“Hoy hay un uso mucho más racional y consciente de los agroquímicos”

En una charla con La Voz del Pueblo, el ingeniero Fidel Cortese, presidente del CIAFBA, se refiere a la actualidad del Colegio, de las demandas que tienen los agrónomos por parte de la comunidad y de los desafíos que tienen por delante. La Receta Agronómica Obligatoria digital, el gran objetivo a cumplir en el corto plazo

Por Juan Berretta

Fidel Cortese es un agrónomo en estado puro. Le brota la pasión apenas arranca la charla que abordará distintas cuestiones de la profesión y del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de Buenos Aires, institución que hoy preside, pero que además lo tuvo como un actor clave para lograr su nacimiento en 2019.

“Yo tengo un amor especial por el Colegio”, dirá en una ida y vuelta con La Voz del Pueblo. “Soy un apasionado de mi profesión”, aclarará también como si hiciera falta. Imposible entonces no empezar la conversación con la actualidad del CIAFBA.

– ¿Cómo es la actualidad del Colegio?

– El colegio tuvo su asamblea constitutiva en enero de 2019, hace cinco años, y hoy tiene un funcionamiento muy fluido, contando con más de 4.500 matriculados. Tenemos funcionando seis comisiones: la que se llama RAO, por la Receta Agronómica Obligatoria, pero en realidad trata todo lo que tiene que ver con el uso de fitosanitarios. La comisión de tasaciones y peritajes. La de educación, que para nosotros es fundamental por el vínculo que tenemos con las universidades y todo lo que tenga que ver con capacitaciones.

Está la Comisión de Honorarios, que trabaja fuertemente lo que es la fijación de los días técnicos y los trabajos de los ingenieros agrónomos. La de Agroecología, que trabaja muy bien en toda la provincia de Buenos Aires. Y este año creamos la Comisión de Arbolado Urbano, porque es una temática que incumbe a los ingenieros agrónomos y la relación, sobre todo con los municipios, y por supuesto con la provincia. Y a partir del año que viene vamos a provincializar una comisión que está trabajando en la Región Sudeste del Colegio, que es la de Suelos.

Hemos hecho convenios con todas las instituciones relacionadas con el sector, estamos trabajando mucho en capacitación y sobre todo en nuestro objetivo que es la jerarquización de la profesión.

– ¿Esos 4.500 matriculados estaba dentro del número que ustedes esperaban cuando arrancó el Colegio?

– Cuando nosotros arrancamos teníamos datos del anterior Colegio que había casi 12.000 ingenieros en la provincia. A partir de la relación con las universidades, viendo los egresados, viendo cada asociación cuántos matriculados tiene, vemos que ese universo es por lo menos la mitad, no creemos que sean muchos más de 6.000 los agrónomos en Buenos Aires.

Nuestra profesión tiene la particularidad de que hay muchos colegas que en realidad trabajan de productores agropecuarios, porque tienen explotaciones, y no ejercen como ingenieros. Entonces al no ejercer la profesión, de ese universo son pocos los que se matriculan. Así que estamos conformes.

– Tuvieron por supuesto un aluvión de matriculaciones en los primeros meses de la creación, ¿cómo sigue el nivel de crecimiento?

– Hoy tenemos un crecimiento anual de los chicos que salen de la universidad, más algún otro que todavía no se ha matriculado, sobre todo de empresas. Hemos iniciado algunas acciones con las empresas para pedirle los estados de sus matriculados y poder invitarlos a participar del Colegio. Entonces hay un crecimiento mucho más lento que al principio, pero la matrícula sigue creciendo todos los años.

Los Cortese y los Cattáneo, dos familias cebaderas. Fidel y su hijo Facundo, junto a Mario y su hijo Mariano, los cuatro tienen una estrecha relación con la cebada

– ¿Cómo es la relación con el Ministerio de Desarrollo Agrario provincial? Porque son muchos temas en los que tienen que interactuar

– En interacción estamos permanentemente, tenemos una muy buena relación tanto con el ministro, como con sus secretarios y sus directores. El tema es que los tiempos del Estado no son los mismos que los nuestros. A veces nos gana un poquito la ansiedad, pero estamos trabajando.

-¿En qué tema les gana hoy “la ansiedad”?

– Hoy te diría que es la Receta Agronómica Obligatoria digital, y estamos trabajando fuertemente para poder tener una receta nueva, más moderna, que sea una aplicación amigable. Y en eso estamos trabajando con el ministerio. Tiene que ver la gente legal, la de sistemas, entonces a veces es difícil coordinar todas las partes, pero vamos trabajando. Y todas las comisiones que te nombré están en relación directa con el ministerio.

– ¿Entienden que en estos cinco años han logrado jerarquizar la profesión como se plantearon desde el inicio? ¿Creen que todavía tienen mucho por recorrer?

– Yo lo comparo con lo que es la vida. Nosotros tenemos cinco años, recién  empezamos a caminar, queda muchísimo por delante. Tenemos una profesión que hasta por responsabilidad de nosotros mismos no ha estado en el lugar que debería estar. Hoy tratamos de posicionarla, trabajamos mucho para eso y creo que hemos avanzado bastante. Nosotros tenemos una relación directa tanto con las empresas, pero fundamentalmente con los productores. Un compromiso con toda la parte productiva, donde estamos convencidos que somos un eslabón fundamental en esa cadena.

Es cierto que cuesta, después de más de 40 o 50 años de profesión, donde no había nada claro sobre cuál era la posición del ingeniero agrónomo, pero vamos avanzando.

– ¿Cuál es la demanda más fuerte por parte de la comunidad que tiene el hoy agrónomo?

– Todo lo que tenga que ver con una intervención en la naturaleza es una demanda cada vez más creciente y consciente, y con razón, de las comunidades. Y por eso también a nosotros es un tema que nos preocupa. Nosotros vivimos dentro del medio, yo vivo en Tres Arroyos, cada cual vive en su ciudad y lo último que queremos es afectar a esa comunidad. Por lo tanto es una preocupación muy grande que tenemos y estamos trabajando permanentemente en eso.

Hoy hay algunos mitos que la ciencia se encarga de ponerlos en su lugar. Lo mismo pasa con las ciencias médicas, no son los medicamentos que tomamos ahora los de hace 30 o 40 años, ha bajado notablemente la toxicidad de todos los fitosanitarios y el uso es mucho más consciente y racional. Así que es una demanda que creemos estar satisfaciendo.

En agosto de 2023, Fidel Cortese, asumió la presidencia del CIAFBA, mandato que extenderá hasta agosto de 2025

– ¿Las nuevas camadas de ingenieros vienen ya con otra visión en ese sentido respecto a la que había hace 30 o 40 años cuando no era un tema que estaba tan instalado?

– El cuidado del medio ambiente no estaba instalado en la sociedad en general, no solamente en nuestra profesión, hace 40 años. No era una demanda ni una preocupación. Y hoy es cada vez más creciente. Todo lo que tenga que ver con el ambiente, pero también lo que tenga que ver con la producción de alimentos, de energías renovables, de producción de fibras. Y todo tiene que ver con lo nuestro. Vos hoy, desde que arrancas a la mañana y te preparas un mate, hasta que te vas a acostar a la noche y te cubrís con una frazada, en todas esas acciones del día estamos presentes los ingenieros agrónomos.

Y sí, los chicos hoy tienen otra mentalidad, los más jóvenes. Hay un cambio generacional que no solamente tiene que ver con la conciencia del medio ambiente, también con la comunicación. Y en este mundo los más viejos nos tenemos que adaptar porque si no vamos a terminar como los dinosaurios. Los más jóvenes nos impulsan y nos llevan.

– ¿Participan los jóvenes en el Colegio?

– En el Colegio, respecto al primer Consejo Directivo Provincial o Regional, hoy la edad promedio ha bajado unos 15 o 20 años. Cuesta que los jóvenes se comprometan, pero los que se comprometen, lo hacen muy bien y nos aportan esa mirada que los viejos no tenemos.

También es destacable que hay casi un 20% de mujeres dentro del Colegio, que tienen una mirada distinta a la nuestra. Y hoy por ejemplo, en el Consejo Directivo Provincial somos cuatro hombres y cuatro mujeres. Tiene que ver todo con la inclusión, en definitiva, con poder tener representado dentro de nuestro Colegio todos los estamentos de la sociedad.

– Fuiste uno de los impulsores del Colegio. ¿Qué significa para vos ser el presidente?

– Yo tengo un amor especial por el colegio. Nosotros arrancamos en 2015 con las primeras reuniones, en marzo de 2016 se creó la RAIABA, y a partir de ahí fueron innumerables las actuaciones y las visitas a distintos organismos que tuvimos que hacer. En 2018 se creó la ley 15.030, que es la que ampara el Colegio, y en enero de 2019 tuvimos nuestra Asamblea Constitutiva. Y estuve presente siempre. En la primera etapa como presidente de la Región Sur y miembro del Consejo Directivo, en la segunda etapa de autoridades, siempre cercano, pero sin cargo, y desde agosto del año pasado estoy como presidente.

Yo soy un apasionado de nuestra profesión, prácticamente casi todo lo que tengo de formación se lo debo a mi profesión. Mi hijo es ingeniero agrónomo, trabajamos juntos y para mí poder estar trabajando en lo que me encanta y poder aportar un granito de arena a eso, es realmente una satisfacción enorme. Una felicidad muy grande.

– ¿El desafío en el corto plazo para el Colegio cuál es?

– Siempre está el objetivo de jerarquizar la profesión y trabajar para producciones más sustentables. Estamos provincializando una comisión de suelos, porque todo lo que tenga que ver con el uso del suelo impacta directamente en la producción. Y además tengo la esperanza de que antes de que deje el cargo, en agosto de 2025, poder tener una Receta Agronómica Obligatoria, digital, moderna y que sea mucho más fácil para todos la operatoria a la hora de las aplicaciones: para nosotros, para los productores, para los aplicadores y para las agronomías. Ese te diría que es un objetivo.

– ¿Falta para que salga la receta? ¿Es una cuestión burocrática?

– No sé si es burocrática, ocurre que intervienen muchos actores para tomar la decisión. Nosotros somos consultados permanentemente, tenemos una excelente relación tanto con el ministro (Javier) Rodríguez, con todas las secretarías y las divisiones, pero fundamentalmente lo que vemos en la receta es que vamos un poco lentos. Pero vamos…

Y también tiene mucho que ver el sector de sistemas, que entiendo tiene muchísimas demandas desde todos los estamentos oficiales de la provincia, por lo tanto esta, la receta, es una cosa más.

– ¿Lo que se busca es el que el ingeniero pueda confeccionar la receta en el mismo lote, desde una aplicación?

– Eso sería lo ideal, y es la idea, que vos te vayas del lote con la prescripción hecha, que se la pases al productor y el productor con esa prescripción pueda ir a comprar los insumos que necesita y se la haga llegar al aplicador, que este aplique y cuando termine cierre lo que son las Condiciones Técnicas del Trabajo, donde dice cómo era el viento, cómo eran las condiciones ambientales, etc. Si nosotros logramos cerrar todo eso, más posteriormente lo que son la deposición final de envases de agroquímicos o de fitosanitarios, realmente sería muy bueno para todos.

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