Las lluvias aparecieron sobre el final para torcer el rumbo de un año difícil

Tras un invierno y un arranque de primavera extremadamente secos, a partir de noviembre comenzaron a darse precipitaciones generalizadas (de variado volumen) en la región para finalizar 2024 con acumulados cercanas al promedio

Allá por el cierre del mes de octubre ni el más optimista de los productores agropecuarios de la región debe haber pensado que 2024 iba a terminar con los registros de lluvia que finalizó. Fueron las precipitaciones que se dieron entre el 3 y el 4 de noviembre que empezaron una racha que, con eventos de menor y mayor volúmenes, se repetirían hasta el último día del año. Y eso es literal, porque no conforme con las lluvias del 29 y la madrugada del 30 de diciembre, el 31 también tuvo intensa actividad.

A partir de los datos de la Cooperativa Agraria de Tres Arroyos y de la Cooperativa Agrícola de Cascallares, se puede reconstruir lo que fue el húmedo sprint final de 2024 para torcerle el rumbo a una campaña fina que venía encaminándose para un fracaso y para darle un comienzo como pocos recuerdan a un ciclo de gruesa que hoy promete muy buenos rindes.

Registros

A continuación, la tabla de los datos de lluvia con los que terminó 2024 y entre paréntesis los registros con los que había terminado el mes de octubre, es decir, en la previa a las precipitaciones del inicio de noviembre que marcaría el cambio de tendencia.

  • Aparicio: 623 mm (392)
  • Barrow: 721mm (449)
  • Bellocq: 664 mm (398)
  • Cascallares: 724,5 mm (440)
  • Chaves: 806 mm (432)
  • Coronel Dorrego: 573 mm (442)
  • Coronel Pringles: 673 mm (420)
  • De La Garma: 791 mm (429,5)
  • El Carretero: 736,5 mm (477,5)
  • Orense: 743 mm (451)
  • Oriente: 618 mm (374)
  • San Cayetano: 879 mm (516,5)
  • Tres Arroyos: 795 mm (502)

De los registros se desprende que pese a la recuperación de las lluvias, lo irregular que habían sido los eventos en el transcurso del año dejó grandes diferencias entre localidades y sectores muy cercanos. Como los 74 milímetros que hay entre Tres Arroyos y  Barrow, que está ubicada a solo 9 kilómetros. O los 142,5 milímetros entre San Cayetano y El Carretero.

Bisagra

A la hora de analizar cómo se dieron las lluvias se observa que hubo otro evento bisagra a nivel región, y fueron las precipitaciones del 7 y 8 de agosto, que cortaron un seca que había comenzado a mediados de mayo. Esa agua fue clave para la evolución de la fina que estaba implantada y para completar la siembra porque en muchas zonas se tuvo que para por la falta de humedad en el perfil.

De todos modos, luego llegaría otro período seco. Porque casi no volvió a llover durante agosto, septiembre tuvo muy pocos eventos, y menos aún hubo en octubre, sumado que en este último mes hubo una ola de calor que se “cargó” a las cebadas sembradas temprano.

Y cuando parecía que toda la fina iba a correr la misma suerte, el año pegó el sprint final cargado de agua que no se imaginaba ni el más optimista, y que hizo que en la mayoría de las localidades los registros terminaran bastante cercanos a los promedios históricos. Una excepción es San Cayetano, que tiene una media de 809 milímetros contabilizando los últimos 20 años y en 2024 recibió 879.

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