En el marco de la Expo Rural 2024, la cabaña de Serafín Sillero -ubicada en El Perdido- arrasó con los premios de las categorías menores. En Angus logró el Mejor Ternero Colorado, la Tercera Mejor Ternera Negra y la Tercera Mejor Ternera Colorada; y en Hereford, el Segundo Mejor Ternero
Habían pasado unos pocos minutos de que Quequén Sur había hecho historia en la pista de Palermo y Serafín Sillero, su fundador, estaba claro, no caía. El cabañero todavía no tenía real dimensión de lo que había pasado durante las diez frenéticas horas de juras de terneros y terneras Angus y Hereford. Con sencillez y amabilidad recibía las felicitaciones de todo el mundo ganadero y devolvía una sonrisa. Cero euforia.
“¿Si fue un día soñado? La verdad que sí, más bien fue un día inesperado. Tuvimos unos resultados espectaculares. No los esperábamos”, comentó dándole un poco la razón a su pasividad externa.

Tampoco mostraba euforia Germán, su papá y mentor de su hijo en esto de las vacas, que fue el que se encargó de ir a comprar unas latas de cerveza para festejar con el equipo de trabajo de la cabaña creada en El Perdido, Coronel Dorrego, en 2011.
Quequén Sur fue un aluvión de premios durante la jornada de ayer en Palermo en el marco de la Expo Rural 2024 y seguramente no es algo que ellos dos pudieran asimilar tan rápidamente. En Angus la cabaña logró el Mejor Ternero Colorado; la Tercera Mejor Ternera Negra; la Tercera Mejor Ternera Colorada. Mientras que en Hereford se quedó con el Segundo Mejor Ternero.

Un día histórico por dónde se lo mire. Cuatro banderas colgaron en el galpón en una misma jornada. Habría que revisar a fondo los archivos para encontrar logros similares.
“La verdad que no lo esperábamos, son cosas que pasan. Uno hace el laburo y a veces te va bien, a veces te va mal. Lo importante es que fue una muestra muy pareja y podía tocarle a cualquiera. Nosotros somos una cabaña chica, no venimos con tanta expectativa como algunas más grandes, y esto para los chicos que trabajan es buenísimo. Nos pone muy contentos”, dijo Serafín con moderación.
Terneras sorpresa
Al ponerse analizar cada una de las banderas obtenidas en la jura de Angus, el cabañero reconoció: “No teníamos tanta expectativa con las terneras que terminaron saliendo terceras, porque la verdad es que hay unas terneras impresionantes, nos habían tocado categorías difíciles, pero salió así. Fue bastante sorpresa”.

Al tiempo que contó que le habían puesto varias fichas al ternero. “Al animal que más fe le teníamos era el ternero que entró después. Aunque en todas las categorías los primeros tres pueden ganar, es un tema más de criterio del jurado a veces, y nos tocó a nosotros”.

En cuanto al Hereford, raza en la que en Palermo la cabaña ya había festejado a lo grande en 2018 cuando logró la Gran Campeón Hembra, el resultado no fue tan sorpresivo. “Ese ternero nos gustaba mucho, teníamos expectativas, pero apareció otro muy bueno y nos ganó bien. Igual haber salido segundos es un gran resultado, estamos muy contentos”, comentó.
Hay equipo
Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue cuando Serafín se sacó la foto con el Mejor Ternero Angus Colorado junto al equipo de trabajo, para luego sumar a la imagen a su mujer Guadalupe y su hijo Santiago. “Esta exposición es el momento que se junta todo el grupo. Nosotros hacemos agricultura y ganadería ciclo completo, y cuando venimos acá todos vienen a dar una mano por más que no trabajen en la cabaña. Es el momento que nos unimos, siempre acordándonos de los que se quedan laburando en el campo. Entonces es algo importante para nosotros”, destacó.

Germán escucha a Serafín y asiente con la cabeza. Y es el que se encargó de repasar un poco la historia familiar y la relación con la ganadería. “Hace unos cuantos años que venimos a Palermo (antes lo hacían como Santa Clara, la cabaña de su abuelo), tratamos de no faltar, a veces es difícil, pero bueno, estar acá para nosotros es mostrar el trabajo del año. Y disfrutamos mucho de hacerlo porque es algo muy familiar”, comentó.
“Yo soy la tercera generación en la familia y Serafín es la cuarta. Yo seguí la posta de mi abuelo, así que desde 1940 que estamos en esto. Y Quequén Sur es la cabaña que fundó él y a la que yo me sumé”, recordó.
Esa pasión fue la que mamó Serafín desde chiquito. “Creo que todas las vacaciones de invierno de mi vida estuve acá en Palermo. Así que aprendí de él y de sus colegas. Prácticamente estuve toda la vida en una manga con ellos”, contó Serafín.
El Destino
Hoy hijo y padre (en ese orden) trabajan en el campo llamado El Destino en El Perdido con la cabaña de Angus y con la de Hereford. Y si bien son esencialmente criadores de Angus, Serafín reconoció que su corazón lo tiene con los “pampas”. “Lo que pasa que yo arranqué con Hereford, fue cuando Carlos Ojea me regaló mis primeras vacas de pedigree”, recordó.

“Pero el planteo comercial es Angus, y con el Hereford desarrollamos un emprendimiento en la Patagonia, que tiene una escala menor aunque le dedicamos también mucho trabajo”, completó Serafín.
A los Sillero en esta edición de Palermo les quedan todavía dos jornadas de jura. Hoy es el turno de hembras y machos Hereford; y las hembras Angus. Mañana, en tanto, compiten los machos Angus.
“¿Qué expectativas tenemos para hoy y mañana? Ya estamos hechos. Que pase lo que tenga que pasar, no hay problema”, respondió Serafín.
De a poco estaba empezando a caer y a dimensionar el enorme logro alcanzado en la pista más importante del país.
