrógeno, azufre y fósforo aumentó en comparación con la campaña anterior, sin embargo, los valores de reposición de los dos primeros siguen siendo menores al 100% a nivel nacional, lo que indica que se están extrayendo más nutrientes de los que se están reponiendo”, indica el trabajo.

En cambio, la reposición de fósforo mostró un aumento considerable, “resultando en un balance positivo”, agrega.
Para completar con los motivos que hubo para llegar estas cifras. “La producción y la extracción de nutrientes se vieron gravemente afectadas por las escasas precipitaciones acumuladas, lo que impactó directamente en el balance de todos los nutrientes”.

Al poner la lupa sobre las distintas zonas productivas, saltan claras diferencias entre las cantidades y los fertilizantes incorporados. “En algunas regiones se observaron valores iguales o superiores al 100% para determinados nutrientes. Esto se debió principalmente a que, en el balance de nutrientes, el componente extracción fue menor al componente de aporte, debido a la merma en la producción. En otras zonas, el balance sigue estando muy por debajo del 100%, indicando su baja o nula fertilización”, indica la BCBA.
En tanto, al revisar los archivos de los informes similares realizados en la finalización de las últimas campañas, la entidad señala: “Se puede observar que el balance de nutrientes marca una clara tendencia hacia estrategias de producción más sustentable para los ecosistemas. Sin embargo, y a pesar de esta tendencia, la extracción de nutrientes sigue siendo mayor que el aporte, dando como resultado un balance negativo”.

Durante la campaña 2022/2023, se produjeron 81,4 millones de toneladas de granos siendo esta cifra menor a las dos campañas anteriores. La extracción de nutrientes (N+P+S) fue un 36% inferior a la campaña 2021/22. Por otro lado, el consumo de fertilizantes alcanzó las 3,58 millones de toneladas (3,6 millones de toneladas), representando una disminución del 21% con respecto al año anterior.
“El balance de nutrientes puede ser expresado como porcentaje de reposición, el mismo representa los kilogramos de nutrientes que se reponen por cada 100 Kg extraídos. En la campaña 2022/23, el porcentaje de reposición de nitrógeno, fósforo y azufre (NPS) fue del 88%”, indica la Bolsa de Cereales.

“Si bien el valor de incorporación de nutrientes disminuyó versus la campaña pasada debido a la caída en el consumo de fertilizantes, en proporción; la caída en los nutrientes extraído por caída de los rendimientos fue mayor”, agrega.
“Como resultado a esto, se vio un impacto en un crecimiento en el porcentaje de reposición de nutrientes. Aunque este valor refleja un déficit a nivel nacional, debido a que la reposición sigue siendo menor que lo extraído, se observa una mejora significativa en el equilibrio de nutrientes en comparación con los años anteriores”, destaca el informe.
Al revisar los porcentajes surge que en regiones del norte del país y San Luis, presentan los valores más bajos de reposición, “lo que se atribuye principalmente a la escasa o nula fertilización en esta región”.
Por otro lado, existen regiones donde el porcentaje de reposición relativa supera el 100%, es decir que el aporte de nutrientes fue mayor a la salida. “En este caso los valores máximos se encuentran en Zona Núcleo, Entre Ríos y Santa Fe, donde la extracción, por rendimientos menores por cuestiones ambientales, se vio comprometida en dicha campaña”, se explica.
En el caso de Tres Arroyos y su zona de influencia se observa que se incorporó más nitrógeno y fósforo del que se extrajo vía cosecha; mientras que en el caso del azufre el desbalance fue notorio.