“Me fui contento, orgulloso y tranquilo”

Luego de 23 años, Alejandro Albertsen dejó de ser el presidente de la Cooperativa de Cascallares, cargo que ahora ocupa Mario Arribalzaga. En una charla compartió su balance y recordó el peor y los mejores momentos del largo recorrido. El reconocimiento a Jorge Duchosal

Repitiendo en forma textual las palabras que soltó con emoción durante la Asamblea anual de principios de mes, Alejandro Albertsen sintetizó los sentimientos que le produjo finalizar su etapa de presidente de la Cooperativa de Cascallares tras nada menos que 23 años. “Me fui contento, orgulloso y tranquilo”, dijo en el comienzo de la charla planteada como un mini balance de esas más de dos décadas.

“Contento por haber compartido tanto tiempo con Jorge (Duchosal), siempre con una relación de mucho respeto y afinidad, que hizo que formáramos un buen equipo que fue muy bueno para la cooperativa. Orgulloso porque fui el presidente en la época de mayor crecimiento de la institución. Y tranquilo porque me voy con la satisfacción de haber hecho siempre todo pensando que era lo mejor para la cooperativa”, detalló Alejandro con una mirada nostálgica.

“Lo que me da más orgullo es que la cooperativa sea reconocida a nivel nacional. Porque es considerada una de las mejores del país, y no por el tamaño, sino por la calidad de los actos cooperativos”, dijo

“Entonces, me fui con la sensación de ‘tarea cumplida’. Fueron muchos años, pasaron muchas cosas, tenemos para escribir un libro. Pero lo importante es que lo que hemos hecho está a la vista”, completó.

En casi toda la charla Albertsen hablará en plural e incluso se correrá del eje central de la respuesta para dejar que todas las luces se posen en la figura de Jorge Duchosal. No fue casual que este 2024 también haya sido el año en el que el hoy ex gerente decidiera retirarse tras 46 años en el cargo y más de cinco décadas desempeñándose en la institución.

Albertsen integró el consejo de administración de la cooperativa durante 37 años. Ingresó en 1987 como vocal suplente, luego fue vocal titular, secretario y en diciembre de 2001 asumió la presidencia

“Uno llevaba más de 20 años como presidente y el año pasado ya tenía decidido dar un paso al costado. Pero cuando se lo conté a Jorge me comunicó que en agosto de este año se iba a retirar también me pidió que siguiera un año más, por eso mi salida se terminó dando ahora. Y coincidió que además se me terminaba el mandato de tres años como consejero, de modo que ya tampoco formo parte del consejo. Soy un socio más”, explicó.

– ¿Cómo y cuándo empezaste a formar parte del consejo de administración de la cooperativa?

– Entré en 1987, el año que me casé. Llegamos del viaje de bodas con mi señora y cuando fuimos a la casa de mi viejo a saludar estaba el que era presidente en ese momento, Raúl Larsen. Había ido a invitarlo a participar del consejo. Mi le dijo: “mirá yo no voy a participar, pero si querés invitalo a él” (por mí). Así fue. Me invitó, yo acepté y arranqué como vocal suplente. Tenía 26 años, me pareció fantástico el ofrecimiento.

Después pasé a ser vocal titular y estuve un año como secretario. Hasta que se retiró de la presidencia Gustavo Pedersen y me eligieron a mí.

– Y pasaron 23 años de ese momento…

– Si, es mucho tiempo. Soy el presidente que más estuvo en el cargo. Y la verdad que no es fácil tomar la decisión de retirarse, pero en algún momento te tenés que ir. Considero que este era el mejor momento, porque no sólo los 23 años en la presidencia fue con Duchosal en la gerencia, sino también mis 37 años como consejero. Así que al retirarse él también se terminaba una etapa.

Entonces, mi salida era una forma de dejar trabajar tranquilo a Miguel Barreras, el nuevo gerente, que seguramente tiene otras ideas, otros métodos de trabajo, y que pudiera empezar su camino con un presidente nuevo.

Con Jorge teníamos los roles bien determinados. Yo como presidente me abocaba a la parte política, a lo institucional, él era la parte ejecutiva, la de la acción.

– ¿Cómo es la actualidad de la cooperativa?

– A la vista está la actualidad de la cooperativa, que cada vez es mejor. Y está posicionada de una manera que tiene que pasar algo muy grave para que tenga problemas financieros. Está bien que estamos en Argentina y que todo el impredecible. Pero te diría que la cooperativa está mejor que nunca.

– ¿Cuál fue el peor momento de tu gestión?

– El inicio. Yo entré en diciembre de 2001 con el país metido en una crisis terrible, con corralito, cambio de presidentes. Fue un momento muy bravo para la cooperativa y para mí, porque era nuevito. Y me acuerdo que había algunos socios que estaban muy enojados y que en algunos casos se la agarraron conmigo.

La cooperativa en ese momento, gracias a la astucia comercial de Jorge (Duchosal), logró hacer un acuerdo con todos los socios, salvo un par de casos que pretendían tener alguna ventaja. Y esos eran los enojados. Ese fue el momento más difícil. Después fueron todas cosas buenas.

Imagínate que más allá de los vaivenes, la cooperativa ha crecido en la logística, en capacidad de almacenaje, en vehículos, en instalaciones, y también se atendió muchísimo algo que a mí me interesaba: la parte social.

– Entre todo lo positivo, ¿qué momento o qué obra elegís?

– Pensando que lo más importante es la educación, la obra de mayor relevancia fue la refacción para que pudiera funcionar la escuela secundaria de Cascallares. Pero también fue fundamental tener la salita sanitaria. Y lo hecho en la biblioteca, en el Centro de Jubilados, en el club. Más el asfaltado de calles, las luminarias, las cámaras de seguridad, la obra de agua. A eso hay que sumarle la celda de fertilizantes, la ampliación de las plantas de almacenamiento, los viajes… Se ha hecho muchísimo.

Lo que me da más orgullo es que la cooperativa sea reconocida, no solamente a nivel local, si no a nivel nacional. Porque es considerada una de las mejores del país, y no por el tamaño, sino por la calidad de los actos cooperativos. Creo que todo se lo debemos a Duchosal, ya lo dije y lo repito, él ha sido el motor de la cooperativa. Nosotros habremos estado apoyando, sugiriendo alguna cosa, pero todo lo que pasó, pasó por él.

-¿Qué te llevás en lo personal?

– Para mí los 37 años como consejero han pasado volando. Obviamente que los 23 como presidente estuve más empapado del día a día del funcionamiento de la cooperativa y siempre había algo nuevo. Pero ha sido un período de casi 40 años de pleno aprendizaje. Tuve la posibilidad de conocer bien lo que es la Asociación de Cooperativas Argentinas yendo a los seminarios, a las Asambleas; pude conocer gente de otros lugares; la verdad que para mí ha sido una etapa extraordinaria.

Ahora ya desde afuera del consejo, les deseo a Mario (Arribalzaga, nuevo presidente) y a Miguel (Barreras, gerente), y al resto de los consejeros una buena gestión para que la cooperativa continúe en su camino de crecimiento. Y no tengo dudas que así será.

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