La semana pasada finalizó una nueva temporada de colonia en el complejo de la entidad, que permitió que durante enero y febrero más de 100 chicos del pueblo disfrutaran sin costo alguno de la pileta y el amplio predio
Con una mateada familiar y una tarde a pura pileta que contó con una gran participación, más los profesores y el equipo de apoyo que trabajaron todo el verano, en el complejo de la Cooperativa de Cascallares se le dio el cierre a un nuevo año de colonia. “No tenemos más que palabras de agradecimiento por la muy buen respuesta que hemos tenido por parte de los chicos durante los dos meses y de la familia cuando convocamos a alguna actividad”, destacó el profesor Gustavo Rey, quien comandó el grupo que tuvo a su cargo un promedio diario de 60 chicos que disfrutaron en doble turno el predio sin costo alguno.

Fueron en total 106 los chicos que se inscribieron para participar de la colonia de 9 a 12 horas en la mañana y de la pileta libre entre las 15 y las 19 en la tarde, servicio que la cooperativa brindó desde el 2 de enero hasta el pasado 26 de febrero. Si bien el agua fue la gran protagonista de la propuesta, cada jornada contó con distintas actividades de recreación. Así, el predio se convirtió un verano más en un lugar de contención para pasar los días de verano, con dos profes que los cuidaron y les enseñaron a nadar a los que lo necesitaban.
“La idea de la colonia fue brindar un espacio recreativo y con ambientación a la pileta para los más chiquititos. A la tarde fue más libre: dimos clases de natación y organizamos juegos para todos”, explica Gustavo, el líder del equipo de trabajo que integraron su colega Melisa Segovia; Vanina y Tomasa, quienes estuvieron a cargo de los baños y de servir la colación y la merienda; y Silvio, que se ocupó del mantenimiento del predio.
“La colonia de vacaciones se trata de uno de los proyectos que impulsa la cooperativa desde hace muchos años con el objetivo de ofrecerles a los chicos del pueblo un espacio de recreación, de contención y la posibilidad de que hagan actividades al aire libre. Además de empezar a entender las fortalezas del movimiento cooperativo”, indicó Mario Arribalzaga, presidente de la entidad.
Este 2025 tuvo una característica distintiva que fue una mayor participación de la familia. Una semana antes de la finalización del proyecto se realizó el campamento nocturno, del que participaron casi 120 personas entre chicos y grandes, e incluyó juegos, chapuzones y una gran “hamburgueseada”. “La respuesta que tuvimos por parte de la familia fue superior a la del año anterior, nos sorprendió”, contó Gustavo.

El cierre, como se contó en el inicio, fue con una gran mateada familiar, que también tuvo una gran asistencia. “Vuelvo a agradecer el apoyo y la participación de las familias durante cada iniciativa que propusimos. Eso es fundamental y le da sentido al proyecto que si bien está pensado para los chicos, también busca incluir a las familias”, se despidió́ Gustavo.





















